Bueno, el debate se centra mucho en el "wokismo" de las producciones, y no seré yo el que alabe mamarrachadas como el desastre de Star Wars, con cientos de millones de dólares dilapidados en 3 películas que forman una saga, pero sin un guión que establezca una mínima coherencia entre ellas. Cinematográficamente hablando (a mi Star Wars me la rezuma) son un completo despropósito, pero no más despropósito que otros desastres como El Hobbit o buena parte de la producción de Hollywood de los últimos 20 años.
Porque uno de los problemas del wokismo es que no es un fin en sí mismo, sino una muestra del estancamiento absoluto de la cultura occidental, desde los 90, cuando tras caer el muro, cambiaron muchas cosas, y toda la actividad cultural y científica del Mundo Libre empezó a sufrir problemas de "financiación". En unos casos, como la música, pasamos de la época del Heavy Metal y los conciertos en estadios, a la cosa del grunge, el prono-pop, el indie, lo latino y finalmente el regeton, que es el más claro ejemplo de lowcostización de la sociedad. Una única canción sonando alrededor del mundo cambiando la letra a cada cuál más estulto. Y en otros casos, como el cine, el dinero se ha ido a la "seguridad" que ofrecen las IPs, hasta el punto de ver como Marvel se convierte en una pesadilla, a pesar de la pasta, incapaces ya de producir algo interesante (si es que hay algo interesante en la morralla pijamera superheroica), la fin ridícula de Star Wars, el despropósito de DC, un Indiana Jones de 200 años o buenas oportunidades perdidas como Valerian, precisamente por el conservadurismo a la hora de explotar nuevas IPs sin tener que tras*formarlas en las que ya existen. Tienes un material como el de Valerian que es una verdadera obra de arte, y tras*formas a Laureline, un personaje femenino maravilloso, por un hombre con cuerpo de mujer haciendo cosas de hombre y con cara de oler cosa toda la película. Y luego le echas la culpa a los espectadores de no ir a verla. Cuando abandonas el material original y decides hacer un Star Wars a la francesa sin ningún tipo de profundidad.
Comparas el Quinto Elemento con Valerian y te entran ganas de llorar.
Y esto ha pasado con los cómics, donde la falta de ideas se suple con tebeos donde solo hay dibujantes luciéndose, sin apenas guión ni diálogos, y en la propia literatura, donde noy hay más que libros y sagas que son clones unas de otras.
Y en este proceso de lowcostización y pauperización de la clase trabajadora, llegan las plataformas de Streaming, cuyo modelo no es realmente la suscripción como tal, sino la necesidad de generar nuevas suscripciones cada mes. Porque lo de los estrenos a 20€ no ha colado ni en los primeros intentos. Y para eso hacen falta novedades. Pero en una clara decadencia de ideas y a falta de guiones, las plataformas se empiezan a llenar de morralla sin interés. Solo IPs y más IPs. Y ahí está el desastre de Los Anillos de Poder o La Rueda del Tiempo. Producciones que jamás habrían existido si no hubiera sido por el éxito puntual de Juego de Tronos. Una serie que reveló lo complicado que es producir para televisión una saga tan larga y compleja, aún teniendo un buen material de partida, precisamente por la incapacidad para desarrollar un guión a la altura y mantener el presupuesto para un desarrollo y un final acorde a la calidad de sus comienzos.
Muchas plataformas compitiendo, mucha morralla, una absoluta escasez de ideas, gente harta de ver siempre lo mismo y de tener que bucear horas para decidir qué serie de cosa ver antes de ir a la cama.
Y entonces el wokismo se erige como medio de levantar polémica y de destacar entre la inmensa mediocridad que llena las plataformas y carteleras.
Detrás de ese supuesto plan mundial para que todas las humanas blancas sean fecundadas por neցros y todos los humanos blancos se vuelvan gaies, en realidad lo que hay son ejecutivos farloperos con sus MBAs tomando decisiones acerca del contenido de las producciones en función de la evolución de las gráficas de visualizaciones en Twitter.
Oye, ¿y si ponemos un neցro en star wars aunque luego no sepamos que hacer con él?¿Y si ponemos al Rey de Númenor Blanco pero a su hija de color?¿Y si a Geralt de Rivia le colocamos un compañero lgtb que bebe los vientos por él?
¿Alguien recuerda algo más en The Last Jedi que la mary sue sin personalidad, el menso beso entre el neցro y la china, la general pelo jovenlandesado o Luke tirando su sable solamente para hacer arder las redes con la indignación de los fans estultoes?
Y todo con el único fin de ocultar la incapacidad de crear guiones y adaptaciones interesantes para la pantalla, ni siquiera con la base que ofrecen las IPs. O quizás por eso, porque llevamos 20 años aguantando IPs que más o menos todos conocemos, ultraprocesadas para que en pantalla todas ofrezcan lo mismo, sin ser capaces de que, como espectadores, nos ofrezcan nada realmente nuevo.
Y esto del espectáculo es como amar. Los 2 o 3 primeros años te vale con el misionero y alguna churrupaica, pero en cuanto empiezas a notar que a la platano le cuesta empinarse, tienes que tirar de corridas en la cara, cositas con arcadas, sesso traseril doble con la ayuda de un pepino, y terminar cagando en el pecho a tu pareja. Y después de eso, ver el prono en tu habitación haciéndote caricias.
Y así estamos, hartos ya de que a darle con la mano derecha le llamen amar, con la excusa del wokismo mareando la perdiz, cuando la realidad es que la sociedad occidental, el pensamiento, la cultura, el entretenimiento, la ciencia, está completamente muerta.
Al final es como la fábula de los podencos: que si son los gaies, que si son los neցros, y la realidad es que son los perros de la miseria la que nos va a devorar a todos.
