Las cartas de repruebo de la familia Primo de Rivera contra Franco tras la traición a Falange

Cirujano de hierro

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Miguel y Pilar, defensores del credo joseantoniano, criticaron en 1941 la pérdida del poder del partido tras uno de los muchos movimientos de funambulista del dictador.

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El fusilamiento de José Antonio Primo de Rivera, verso suelto en el bando sublevado, al comenzar la Guerra Civil fue un soplo de aire para Francisco Franco. El militar se quitó de en medio a un líder con carisma suficiente como para hacerle sombra, y lo logró de la mano de la torpeza de la Segunda República. A partir de entonces, y tras el alzamiento hasta la poltrona del poder absoluto el 1 de octubre de 1936 del futuro dictador, comenzó el declive de la Falange Española de las Juntas de Ofensiva Nacional Sindicalista (FE de las JONS). El partido, pulmón ideológico y brazo camorrista en las calles de los Nacionales, se difuminó poco a poco hasta quedar tan solo como un viejo recuerdo añorado por los joseantonianos.


Franco, más trémulo ante los adversarios interiores que ante aquellos que portaban la tricolor, dio el primer gran golpe de efecto el 20 de abril de 1937, cuando fue promulgado el famoso Decreto de Unificación. Aquella jornada, el futuro dictador fusionó a la Falange y al carlismo en un partido único: FET y de las JONS, o Falange Española Tradicionalista y de las Juntas de Ofensiva Nacional Sindicalista. Aquella fue una victoria sin paliativos que le permitió alzarse como mando, acabar con las guerrillas internas dentro de ambos grupos, apartar a los opositores más molestos y empujar a sus amigotes hacia las altas esferas del Estado. Y todo ello, mediante una sencilla directriz:


«Una acción de gobierno eficiente, cual cumple ser la del nuevo Estado español, nacido por otra parte bajo el signo de la unidad y la grandeza de la Patria, exige supeditar a su destino común la acción individual y colectiva de todos los españoles».


El final de la Guerra Civil no mejoró la situación. Analistas como el divulgador y compilador Jesús Palacios Tapias sostienen en 'Las cartas de Franco: la correspondencia desconocida que marcó el destino de España' que Franco, gallego como era, hizo movimientos de funambulista para mantener a todos y cada uno de los tentáculos del Régimen a raya y equilibrados por lo bajo. Tras el ascenso fulgurante de Ramón Serrano Suñer en el seno de FET y de las JONS y el Gobierno, el dictador reactivó el ministerio de Gobernación y puso al frente a un monárquico antifalangista, el coronel Valentín Galarza. Aquello supuso una patada en el esófago para la vieja guardia joseantoniana. La máxima era el equilibrio.

Pero, en este caso, la reacción no tardó en llegar: Dionisio Ridruejo, miembro ilustre de la Falange más clásica –los llamados camisas viejas–, publicó un artículo en el periódico 'Arriba' titulado 'El hombre y el pelele' contra Galarza. Había comenzado la crisis de 1941. Poco después fue apartado de sus funciones, lo mismo que Antonio Tovar, uno de los muchos defensores dentro del grupo de que había que combatir junto al Eje en la Segunda Guerra Mundial. Todo ello, sumado a que el partido había quedado decapitado en marzo de 1940 después de que Agustín Muñoz Grandes dimitiera como secretario general de FET y de las JONS para dirigirse a Gibraltar primero, y a la Unión Soviética al frente de la División Azul después.


Miguel, contra Franco

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En mitad de aquella marejada, dos de los hermanos de Primo de Rivera decidieron romper de forma parcial su relación con Franco y abandonar sus funciones políticas más relevantes antes de pasar por la humillación de ser defenestrados. El primero de ellos fue Miguel, menor que José Antonio. Y lo cierto es que no era un don nadie. Según confirma el historiador Miguel Argaya Roca en un artículo sobre este personaje para la Real Academia de la Historia, había viajado con la legación española en 1940 para estudiar la propaganda en el Tercer Reich y, desde diciembre de ese mismo año, se hallaba al frente del Gobierno Civil y la Jefatura Provincial de la Falange Española Tradicionalista de Madrid.

