No es cierto.
Esa es, precisamente, la cultura que está instalada en España, y que sirve de autojustificación para no ponerse a trabajar.
España puede no ser el sitio ideal para emprender, pero no es un infierno. Lo que ocurre es que como no hay cultura emprendedora -por el contrario, hay una propaganda abrumadora en contra de ello- ya está instalada la idea de que no se puede.
La fobia al emprendimiento es directamente proporcional a la pisitofilia: el pisito es "seguro".
Y una cosa. Con lo que cuesta un zulo apestoso, yo te monto cuatro empresitas que a los tres o cuatro años no solo han recuperado lo invertido, sino que produce cada una un beneficio equivalente a dos o tres alquileres que te daría el zulo. En otras palabras, ese dinero estará produciendo 10 veces el rendimiento inmobiliario equivalente al capital invertido.
Pero claro, eso no es gratis; hay que hincar los codos y trabajar como un cabrón. No me gusta poner ejemplos personales, pero en 2014 años fundamos con mi mujer un pequeño emprendimiento con menos de 20.000 yuris. Hoy, 10 años después, factura una media de 180.000 anuales. Con el dinero con el que comenzamos no hubiéramos pagado ni los gastos de la compra de un pisito, y hoy seguiríamos pagando una hipoteca que nos quedaría en tablas con el rendimiento por alquiler: en otras palabras, comenzaría a dejarnos un beneficio a partir de 20 años de la compra.
Con la décima parte de ese capital, 20 años después de iniciada la empresa, calculo que tendremos en caja el equivalente a dos pisos de los que podríamos haber comprado, sin contar con unos 50.000 euros anuales de beneficios netos que nos deja el chiste en este momento.
En otras palabras, no hay tonalidad. ¿Que te puede no salir todo bien? Claro. ¿Que puede petar algún emprendimiento? Seguro. Pero si haces las cosas con cabeza, calibras los riesgos y te preocupas por saber del tema, en el peor de los casos puedes salir en tablas o perder una cantidad de dinero que es el 10% del valor de un pisito. Y si te sale medianamente bien, pues ya ves.
Por supuesto, no se trata de abrir bares, verdulerías, peluquerías, tiendas de uñas o chiringos de influencer en youtube (que eso viene a ser el 99% de lo que un españolete promedio se imagina por "emprender").
Y desde ya, tenemos como divisa ni tocar lo inmobiliario hasta que no termine esta era de delirio, y si no termina mientras estemos vivos nos da lo mismo: nosotros ya tenemos una vivienda pagada hace mucho tiempo, que no es en la que vivimos (su alquiler nos paga más o menos el 50% de la que alquilamos ahora, que es un pisazo muy superior, y que por lo tanto nos cuesta el equivalente a 1/3 de lo que vale ese alquiler en la actualidad). Y así seguiremos tan contentos.
