DERROICION_OCCIDENTAL
Himbersor
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he puesto este mensaje en otro hilo, pero por su potencial interés le abro este hilo aparte.
La vida de esta gente es tremendamente aburrida. Es como un opositor: todo el día frente al ordenador “investigando” (los doctorandos de sociales) o en el laboratorio haciendo chorradas que no valen para nada y de las que ya suele haber papers publicados por equipos competentes y muy bien financiados (los doctorandos de ciencias puras).
Es decir, en realidad no hacen nada novedoso. Imagina que un chaval tuviera por cometido hacer una película con un guionista novato y equipo muy amateur. En ocasiones especiales pueden generar algo fresco, pero la gran mayoría de las veces no podrán competir con las grandes productoras, que son las que tienen los medios, los equipos, el dinero… (aunque ahora están corcomidas por el NWO y el feminismo). Yo a un doctorado a día de hoy lo veo como una hormiga sin hormiguero, que tiene que competir contra hormigueros enormes repletos de obreras que se organizan y distribuyen el trabajo. Algo así. Además, debe haber miles y miles y Miles de doctorandos e investigadores escribiendo sobre lo mismo. Reciclando temas constantemente sin aportar nada relevante (también es culpa del contexto y del entorno. La ciencia está muy avanzada. Aportar algo realmente nuevo es muy difícil).
Eso por un lado. Luego tema financiación. La mayoría están sin beca. Es decir, financiados por los papis. Algunos lo llevan bien: tampoco hay trabajo, los langostas han destrozado el país y los jubiletas son unos quejicas que solo lloran por su pensión de vagos. Añádele feminista radicalsmo, el puterio mujeril tremendo que hay, la viogen, las féminas estériles que son hoy. Tampoco dan ganas de ‘arrejuntarse’. Entonces, ¿por qué remar? Me mantengo en el doctorado y al menos PARECE que hago algo (aunque realmente NO voy a aportar nada productivo más que un reciclaje de ideas de autores, de datos que están ya más que quemados, etc.). Otros doctorandos están subvencionados por el Estado. Pero tampoco es fácil: piden publicaciones, congresos… aquí voy a parar un momento. No penséis que las publicaciones en revistas suelen aportar algo nuevo. Nuevamente son un reciclaje de ideas anteriores. Hay decenas de miles de papers nuevos cada día en todo el mundo, lo que no quiere decir que cada uno sea una revelación. Eso está claro. Muchos no valen de nada. Pero el sistema está ideado tal que así: el doctorado trabaja muchas horas (gratuitamente) para una revista. Esta puede aceptar (ya tiene contenido gratis) o no el artículo. En ambos casos gana. Incluso si rechaza un artículo igualmente alguien lo ha escrito gratis y en todo caso va a tener material provenientes de otros doctorandos e investigadores. Win-win. Únicamente ha de tener un equipo que discrimine los trabajos recibidos, pero el coste es mínimo (no es como el periódico que debe pagar a un periodista).
Bueno. Como decía algunos doctorandos tienen beca. Pero si la tienen es porque han echado muuuuchas horas gratis haciendo artículos o congresos de los que el 95% no valen para nada. Normalmente son 1.500 €/mes. Pero obviamente esto no permite tener una familia. Con eso te mantienes y ahorras. Pero vas a tener que posponer el tener hijos sí o sí (mientras las moritas llenan los parques con sus hijos porque entienden cual es su papel biológico y agradecen a Dios el haber tenido a su criatura).
Ahora, ya tenemos el perfil: un doctorado es alguien que pasa muchas horas “investigando” frente al ordenador o en el laboratorio. Gana nada o poco dinero (lo suficiente para mantenerse sin lujos). Por tanto, muchos llevan una vida aburrida, en el sentido que no tienen grandes juergas (porque la investigación ocupa muchas horas, pese a lo improductiva que es), ni dinero para viajar ni irse de fiesta. Si además son de los que hablan de su doctorado cuando salen por ahí porque no pueden pensar en otra cosa.. ufff… algunos son inaguantables. Pero aunque sean dicharacheros (que no suelen serlo) es difícil que pillen mujer. Y aunque la pillen no les durara mucho tiempo porque las tías no aguantan una vida anodina. Quizás hace décadas sí, pero en el mundo de la hiperestimulacion necesitan viajar, salir, liar… y el doctorando no tiene pasta para eso.