El 1 de mayo de 1941, Miguel cargó de forma frontal, aunque siempre con el respeto que le infundía el miedo a Franco, en una misiva extensa y sincera. Y después, abandonó aquellos cargos. Encabezado por el «mi querido general» de rigor, el texto rezumaba disgusto por todos sus costados: «Desde hace tiempo, sentimos claramente el descontento, en repetidas ocasiones dicho a Su Excelencia, […] de que la política de España difiere notablemente del pensamiento de aquel que nos puso a todos los hombres de la Falange en ardoroso servicio. Pensamiento fundamentalmente expresado en los 27 puntos de la Falange Española de las JONS».

Y de aquí, a los golpes más directos. Aunque admitió que era difícil cumplir los puntos fundacionales de la Falange en aquella España posterior a la Guerra Civil, argumentó que «el Partido FET y de las JONS está desprovisto de los medios y de las posibilidades mínimas para llevar a término su difícil misión». Su primera crítica se cernía sobre el Consejo Nacional, el órgano encargado de la dirección. «Este carece tan perfectamente de misión auténtica que solo se ha reunido una vez desde su constitución, hace más de año y medio, y esto ha sido para escuchar pasivamente la lectura de la Ley Sindical y la del Frente de Juventudes».

El siguiente mandoble era para las milicias del partido, «el marco que debía encuadrar toda la pasión militar y civil de una juventud que, junto con nuestro glorioso Ejército, tuvo tan certeramente el sentido de los eternos destinos de España». Según Miguel, aquel orgulloso ejército no existía más que sobre el papel. Eran, en la práctica, un borrón de lo que les habían prometido que serían: «Solo existen en una ley sin reglamentar y apenas si habrá en todo nuestro territorio cien españoles que sepan lo que las Milicias del partido son, y quién las manda directamente». Y otro tanto estaba convencido que sucedía con el Frente de Juventudes, una suerte de Juventudes Hitlerianas germanas.


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Barcelona, octubre de 1939. Pilar Primo de Rivera visitando las Instituciones de Auxilio Social en un hogar infantil ABC


Como razón principal de esta decadencia, Miguel esgrimía la marcha de Muñoz Grandes y la ausencia de un líder reconocible. Aquella falta de mando único había provocado una guerra interna entre diferentes sectores de la Falange; o eso creía él. Mil razones más tenía, pero estas le bastaron para justificar su salida del partido y su ruptura parcial con el dictador:

«Estas primeras causas señaladas, aquellas en que se dice la precaria realidad del partido, me mueven al firme propósito de cesar en el ejercicio de los cargos que hoy cumplo, ya que ese ejercicio no es posible más que teniendo la fuerte convicción y la plena alegría de saberse servidor de los eternos destinos de España. Esta para mí tan dolorosa decisión que tomo, estoy seguro que es entendida por V. E., y por cuantos escucharon nuestra tristeza y nuestras peticiones para que la lánguida e incongruente existencia del partido se trocase en algo claro, vigoroso y prometedor. No quiero saber las razones por las cuales, si eso no se quiso hacer, no se hizo […] Con la lealtad, el respeto y el afecto de siempre quedo a sus órdenes brazo en alto».


