Esas empresas llevan funcionando así desde que el mundo es mundo, no hay mas que ver como las oficinas de despachos como Garrigues
et alii tienen luces encendidas a las tantas de la madrugada. No es solo eso, es que también hay presión por parte de los "compañeros" porque el
cursus honorum de un consultor o abogado de gran despacho se basa en subir o irse, y hay una competición feroz por quedarse.
No es raro que cuando te vas (a su hora) alguien te pregunte
¿Ya te vas? ¿Tan pronto? o similares; lo cual se traduce como,
"que bien, mañana le digo al jefe que no te has quedado a remar fuera de tu horario". Hay cientos de anécdotas sobre la convivencia en estos centros de trabajo, acoso, humillaciones, pero lo que mas abunda son las zancadillas.
Ni que decir tiene que luego se contagian una serie de "usos y costumbres" que básicamente obedecen a la mala fe, hace un año por ejemplo vi como en el proceso de adquisición del activo de una empresa, el despacho que representaba a nuestra contraria introducía clausulas leoninas con nocturnidad y alevosía (literalmente un sábado por la noche) y nos las enviaba ese mismo finde; siendo la firma el martes
.
Mas allá del sueldo, que también, a mucha gente le seduce la vida en estos despachos, el aparente estatus que te da, el ir trajeado a diario, todo el temita corporativo, o simplemente aprender y adornar el currículum. Es un mundo que seduce a mucha gente, especialmente a chavales que acaban de terminar la carrera (carne de cañón) y que no conocen a gente de estas profesiones, también es una tipología humana muy determinada la que se trata de captar, ni mejor ni peor que otras.