la semilla de ciprés
Madmaxista
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http://comovaradealmendro.com/2018/...-ante-las-preguntas-de-cristo/comment-page-1/
Juan Suárez Falcó
Tras las gravísimas acusaciones vertidas por Mons. Carlo Maria Viganò la respuesta de Bergoglio ha sido ésta: …………….silencio.
Ya conocen mi tesis: el papa sigue siendo BXVI, que fue obligado a renunciar, lo que hace nula su renuncia, manteniendo el papado. Se encuentra secuestrado en el monasterio Mater Eclesiae, pasando sus negaciones, como las pasó San Pedro. Por eso calla cuando debería hablar.
Sé que Bergoglio es masón, luciferino y judaizante. Ha venido a la Iglesia para destruirla. No yerra por culpa o negligencia sino que, dolosamente, ha usurpado el papado para desviar a la Iglesia hacia la apostasía general, obligando a todos a seguirle bajo la bandera de la obediencia. Es parte del Tercer Secreto de Fátima.
Pues bien, ¿quieren saber qué pienso del escándalo de encubrimiento, por parte de Bergoglio, de los abusos ******filos cometidos por el Card. McCarrick y el resto de su camarilla? Pues creo que Bergoglio quería deliberadamente que esto estallara, para hacerle más daño a la Iglesia y provocar el cisma. Pero no sabe que buscando hacer este mal no puede evitar hacer el bien para el que Dios le ha suscitado en la Iglesia: separar el trigo de la cizaña, porque la inmensa mayoría de la Iglesia se irá con él, apoyándole temeraria y acríticamente hasta el final. Bien que lo estamos viendo estos días. La parte apóstata de la Iglesia triunfará, mientras que el resto fiel acabará perseguido por los gentiles (como los romanos perseguían a los cristianos) y por la Gran meretriz, es decir, la persecución desde dentro, por parte de la Iglesia apóstata, como también la Sinagoga deicida persiguió a los discípulos.
Supongamos que Bergoglio hubiera querido mantener en secreto su encubrimiento a la mafia LGBTI de la Iglesia, gran parte de la cual, por cierto, le apoyó en el falso cónclave de 2013: habría sido muy cuidadoso en sus nombramientos y se habría preocupado en rodearse de sacerdotes y jerarcas no sospechosos, mientras bajo cuerda podría haber apoyado a esta mafia gays, en venganza por el repruebo que le tiene a la Iglesia. Hubiera sido mucho más eficaz, ¿no creen?
Pero no…. no es así como ha actuado Bergoglio. Al contrario: ha actuado con descaro y desvergüenza, de manera patente y pública, nombrando para importantes cargos de la jerarquía, de manera abierta, a gayses declarados o a sacerdotes favorables a la sodomía como Mons. Paglia, Fabián Pedacchio, Mons. Battista Ricca, Don Ciotti (al que incluso cogió de la mano en público), Mons. Blase Cupich, Mons. Farrell, Card. Danneels, Card. Maradiaga, Card. Coccopalmerio, Mons. Montanari, Mons. Edgar Peña Parra, Mons. Juan Carlos Maccarone, Mons. Tobin, Carlos Miguel Buela, … y un largo etc.
¿Puede alguien que actúa así asombrarse ahora de que Mons. Viganò le haya cantado las cuarenta? Claro que no. Era evidente que todo esto se sabía, era vox populi, y que estallaría en mil fuegos artificiales porque las bombas estaban cuidadosamente puestas por Bergoglio en puntos clave de la Iglesia para que así ocurriera.
¿Cui prodest? ¿Quién se aprovecha de esto, a quién le sirve? Pues claro, al malo.