Pilar, cansada

La siguiente fue Pilar Primo de Rivera, la cuarta de las hijas. En una misiva fechada también el 1 de mayo, comunicó a Franco que había decidido abandonar su puesto como Delegada Nacional de la Sección Femenina. «En conciencia, no puedo seguir colaborando con en esto que estamos haciendo creer a la gente que es la Falange, pero que en realidad no lo es». Aunque pedía al dictador que no viera en el escrito «la menor sombra de indisciplina», le explicaba que no estaba contenta con los últimos nombramientos:

«La Falange, que debía ser un cuerpo total inspirador de los actos del Estado, en este momento crítico quizás para España, desde hace mucho tiempo no es más que una lánguida desorganización en la que lo único que queda en pie es la Sección Femenina. […] Primeramente ha sido la ausencia casi total en los cargos del Estado de gente falangista. Desde los puestos más importantes se ha combatido a la Falange con toda clase de armas. Y, por otro lado, las Delegaciones están totalmente deshechas. Así sucede con las Milicias y el Frente de Juventudes. Por otro lado, la Secretaría General vacante y los Jefes Provinciales totalmente desilusionados haciendo cada uno por su cuenta lo que cree que es mejor para la unidad de mando».

Con todo, el uno y el otro, el otro y el uno, no rompieron del todo con Franco. De hecho, estuvieron al lado del Movimiento durante el resto de su vida tras la caída de Serrano Suñer al año siguiente. Y antes, mantuvieron ciertas responsabilidades, aunque alejadas de la primera línea. Cosas de los juegos políticos.


Las cartas de repruebo de la familia Primo de Rivera contra Franco tras la traición a Falange
 
Bien hecho por parte de Franco lo de no permitir que el régimen se ideologizara, máxime con la sarta de sandeces que pretendían algunos falangistas gente de izquierdas como Hedilla. El liderazgo del Caudillo estaba basado en la disciplina, el pragmatismo y el amor a España, no en ocurrencias abstractas de unos u otros. Por eso los "falangistas" de hoy dan tremenda vergüenza y con razón no han llegado a nada.

La realidad es que Jose Antonio tuvo la suerte de morir, porque quedó como el martir que realmente fue, como un personaje idealista y bueno. Si hubiera sobrevivido a la guerra, probablemente habría sido un problema.

jorobar, yo no he podido acabar la serie, TODA la fruta familia me da un ascazo tremendo, especialmente Kendall, a ese actor nada mas verle la cara supe que era alubio*. No por eso me cae mal, es que el personaje es infumable, la gente con mala estructura osea y mandíbula de low testosterone me da mucha rabia.

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El hermano mayor orate me resulta simplemente un bufón


Hubo otros, como familia fueron ejemplares. Sirvieron a España desde la época del Imperio, el hermano de Miguel, Fernando fue un valiente que cargo en Annual contra la morisma, el y su regimiento se sacrificaron para cubrir la retirada y ganar tiempo. Fue un héroe nacional que merece toda mi admiración.

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Última edición:
Creo que Hitler estuvo pensando en quitar a Franco y poner a la falange, visto lo visto hubiera sido buen plan.
 
La Guerra Civil no la ganó la Falange. Que el régimen posterior se formara a imagen y semejanza de ella habría sido un agravio para todas las demás fuerzas del bando Nacional, además de políticamente insensato.

Enésimo hilo de "Qué ardor de estomago me da Franco porque al contrario que Hitler y Mussolini no supo ser un político ni un líder militar de éxito"
 
QUÉ ESPERAR DE UN TRILERO COMO FRANKITO QUE DESPUÉS DE ESCRIBIR UN TOSTONAZO TREMENDO CONTRA EL SUPUESTO PELIGRO MORTAL DE LA MASONERÍA BAJO PSEUDÓNIMO (LO SACÓ A COLACIÓN EL FRIKER JIMENEZ ANOCHE) NO DUDÓ EN ALIARSE CON EL MAYOR "CONTUBERNIO ****OMASÓNICO" DEL MUNDO (USALANDIA VIA TITO IKE) Y MANDAR A LA guandoca O AL EXILIO A LOS FALANGISTAS QUE SE LO ECHARON EN CARA POR "TRAIDOR"... POR ALGO SU MOVIMIENTO SE LLAMÓ "FRANQUISMO", EL RESTO DE PARAFERNALIA DE YUGO, FLECHAS Y DEMÁS PURA de derechasDA.... sonrisa:
 
