Voy a confesar que soy más que un cliente de la Sra Rius (para ella).
La Sra Rius es una madame que es acojonantemente entrañable, person e inteligente.
Digo que para ella soy más que un cliente porque con 18 años toqué el timbre de su casa, siendo yo un chaval bastante cani, y le robé bastante el corazón, advirtiendo que ella solo quiere "señores", y es cierto que selecciona mucho, pero le cai en gracia.
Han pasado como 22 años, y como ella dice voy de uvas a peras, pero son muchos años, y en los últimos años ha aparecido mucho en programas, podcasts, tele, prensa, etc.
La última vez que hablé con ella me dijo que tenga cuidado con las mujeres hoy día, que son unas malas pilinguis que de un polvo te meten una viogen.
Se descojonaba ante mi de esta pogre que le hizo una entrevista y sus seguidoras pogres que en los comentarios "empatizaban" con la Rius:
Hablaba de ellas como niñatas que no entendían nada, ni lo que es la vida, ni lo que es un hombre ni lo que es la mujer. Las despreciaba.
Y a lo que voy es que esta mujer que tiene más años que la tierra, en su día era cortesana cuando no solo pocas lo eran sino cuando también era dificilisimo serlo porque la condena social era terrible. Me dijo una vez que en aquellos años 40 o 50 podían entrar y robarles y violarlas que, literalmente, "bueno, es que son pilinguis", era la reacción popular y sistemática que las tenia como algo inferior.
Y la cosa es que antes no solo en ser cortesanas sino en ser facilonas, ellas no lo eran porque si cualquiera es incapaz de aguantar la presión social yendo a contracorriente, para una mujer lo es más. Las excepciones que confirman la regla son Rius, que en 1950 era fruta, cuando ser fruta era jodidamente difícil.
Y a día de hoy, con mil años que tiene, me dice que se enfrenta a las feminista radicals cuando va a un programa de tele, dice que ella se sabe defender. Yo le digo que no vaya porque le pueden hacer el lío, ella me dice que sabe que pueden tratar de hacerlo pero que ella sabe torear.
La cosa es así. Una de cada mil te navega a contracorriente, yo me he tirado horas hablando con esta mujer. Me decía que no le salía del shishi casarse con 18, 20, 30 años. Que ella quería ser fruta, que solamente se habría casado con Gregory Peck, me dice. "Estaba enamorada de ese hombre, solo habría dejado de ser fruta para casarme si fuera él".
Es una mujer admirable y con un saber estar de la ostra que le pega cien mil vueltas a cualquiera de hoy.