Por tanto, esto era querido y deseado por Bergoglio. ¿Y por qué calla? Primero, porque no puede desmentir absolutamente nada de lo denunciado por Mons. Viganó. Pero, sobre todo, porque no quiere hacerlo. Al callar, se hace la víctima y está obligando a todos los obispos y Conferencias episcopales del mundo a que le apoyen, como así está ocurriendo de manera vergonzante. Quienes así actúan se están acusando a sí mismos de amar más al mundo que a la verdad que les hubiera salvado (2 Tes. 2, 10), porque apoyan a alguien que públicamente calla ante acusaciones gravísimas, porque tienen más respetos humanos que amor a Dios, que es luz y que dijo aquello de que “La Verdad os hará libres” (Jn. 8,32).
Pero lo peor es que, en su soberbia, tras unos días de silencio, Bergoglio solo abrió la boca para recordarnos que lo importante es cuidar el planeta y los mares del plástico. Véase su reflexión y su tweet:
Pope calls plastics littering oceans an ‘emergency’
¡Qué enorme desvergüenza, cuando tantos niños y adolescentes abusados estarían esperando una explicación a las gravísimas acusaciones vertidas por Mons. Viganó! ¡Qué enorme desdén para con las víctimas! ¡Qué recochineo, haciendo ver que lo que realmente le preocupa es la calidad de las aguas, mientras la Iglesia gime bajo el pecado nefando de la sodomía, mientras Asmodeo campa a sus anchas por el Vaticano y por los obispados de medio mundo, celebrando sacrílegamente la misa y causando heridas terribles en tantos niños! Como dijo Mons. Cupich, intentando justificar el silencio de Bergoglio: “Es que la agenda de Francisco es mayor”. ¡¡!!
Pro-lgtb Cupich se mete en problemas
Pero aquí no acaba la cosa. En su soberbia, Bergoglio vino a decir el otro día en Santa Marta que al callar frente a estas acusaciones no hace más que imitar a Cristo, que callaba ante las acusaciones de los fariseos. Aquí tienen la deleznable homilía, con la que justificaba su ominoso y calculado silencio.
El Papa recomienda
Falso de toda falsedad, Sr. Bergoglio. Porque cualquiera que haya leído el Evangelio sabe que Cristo siempre respondía las preguntas capciosas de los fariseos, para enseñarles la Verdad y echarles en cara su hipocresía. Como cuando le preguntaban si había que pagar tributo al César, o como cuando le pedían hacer milagros para creer en él, o cuando le preguntaban con qué autoridad hablaba, o como cuando le preguntaron cuál era el mayor mandamiento de la ley, o como cuando le preguntaban si cabía divorciarse de una mujer como les permitió Moisés, o como cuando le decían que sacaba demonios con la fuerza de Beelcebú, etc. Cristo, paciente, siempre respondía, y les recriminaba su malicia y poca fe. Ante sus respuestas, los fariseos callaban y les rechinaban los dientes.
Por el contrario, eran los fariseos los que no respondían a las preguntas de Jesús, con las que buscaba desarmarles y ponerles de frente a su maldad. Como cuando Cristo les preguntó si sabían si el bautismo de San Juan Evangelista era de Dios o de los hombres (Mc. 11, 29-33):
“«Os voy a hacer una pregunta y, si me contestáis, os diré con qué autoridad hago esto: El bautismo de Juan ¿era cosa de Dios o de los hombres? Contestadme.»
Se pusieron a deliberar: -«Si decimos que es de Dios, dirá: “¿Y por qué no le habéis creído?” Pero como digamos que es de los hombres… »
(Temían a la gente, porque todo el mundo estaba convencido de que Juan era un profeta.)
Y respondieron a Jesús: -«No sabemos.»” .
Como vemos, Bergoglio calla como los fariseos ante preguntas hechas con buena fe. Por eso callaba y calla: calló ante las Dubia de los 4 cardenales tras el deleznable Capítulo VIII de Amoris Laetitia, hombres santos y sabios de la Iglesia; calló ante la Súplica filial de muchos fieles; calló ante la Correctiorealizada por altas personalidades de la Iglesia y teólogos consumados; como calla ahora frente a la denuncia de Mons. Viganó, un jerarca que cuenta con el máximo respeto de sus homólogos y sabía estas cosas de primera mano, etc.