Estos del ABC me da que no se han enterado de que Franco ni era falangista, ni nacional sindicalista, ni tampoco era tradicionalista. Simplemente era un militar monárquico, católico y conservador, en estos se sustentó realmente el régimen durante 40 años. A lo otros les agradeció los servicios prestados durante la guerra y los acomodó en el nuevo sistema político, dándoles una prominencia que no habían tenido en la República. No me veo a Franco muy preocupado con el disgusto de los defensores de Jose Antonio, por que a pesar del inmenso número de militantes de FET-JONS, al fin y al cabo falangistas convencidos eran cuatro gatos, el resto eran adictos solo al movimiento y a Franco.
 
Hilo interesante y en el que me voy a explayar aunque no me lea nadie.

Yo con Franco he pasado tres fases. La primera, posiblemente común a toda mi generación, es la de cierto desprecio y propensión a subestimar o infravalorar la figura del dictador. Y no es que venga yo de una familia de gente de izquierdas criminales, pero la propaganda en mis años mozos con un PSOE omnipresente y que lo copaba todo era abrumadora. Es que NO EXISTÍA información alternativa al margen de algún "extravagante" o excéntrico que se atrevía a hablar bien de Franco, y al que siempre mirábamos con cierta sorna o escepticismo.

Y no es que yo en casa mamase ese desprecio, mi abuelo paterno que luchó con los nacionales en el frente de Aragón, a sus 21 añitos se quedó mutilado de por vida. Y ni siquiera en combate, sino que estando herido, los gente de izquierdas, esos benefactores de la humanidad y protagonistas de tantas pelis de buenos y malos, lo remataron mal y lo dejaron medio manco de por vida. Resulta que esos luchadores por la libertad tenían por costumbre, rematar a los heridos del bando opuesto (y quien sabe si del propio) pero como supongo querrían ahorrar munición lo hacían a bayonetazos. A mi abuelo, dándolo por moribundo entiendo, le entro la bayoneta por un brazo hasta el abdomen, porque ni siquiera se trataba de darles una fin rápida y misericordiosa, sino de asegurarte que la palmasen aunque no muy rápido. Lo curioso del caso es que la herida potencialmente mortal, la del abdomen, no terminó por afectarle ningún órgano vital, se curó. Pero la supuestamente menos grave, la del brazo, termino por destrozarle el codo y con ello le dejó inútil esa extremidad. En esos años no era como ahora. Ser minusválido, no terminaba en una paguita de por vida, sino en pobreza extrema y miseria. Pese a ello, como en su familia eran 8 hermanos y entre todos heredaron las tierras de mi bisabuelo pudo casarse y llevar una vida digna, incluso siendo manco. No es que viviesen desahogados, pero no pasaron nunca hambre. Lo que en la España de esos años equivalía a ser clase media. Que siempre fue la principal valedora de Franco realmente. Porque la clase alta terminó traicionándole y la baja, bueno, en una mayoría simplemente siempre ha sido partidaria de quien le llene el puchero sin más historias.

Y todo este rollo es para explicar que provengo de un entorno que no era de gente de izquierdas precisamente. Quizás más en la familia de mi progenitora que sí estuvo dividida entre los dos bandos, pero como la política estaba prohibida, tampoco se notaba mucho.

Así que así pasé yo mi primera juventud. Hasta que con los años, comencé a interesarme más por la historia de esos años, porque en casa como digo era tema tabú. NUNCA escuché a mi abuelo hablar de la guerra, ni a favor de unos, ni en contra de otros. Solo creo recordar una vez le escuche hablar a mi abuelo con mucha pena de uno de sus oficiales en la guerra, un tipo al parecer excepcional que murió en el frente. Al margen de eso, nada de nada.

Y leyendo historia me di cuenta de la ENORME cantidad de MENTIRAS, embustes, engaños y burda propaganda que nos habían colado. Así que por pura reacción, comencé a ver en Franco una figura providencial, una especie de enviado del destino. De un extremo al opuesto, posiblemente también lo sobrestimé.

