emos_sio_engañás
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En el poemario del valenciano Vicente Andrés Estellés, éste cuenta como antes de la gurra se bañaban desnudos en La acequia de Montcada y luego, danzaban desnudos sobre la hierva, "después, estalló la guerra", es eso tremendismo de lo supuestamente inmoral, de lo que la misma Valencia siempre se rió, el que argullen como arma contra las parejas de mejores amantes, por envidia, contra las parejas de verdad.
Nos cuenta el poeta como entiempos de la postguerra ella venía altiva sobre sus piernas largas, sus piernas de adolescente; como "amantes como ellos son bien poco nacidos", como ella entiende el amor como cuando él la cogía de la mano, y que no recuerda más que esa ternura" y él que su amor es un amor feroz, que "aún hoy ruedan por el suelo y se llenan de arañazos" /el hombre ha llegado a la Luna y lo retransmiten por televisión/ escribió.
Cómo durate la postguerra ella venía orgulloso sobre sus piernas de adolescente y como su amor era tierno, y como en la terraza de aquella casa ya hacían el amor, "y de súbito, una hierva, crecía entre las tejas de aquel balcón". Cómo ella va abortar a la avenida del puerto, y como aquel aborto se convertirá "en un cubo de sangre". ¿Si las autoridades se enteran de todos, porqué se permitía esta pareja de amantes, ya en la postguerra en "la que un obrero desenvolvía la comida y se la comía ferozmenrte, lleno de dientes", o "esa niña se comía un dulce, sin participar de lo que ocurría ferozmente en su cuerpo".
Como "en el río de noche se daba la clandestinidad, los gayses, las cortesanas jóvenes, las amateurs"; "cómo de Gandía y Liria venía los polvorientos autobuses" o "que su carne era tierna como un cántaro de agua de Serra". Todo eso lo vivió el poeta Vicente Andrés Estellés cuando hoy no se nos deja amar, esto impuesto por las más antiestéticas y desgraciadas, que quieren hacer desgraciados a los amantes de verdad, que quieren denunciarnos, que quieren culparnos de nuestro propio amor, de nuestra propia pasión, cuando siendo como somos la sentimos el uno del otro y ellas combollan a las autoridades para que nos culpen y nos castiguen por ello, cuando "nuestro delito" es y fue amar. "los amates hacen el amor las historias hacen la Hitoria" glosa Vicente Andrés en su poemario. No nos hagáis clamar a instancias del pueblo valenciano sobre la religiosidad y la culpa que se le atribulle desde la deidad; ellas atacan, atacan con suciedad para que no se les vea, una y otra vez, la culpa. La culpa de romper a los amantes, a los amantes de verdad, y no, ya ni siquiera a sus falsificaciones, que las hay y de todos los colores hoy en día. "Carne de amantes son paridas bien pocas" llega a escribir el escritor y poeta y esa negligencia, esa culpa puede haber hecho que la historia cambie. Las historias hacen la Historia "no tenías solo el anhelo de un cuerpo, tenías el anhelo de un barrio, de un vecindario, de una nación", barrios populosos en Valencia pero solo de gente de mi generación ¿dónde has ido mi Valencia? Está en el subsuelo llena de enanitos como ella, carne de cañón, carne de fracaso, "para amar has de pagar" y pilinguis guarras, eso es lo que os habéis convertido hoy las españolas, en pilinguis guarras y sabéis que no es un insulto, que es la verdad-
Nos cuenta el poeta como entiempos de la postguerra ella venía altiva sobre sus piernas largas, sus piernas de adolescente; como "amantes como ellos son bien poco nacidos", como ella entiende el amor como cuando él la cogía de la mano, y que no recuerda más que esa ternura" y él que su amor es un amor feroz, que "aún hoy ruedan por el suelo y se llenan de arañazos" /el hombre ha llegado a la Luna y lo retransmiten por televisión/ escribió.
Cómo durate la postguerra ella venía orgulloso sobre sus piernas de adolescente y como su amor era tierno, y como en la terraza de aquella casa ya hacían el amor, "y de súbito, una hierva, crecía entre las tejas de aquel balcón". Cómo ella va abortar a la avenida del puerto, y como aquel aborto se convertirá "en un cubo de sangre". ¿Si las autoridades se enteran de todos, porqué se permitía esta pareja de amantes, ya en la postguerra en "la que un obrero desenvolvía la comida y se la comía ferozmenrte, lleno de dientes", o "esa niña se comía un dulce, sin participar de lo que ocurría ferozmente en su cuerpo".
Como "en el río de noche se daba la clandestinidad, los gayses, las cortesanas jóvenes, las amateurs"; "cómo de Gandía y Liria venía los polvorientos autobuses" o "que su carne era tierna como un cántaro de agua de Serra". Todo eso lo vivió el poeta Vicente Andrés Estellés cuando hoy no se nos deja amar, esto impuesto por las más antiestéticas y desgraciadas, que quieren hacer desgraciados a los amantes de verdad, que quieren denunciarnos, que quieren culparnos de nuestro propio amor, de nuestra propia pasión, cuando siendo como somos la sentimos el uno del otro y ellas combollan a las autoridades para que nos culpen y nos castiguen por ello, cuando "nuestro delito" es y fue amar. "los amates hacen el amor las historias hacen la Hitoria" glosa Vicente Andrés en su poemario. No nos hagáis clamar a instancias del pueblo valenciano sobre la religiosidad y la culpa que se le atribulle desde la deidad; ellas atacan, atacan con suciedad para que no se les vea, una y otra vez, la culpa. La culpa de romper a los amantes, a los amantes de verdad, y no, ya ni siquiera a sus falsificaciones, que las hay y de todos los colores hoy en día. "Carne de amantes son paridas bien pocas" llega a escribir el escritor y poeta y esa negligencia, esa culpa puede haber hecho que la historia cambie. Las historias hacen la Historia "no tenías solo el anhelo de un cuerpo, tenías el anhelo de un barrio, de un vecindario, de una nación", barrios populosos en Valencia pero solo de gente de mi generación ¿dónde has ido mi Valencia? Está en el subsuelo llena de enanitos como ella, carne de cañón, carne de fracaso, "para amar has de pagar" y pilinguis guarras, eso es lo que os habéis convertido hoy las españolas, en pilinguis guarras y sabéis que no es un insulto, que es la verdad-