Pues bien, así están las cosas hermanos. Con su silencio, Bergoglio no solo ningunea a las víctimas sino que esconde a los victimarios. También los fariseos llamaban hereje, apóstata y loco a Cristo, hasta que le mataron por mediación de los romanos. Y ahora es Bergoglio el que acusa de escandalizar a Viganó y a los fieles que le piden aclaraciones de sus muchas herejías.
Un compañero de web ya retrató hace dos años a Bergoglio como fariseo consumado (http://comovaradealmendro.com/2016/11/quienes-los-fariseos-hoy/). Ahora se añade otro rasgo farisaico más: su silencio. Ya sabemos dónde terminó la maldad de los fariseos: hasta negar a Cristo como Mesías y asesinarle. Que nadie se llame a engaño si Bergoglio recorre el mismo camino hasta el final.
Roguemos en esta hora crucial para que los fieles sean conscientes de lo que está ocurriendo en la Iglesia: que un masón luciferino la está destruyendo ante sus ojos, ante el silencio cómplice de muchos obispos y conferencias episcopales que incluso le apoyan en esa labor; y oremos para que el papa BXVI alce su voz para dejar bien claro que fue obligado a renunciar (mucho tuvo que ver en ello la mafia lgtb destapada meses antes por el Informe Herranz-Tonko-De Giorgi) y que sigue siendo el papa.
Señor Mío Jesucristo, toca el corazón de los sacerdotes abusadores, para que se arrepientan de sus enormes pecados, hagan penitencia y pidan perdón… y ayuda por favor a curar las profundas heridas de los abusados, muchos de los cuales perdieron la fe y malograron sus vocaciones.
María Santísima, ayuda al resto fiel de la Iglesia y guárdalos en tu Inmaculado Corazón. No se nos escape que la sodomía en el clero es un acto directamente inspirado por el malo para echar abajo el sacerdocio y ensuciar a sus hijos predilectos. Reparemos en que en la sodomía subyace un repruebo a la mujer, y, sobre todo, a la MUJER con mayúsculas, a María, que representa lo más puro y limpio del linaje humano.
¡Ven, Señor Jesús!
Juan Suárez Falcó
Tras las gravísimas acusaciones vertidas por Mons. Carlo Maria Viganò la respuesta de Bergoglio ha sido ésta: …………….silencio.
Ya conocen mi tesis: el papa sigue siendo BXVI, que fue obligado a renunciar, lo que hace nula su renuncia, manteniendo el papado. Se encuentra secuestrado en el monasterio Mater Eclesiae, pasando sus negaciones, como las pasó San Pedro. Por eso calla cuando debería hablar.
Sé que Bergoglio es masón, luciferino y judaizante. Ha venido a la Iglesia para destruirla. No yerra por culpa o negligencia sino que, dolosamente, ha usurpado el papado para desviar a la Iglesia hacia la apostasía general, obligando a todos a seguirle bajo la bandera de la obediencia. Es parte del Tercer Secreto de Fátima.
Pues bien, ¿quieren saber qué pienso del escándalo de encubrimiento, por parte de Bergoglio, de los abusos ******filos cometidos por el Card. McCarrick y el resto de su camarilla? Pues creo que Bergoglio quería deliberadamente que esto estallara, para hacerle más daño a la Iglesia y provocar el cisma. Pero no sabe que buscando hacer este mal no puede evitar hacer el bien para el que Dios le ha suscitado en la Iglesia: separar el trigo de la cizaña, porque la inmensa mayoría de la Iglesia se irá con él, apoyándole temeraria y acríticamente hasta el final. Bien que lo estamos viendo estos días. La parte apóstata de la Iglesia triunfará, mientras que el resto fiel acabará perseguido por los gentiles (como los romanos perseguían a los cristianos) y por la Gran meretriz, es decir, la persecución desde dentro, por parte de la Iglesia apóstata, como también la Sinagoga deicida persiguió a los discípulos.
