qbit
Sith qbitiano
Obediencia.
La más vistosa es la obediencia al pastor para pertenecer al rebaño, al ser su estrategia de supervivencia más propia de las sardinas y las ovejas que de los seres humanos: Hacer bulto todos juntos, y sentirse así protegido, aunque sea una falsa ilusión de seguridad.
Maldad.
Pero la peor es menos visible y es la maldad, porque no tienen jovenlandesal, y quien no tiene jovenlandesal, quien no se rige según unos principios jovenlandesales, es intrínsecamente maligna y no es de fiar. No tienen jovenlandesal porque la jovenlandesal es un obstáculo para obedecer las cambiantes órdenes del pastor. Por ejemplo, todo el que rechace uno sólo de los siguientes puntos (y algunos otros que no escribo), ya no sería un obediente borrego:
* Rechazar la democracia.
* Rechazar el aborto.
* Rechazar la oleada turística inmigroide.
* Rechazar la gaysidad.
* Rechazar el feminismo.
* Rechazar la esa época en el 2020 de la que yo le hablo.
Y recibiría los habituales epítetos de "negacionista", "de derechas", "ultraderechista", "nancy", "racista", para presionarle, y sobre todo, para disuadir a los demás individuos haciéndoles sentir la presión del grupo (en realidad, la presión de los que controlan el grupo), a que obedezcan la ideología de la propaganda y no se aparten del rebaño.
Así, alguien que quiera encajar en la sociedad progre actual no sólo debe carecer de la auténtica jovenlandesal de siempre, la tradicional, o la cristiana, como se la quiera llamar, sino más aún, no tiene que tener ninguna jovenlandesalidad para poder cambiarla en cualquier momento, adaptándose para "normalizar" la última aberración que la propaganda dicte, como por ejemplo la *******astia, tras*exualizar niños o lo que sea.
Hace 60 años con el franquismo, no se percibía bien la esencia maligna de los borregos porque la propaganda bajo el franquismo era parecida a la jovenlandesal correcta (defender la familia, la nación, etc.), por lo que no se podía distinguir si su seguimiento a los dogmas imperantes eran por ser gente jovenlandesal o por ser gente obediente con el sistema. Hoy en día no es así, pues la propaganda imperante es tan aberrante y antinatural, que quien se apega al régimen es por pura maldad, por ausencia de principios jovenlandesales.
Especialmente vendidos están los empleados públicos:
* Policías que persiguen el incumplimiento de leyes injustas.
* Jueces que juzgan según leyes injustas.
* Profesores que enseñan mentiras a los alumnos.
* Sanitarios que intoxican a los pacientes (esa época en el 2020 de la que yo le hablo, etc.).
Por eso lo más importante es no olvidar que la esencia del borrego es la maldad, por mucho que disfracen su adhesión a la propaganda, su traición a la nación, etc., con palabrería buenista y falsa, y es por eso también que son infrahumanos, pues humano es quien tiene autonomía y quien guía su comportamiento según principios jovenlandesales.
La más vistosa es la obediencia al pastor para pertenecer al rebaño, al ser su estrategia de supervivencia más propia de las sardinas y las ovejas que de los seres humanos: Hacer bulto todos juntos, y sentirse así protegido, aunque sea una falsa ilusión de seguridad.
Maldad.
Pero la peor es menos visible y es la maldad, porque no tienen jovenlandesal, y quien no tiene jovenlandesal, quien no se rige según unos principios jovenlandesales, es intrínsecamente maligna y no es de fiar. No tienen jovenlandesal porque la jovenlandesal es un obstáculo para obedecer las cambiantes órdenes del pastor. Por ejemplo, todo el que rechace uno sólo de los siguientes puntos (y algunos otros que no escribo), ya no sería un obediente borrego:
* Rechazar la democracia.
* Rechazar el aborto.
* Rechazar la oleada turística inmigroide.
* Rechazar la gaysidad.
* Rechazar el feminismo.
* Rechazar la esa época en el 2020 de la que yo le hablo.
Y recibiría los habituales epítetos de "negacionista", "de derechas", "ultraderechista", "nancy", "racista", para presionarle, y sobre todo, para disuadir a los demás individuos haciéndoles sentir la presión del grupo (en realidad, la presión de los que controlan el grupo), a que obedezcan la ideología de la propaganda y no se aparten del rebaño.
Así, alguien que quiera encajar en la sociedad progre actual no sólo debe carecer de la auténtica jovenlandesal de siempre, la tradicional, o la cristiana, como se la quiera llamar, sino más aún, no tiene que tener ninguna jovenlandesalidad para poder cambiarla en cualquier momento, adaptándose para "normalizar" la última aberración que la propaganda dicte, como por ejemplo la *******astia, tras*exualizar niños o lo que sea.
Hace 60 años con el franquismo, no se percibía bien la esencia maligna de los borregos porque la propaganda bajo el franquismo era parecida a la jovenlandesal correcta (defender la familia, la nación, etc.), por lo que no se podía distinguir si su seguimiento a los dogmas imperantes eran por ser gente jovenlandesal o por ser gente obediente con el sistema. Hoy en día no es así, pues la propaganda imperante es tan aberrante y antinatural, que quien se apega al régimen es por pura maldad, por ausencia de principios jovenlandesales.
Especialmente vendidos están los empleados públicos:
* Policías que persiguen el incumplimiento de leyes injustas.
* Jueces que juzgan según leyes injustas.
* Profesores que enseñan mentiras a los alumnos.
* Sanitarios que intoxican a los pacientes (esa época en el 2020 de la que yo le hablo, etc.).
Por eso lo más importante es no olvidar que la esencia del borrego es la maldad, por mucho que disfracen su adhesión a la propaganda, su traición a la nación, etc., con palabrería buenista y falsa, y es por eso también que son infrahumanos, pues humano es quien tiene autonomía y quien guía su comportamiento según principios jovenlandesales.
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