Y ahora llegamos a la tercera fase. Cuando comienzo a ver en Franco también sus defectos, pero no como la gente cree, sino porque posiblemente se pasó de pragmático y le falto realmente siendo tan inteligente como era, auténtico conocimiento de España, los españoles y sobre todo la gente que le rodeaba. Es que lo traicionaron casi todos. Se pasó de gallego. Que es un defecto que comienzo a verle a todos los de esa región. Que siempre tienen que nadar y guardar la ropa y claro NO SE PUEDE. Así que terminan haciendo las cosas mal o dejándolas a medias, desde Franco a Rajoy o Feijoo.

Y que realmente te das cuenta que el auténtico heredero de Franco no fue el PP como intentan vendernos todos los merluzos de izquierdas, sino el PSOE. Pero no del franquismo más idealista y genuinamente patriota, sino del franquismo decadente y en descomposición de los últimos años. Ese franquismo chaquetero y oportunista, de Suarez y compañía que se vende a intereses extranjeros y comienza toda la tarea de demolición de España en connivencia con quienes la odian, separatas y sarama extranjera en general.

Pienso en familias como la de la rata chepuda. Su abuelo un perversos fistro y un criminal que se cambia la chaqueta al terminar la guerra y pasa de lamerle el pandero a unos a lamérselo a los otros sin el menor pudor o reparo. Un tipo que PROSPERÓ en el franquismo pese a que en cualquier otro lado, incluida la democrática Francia hubiese sido probablemente purgado. Y esa ralea fue la que crió con el beneplácito del franquismo más pragmático y estulto, el huevo de la serpiente que luego terminó eclosionando. Con la excusa de la reconciliación nacional y para darle gusto a los americanos, se terminó dándole cancha a todos los enemigos de España y el régimen, que ya en los años 60 se habían hecho dueños del discurso político, buena parte del cultural y sobre todo la universidad y la enseñanza. Todo eso con el beneplácito de los que mandan. Muchos de ellos supongo queriéndose asegurar un futuro que ya adivinaban sin Franco.

Y toda esta gente, que en teoría debería haber estado mínimamente agradecida por el gesto, hizo justo lo contrario. Se dedicó a alimentar el rencor y el revanchismo. Al punto que décadas después, sus legítimos herederos, ninguno de los cuales vivió el franquismo, ni mucho menos la guerra, se dedican justamente a alimentar otra vez los viejos odios y escupirle a la cara a la media España que fue tan generosa para perdonarles la vida. Y seguro que ese gesto encima lo tratan con desprecio, igual hubiesen preferido algo así como al benéfico Stalin, QUE NO DEJÓ VIVOS a NADIE que lo cuestionase. Que digo, a NADIE ni siquiera sospechoso de cuestionarle. Y ahí lo tenemos en los altares, pese a ser uno de los peores asesinos de la historia. El malo en realidad es Franco. O peor aún un completo ingenuo como Mussolini.

Y es que a Franco al final no solo le pesaba su condición de gallego, sino de devoto cristiano. NUNCA pudo entender la verdadera naturaleza del ser humano, y menos aún de los gente de izquierdas, que son una mezcla de alimaña y homo sapiens. Nos dejó una herencia tremenda. Pasó a la historia como un villano sin haberlo sido. Cuando quizás debería haber sacrificado esa fama que ya nadie le reconoce y haber limpiado España cuando tocaba. Total al final ¿Para que sirvió la "reconciliación" y la tras*ición? Las ratas han seguido siendo ratas y lo que es peor, han empeorado con los años. Al final los budistas tienen razón con lo de la rana y el escorpión. Quien nace lechón, muere gorrino y no hay gracia divina que lo salve parece salvo en casos contados. Fue un enorme error tener piedad con los vencidos. Un error aún más rellenito dejarles prosperar y medrar, porque salvo casos singulares, no lo agradecieron, todo lo contrario. Y al final un siglo después estamos igual, y todo lo que se hizo apenas sirvió para nada.