Supongamos que Bergoglio hubiera querido mantener en secreto su encubrimiento a la mafia LGBTI de la Iglesia, gran parte de la cual, por cierto, le apoyó en el falso cónclave de 2013: habría sido muy cuidadoso en sus nombramientos y se habría preocupado en rodearse de sacerdotes y jerarcas no sospechosos, mientras bajo cuerda podría haber apoyado a esta mafia gays, en venganza por el repruebo que le tiene a la Iglesia. Hubiera sido mucho más eficaz, ¿no creen?
Pero no…. no es así como ha actuado Bergoglio. Al contrario: ha actuado con descaro y desvergüenza, de manera patente y pública, nombrando para importantes cargos de la jerarquía, de manera abierta, a gayses declarados o a sacerdotes favorables a la sodomía como Mons. Paglia, Fabián Pedacchio, Mons. Battista Ricca, Don Ciotti (al que incluso cogió de la mano en público), Mons. Blase Cupich, Mons. Farrell, Card. Danneels, Card. Maradiaga, Card. Coccopalmerio, Mons. Montanari, Mons. Edgar Peña Parra, Mons. Juan Carlos Maccarone, Mons. Tobin, Carlos Miguel Buela, … y un largo etc.
¿Puede alguien que actúa así asombrarse ahora de que Mons. Viganò le haya cantado las cuarenta? Claro que no. Era evidente que todo esto se sabía, era vox populi, y que estallaría en mil fuegos artificiales porque las bombas estaban cuidadosamente puestas por Bergoglio en puntos clave de la Iglesia para que así ocurriera.
¿Cui prodest? ¿Quién se aprovecha de esto, a quién le sirve? Pues claro, al malo.
Por tanto, esto era querido y deseado por Bergoglio. ¿Y por qué calla? Primero, porque no puede desmentir absolutamente nada de lo denunciado por Mons. Viganó. Pero, sobre todo, porque no quiere hacerlo. Al callar, se hace la víctima y está obligando a todos los obispos y Conferencias episcopales del mundo a que le apoyen, como así está ocurriendo de manera vergonzante. Quienes así actúan se están acusando a sí mismos de amar más al mundo que a la verdad que les hubiera salvado (2 Tes. 2, 10), porque apoyan a alguien que públicamente calla ante acusaciones gravísimas, porque tienen más respetos humanos que amor a Dios, que es luz y que dijo aquello de que “La Verdad os hará libres” (Jn. 8,32).
Pero lo peor es que, en su soberbia, tras unos días de silencio, Bergoglio solo abrió la boca para recordarnos que lo importante es cuidar el planeta y los mares del plástico. Véase su reflexión y su tweet:
Pope calls plastics littering oceans an ‘emergency’
¡Qué enorme desvergüenza, cuando tantos niños y adolescentes abusados estarían esperando una explicación a las gravísimas acusaciones vertidas por Mons. Viganó! ¡Qué enorme desdén para con las víctimas! ¡Qué recochineo, haciendo ver que lo que realmente le preocupa es la calidad de las aguas, mientras la Iglesia gime bajo el pecado nefando de la sodomía, mientras Asmodeo campa a sus anchas por el Vaticano y por los obispados de medio mundo, celebrando sacrílegamente la misa y causando heridas terribles en tantos niños! Como dijo Mons. Cupich, intentando justificar el silencio de Bergoglio: “Es que la agenda de Francisco es mayor”. ¡¡!!
Pro-lgtb Cupich se mete en problemas
Pero aquí no acaba la cosa. En su soberbia, Bergoglio vino a decir el otro día en Santa Marta que al callar frente a estas acusaciones no hace más que imitar a Cristo, que callaba ante las acusaciones de los fariseos. Aquí tienen la deleznable homilía, con la que justificaba su ominoso y calculado silencio.