Así que sí, ahora veo a Franco desde una perspectiva más humana, y desde luego creo que se equivocó en bastantes cosas.
 
Hilo interesante y en el que me voy a explayar aunque no me lea nadie.

Yo con Franco he pasado tres fases. La primera, posiblemente común a toda mi generación, es la de cierto desprecio y propensión a subestimar o infravalorar la figura del dictador. Y no es que venga yo de una familia de gente de izquierdas criminales, pero la propaganda en mis años mozos con un PSOE omnipresente y que lo copaba todo era abrumadora. Es que NO EXISTÍA información alternativa al margen de algún "extravagante" o excéntrico que se atrevía a hablar bien de Franco, y al que siempre mirábamos con cierta sorna o escepticismo.

Y no es que yo en casa mamase ese desprecio, mi abuelo paterno que luchó con los nacionales en el frente de Aragón, a sus 21 añitos se quedó mutilado de por vida. Y ni siquiera en combate, sino que estando herido, los gente de izquierdas, esos benefactores de la humanidad y protagonistas de tantas pelis de buenos y malos, lo remataron mal y lo dejaron medio manco de por vida. Resulta que esos luchadores por la libertad tenían por costumbre, rematar a los heridos del bando opuesto (y quien sabe si del propio) pero como supongo querrían ahorrar munición lo hacían a bayonetazos. A mi abuelo, dándolo por moribundo entiendo, le entro la bayoneta por un brazo hasta el abdomen, porque ni siquiera se trataba de darles una fin rápida y misericordiosa, sino de asegurarte que la palmasen aunque no muy rápido. Lo curioso del caso es que la herida potencialmente mortal, la del abdomen, no terminó por afectarle ningún órgano vital, se curó. Pero la supuestamente menos grave, la del brazo, termino por destrozarle el codo y con ello le dejó inútil esa extremidad. En esos años no era como ahora. Ser minusválido, no terminaba en una paguita de por vida, sino en pobreza extrema y miseria. Pese a ello, como en su familia eran 8 hermanos y entre todos heredaron las tierras de mi bisabuelo pudo casarse y llevar una vida digna, incluso siendo manco. No es que viviesen desahogados, pero no pasaron nunca hambre. Lo que en la España de esos años equivalía a ser clase media. Que siempre fue la principal valedora de Franco realmente. Porque la clase alta terminó traicionándole y la baja, bueno, en una mayoría simplemente siempre ha sido partidaria de quien le llene el puchero sin más historias.

Y todo este rollo es para explicar que provengo de un entorno que no era de gente de izquierdas precisamente. Quizás más en la familia de mi progenitora que sí estuvo dividida entre los dos bandos, pero como la política estaba prohibida, tampoco se notaba mucho.

Así que así pasé yo mi primera juventud. Hasta que con los años, comencé a interesarme más por la historia de esos años, porque en casa como digo era tema tabú. NUNCA escuché a mi abuelo hablar de la guerra, ni a favor de unos, ni en contra de otros. Solo creo recordar una vez le escuche hablar a mi abuelo con mucha pena de uno de sus oficiales en la guerra, un tipo al parecer excepcional que murió en el frente. Al margen de eso, nada de nada.

Y leyendo historia me di cuenta de la ENORME cantidad de MENTIRAS, embustes, engaños y burda propaganda que nos habían colado. Así que por pura reacción, comencé a ver en Franco una figura providencial, una especie de enviado del destino. De un extremo al opuesto, posiblemente también lo sobrestimé.

Y ahora llegamos a la tercera fase. Cuando comienzo a ver en Franco también sus defectos, pero no como la gente cree, sino porque posiblemente se pasó de pragmático y le falto realmente siendo tan inteligente como era, auténtico conocimiento de España, los españoles y sobre todo la gente que le rodeaba. Es que lo traicionaron casi todos. Se pasó de gallego. Que es un defecto que comienzo a verle a todos los de esa región. Que siempre tienen que nadar y guardar la ropa y claro NO SE PUEDE. Así que terminan haciendo las cosas mal o dejándolas a medias, desde Franco a Rajoy o Feijoo.