El Papa recomienda
Falso de toda falsedad, Sr. Bergoglio. Porque cualquiera que haya leído el Evangelio sabe que Cristo siempre respondía las preguntas capciosas de los fariseos, para enseñarles la Verdad y echarles en cara su hipocresía. Como cuando le preguntaban si había que pagar tributo al César, o como cuando le pedían hacer milagros para creer en él, o cuando le preguntaban con qué autoridad hablaba, o como cuando le preguntaron cuál era el mayor mandamiento de la ley, o como cuando le preguntaban si cabía divorciarse de una mujer como les permitió Moisés, o como cuando le decían que sacaba demonios con la fuerza de Beelcebú, etc. Cristo, paciente, siempre respondía, y les recriminaba su malicia y poca fe. Ante sus respuestas, los fariseos callaban y les rechinaban los dientes.
Por el contrario, eran los fariseos los que no respondían a las preguntas de Jesús, con las que buscaba desarmarles y ponerles de frente a su maldad. Como cuando Cristo les preguntó si sabían si el bautismo de San Juan Evangelista era de Dios o de los hombres (Mc. 11, 29-33):
“«Os voy a hacer una pregunta y, si me contestáis, os diré con qué autoridad hago esto: El bautismo de Juan ¿era cosa de Dios o de los hombres? Contestadme.»
Se pusieron a deliberar: -«Si decimos que es de Dios, dirá: “¿Y por qué no le habéis creído?” Pero como digamos que es de los hombres… »
(Temían a la gente, porque todo el mundo estaba convencido de que Juan era un profeta.)
Y respondieron a Jesús: -«No sabemos.»” .
Como vemos, Bergoglio calla como los fariseos ante preguntas hechas con buena fe. Por eso callaba y calla: calló ante las Dubia de los 4 cardenales tras el deleznable Capítulo VIII de Amoris Laetitia, hombres santos y sabios de la Iglesia; calló ante la Súplica filial de muchos fieles; calló ante la Correctiorealizada por altas personalidades de la Iglesia y teólogos consumados; como calla ahora frente a la denuncia de Mons. Viganó, un jerarca que cuenta con el máximo respeto de sus homólogos y sabía estas cosas de primera mano, etc.
Pues bien, así están las cosas hermanos. Con su silencio, Bergoglio no solo ningunea a las víctimas sino que esconde a los victimarios. También los fariseos llamaban hereje, apóstata y loco a Cristo, hasta que le mataron por mediación de los romanos. Y ahora es Bergoglio el que acusa de escandalizar a Viganó y a los fieles que le piden aclaraciones de sus muchas herejías.
Un compañero de web ya retrató hace dos años a Bergoglio como fariseo consumado (http://comovaradealmendro.com/2016/11/quienes-los-fariseos-hoy/). Ahora se añade otro rasgo farisaico más: su silencio. Ya sabemos dónde terminó la maldad de los fariseos: hasta negar a Cristo como Mesías y asesinarle. Que nadie se llame a engaño si Bergoglio recorre el mismo camino hasta el final.
Roguemos en esta hora crucial para que los fieles sean conscientes de lo que está ocurriendo en la Iglesia: que un masón luciferino la está destruyendo ante sus ojos, ante el silencio cómplice de muchos obispos y conferencias episcopales que incluso le apoyan en esa labor; y oremos para que el papa BXVI alce su voz para dejar bien claro que fue obligado a renunciar (mucho tuvo que ver en ello la mafia lgtb destapada meses antes por el Informe Herranz-Tonko-De Giorgi) y que sigue siendo el papa.
Señor Mío Jesucristo, toca el corazón de los sacerdotes abusadores, para que se arrepientan de sus enormes pecados, hagan penitencia y pidan perdón… y ayuda por favor a curar las profundas heridas de los abusados, muchos de los cuales perdieron la fe y malograron sus vocaciones.
María Santísima, ayuda al resto fiel de la Iglesia y guárdalos en tu Inmaculado Corazón. No se nos escape que la sodomía en el clero es un acto directamente inspirado por el malo para echar abajo el sacerdocio y ensuciar a sus hijos predilectos. Reparemos en que en la sodomía subyace un repruebo a la mujer, y, sobre todo, a la MUJER con mayúsculas, a María, que representa lo más puro y limpio del linaje humano.
¡Ven, Señor Jesús!
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