Y que realmente te das cuenta que el auténtico heredero de Franco no fue el PP como intentan vendernos todos los merluzos de izquierdas, sino el PSOE. Pero no del franquismo más idealista y genuinamente patriota, sino del franquismo decadente y en descomposición de los últimos años. Ese franquismo chaquetero y oportunista, de Suarez y compañía que se vende a intereses extranjeros y comienza toda la tarea de demolición de España en connivencia con quienes la odian, separatas y sarama extranjera en general.

Pienso en familias como la de la rata chepuda. Su abuelo un perversos fistro y un criminal que se cambia la chaqueta al terminar la guerra y pasa de lamerle el pandero a unos a lamérselo a los otros sin el menor pudor o reparo. Un tipo que PROSPERÓ en el franquismo pese a que en cualquier otro lado, incluida la democrática Francia hubiese sido probablemente purgado. Y esa ralea fue la que crió con el beneplácito del franquismo más pragmático y estulto, el huevo de la serpiente que luego terminó eclosionando. Con la excusa de la reconciliación nacional y para darle gusto a los americanos, se terminó dándole cancha a todos los enemigos de España y el régimen, que ya en los años 60 se habían hecho dueños del discurso político, buena parte del cultural y sobre todo la universidad y la enseñanza. Todo eso con el beneplácito de los que mandan. Muchos de ellos supongo queriéndose asegurar un futuro que ya adivinaban sin Franco.

Y toda esta gente, que en teoría debería haber estado mínimamente agradecida por el gesto, hizo justo lo contrario. Se dedicó a alimentar el rencor y el revanchismo. Al punto que décadas después, sus legítimos herederos, ninguno de los cuales vivió el franquismo, ni mucho menos la guerra, se dedican justamente a alimentar otra vez los viejos odios y escupirle a la cara a la media España que fue tan generosa para perdonarles la vida. Y seguro que ese gesto encima lo tratan con desprecio, igual hubiesen preferido algo así como al benéfico Stalin, QUE NO DEJÓ VIVOS a NADIE que lo cuestionase. Que digo, a NADIE ni siquiera sospechoso de cuestionarle. Y ahí lo tenemos en los altares, pese a ser uno de los peores asesinos de la historia. El malo en realidad es Franco. O peor aún un completo ingenuo como Mussolini.

Y es que a Franco al final no solo le pesaba su condición de gallego, sino de devoto cristiano. NUNCA pudo entender la verdadera naturaleza del ser humano, y menos aún de los gente de izquierdas, que son una mezcla de alimaña y homo sapiens. Nos dejó una herencia tremenda. Pasó a la historia como un villano sin haberlo sido. Cuando quizás debería haber sacrificado esa fama que ya nadie le reconoce y haber limpiado España cuando tocaba. Total al final ¿Para que sirvió la "reconciliación" y la tras*ición? Las ratas han seguido siendo ratas y lo que es peor, han empeorado con los años. Al final los budistas tienen razón con lo de la rana y el escorpión. Quien nace lechón, muere gorrino y no hay gracia divina que lo salve parece salvo en casos contados. Fue un enorme error tener piedad con los vencidos. Un error aún más rellenito dejarles prosperar y medrar, porque salvo casos singulares, no lo agradecieron, todo lo contrario. Y al final un siglo después estamos igual, y todo lo que se hizo apenas sirvió para nada.

Así que sí, ahora veo a Franco desde una perspectiva más humana, y desde luego creo que se equivocó en bastantes cosas.
Yo sí te leo, hermano. Y con deleite.
 
Enésimo artículo difamador, he escuchado a muchos expertos en estos temas asegurar que Franco hizo todo lo que pudo para salvar a José Antonio, pero siempre con la cantinela de que se lo quería quitar de enmedio.
 
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