Por tanto, muchos se resignarán a ser incels que saben perfectamente que no hacen nada productivo y que además son unos simples casapapis subvencionados (por la familia o el Estado). Otros se irán de pilinguis, como hacen muchos hombres. Pero el mundo de la universidad está REPLETO de charos. Es alucinante. Parece una fábrica de conservas llena de marujas. Pues así está el claustro universitario. Como toda charo, las charoprofesoras suelen inclinarse por el feminista radicalsmo, porque el hombre explota a la mujer etc etc. Por eso ha habido veces en las que ha salido el tema de la prostitucion y las charos cargaban contra los malvados hombres mientras mi amigo (doctorando) se mordía la lengua. No puede permitirse decir la verdad (que el va de pilinguis, que está orgulloso y que además es un contrato libre entre dos partes, porque el va con pilinguis que libremente ejercen, no son pilinguis explotadas). Pero decirlo podría suponer graves represalias: quejas, que le hagan el vacío en los congresos, que no le inviten a las charlas… y eso repercutiría en su (no asegurada) carrera hacia un puesto en la universidad. En definitiva, el doctorando hombre está DOMINADO por el tacón feminista.
Y aquí llegamos a la última parte. No conozco en profundidad el mundo laboral universitario. Pero sí se que al igual que en otros muchos sectores está PETADO de doctorandos PELEANDO POR SU PLACITA. Esto quiere decir que el valor del doctorando es mínimo y el valor del puesto es altísimo (cuesta mucho colocarse y es sabido que hay enchufismo y corrupción). Así que muchos doctorandos harán el doctorado para NADA.
En definitiva, que mejor les hubiera ido como jardineros municipales, trabajando sus horas estipuladas (el doctorando no tiene un horario fijado, lo que significa que el doctorado es como un gas: ocupa todo su espacio, mañana tarde y noche), cobrando un jornal periódico y haberse arrejuntado con una chica gostosa de lujos permisibles (ir a la sierra el finde y cosas así). Doctorando es gastar tiempo, dinero, salud para NADA en la mayoría de las ocasiones. ADEMÁS ESTANDO SUBYUGADO AL TACÓN CHARO-FEMINISTA QUE PISA CON FUERZA LOS bemoles DEL VARÓN.
La vida de esta gente es tremendamente aburrida. Es como un opositor: todo el día frente al ordenador “investigando” (los doctorandos de sociales) o en el laboratorio haciendo chorradas que no valen para nada y de las que ya suele haber papers publicados por equipos competentes y muy bien financiados (los doctorandos de ciencias puras).
Es decir, en realidad no hacen nada novedoso. Imagina que un chaval tuviera por cometido hacer una película con un guionista novato y equipo muy amateur. En ocasiones especiales pueden generar algo fresco, pero la gran mayoría de las veces no podrán competir con las grandes productoras, que son las que tienen los medios, los equipos, el dinero… (aunque ahora están corcomidas por el NWO y el feminismo). Yo a un doctorado a día de hoy lo veo como una hormiga sin hormiguero, que tiene que competir contra hormigueros enormes repletos de obreras que se organizan y distribuyen el trabajo. Algo así. Además, debe haber miles y miles y Miles de doctorandos e investigadores escribiendo sobre lo mismo. Reciclando temas constantemente sin aportar nada relevante (también es culpa del contexto y del entorno. La ciencia está muy avanzada. Aportar algo realmente nuevo es muy difícil).
Eso por un lado. Luego tema financiación. La mayoría están sin beca. Es decir, financiados por los papis. Algunos lo llevan bien: tampoco hay trabajo, los langostas han destrozado el país y los jubiletas son unos quejicas que solo lloran por su pensión de vagos. Añádele feminista radicalsmo, el puterio mujeril tremendo que hay, la viogen, las féminas estériles que son hoy. Tampoco dan ganas de ‘arrejuntarse’. Entonces, ¿por qué remar? Me mantengo en el doctorado y al menos PARECE que hago algo (aunque realmente NO voy a aportar nada productivo más que un reciclaje de ideas de autores, de datos que están ya más que quemados, etc.). Otros doctorandos están subvencionados por el Estado. Pero tampoco es fácil: piden publicaciones, congresos… aquí voy a parar un momento. No penséis que las publicaciones en revistas suelen aportar algo nuevo. Nuevamente son un reciclaje de ideas anteriores. Hay decenas de miles de papers nuevos cada día en todo el mundo, lo que no quiere decir que cada uno sea una revelación. Eso está claro. Muchos no valen de nada. Pero el sistema está ideado tal que así: el doctorado trabaja muchas horas (gratuitamente) para una revista. Esta puede aceptar (ya tiene contenido gratis) o no el artículo. En ambos casos gana. Incluso si rechaza un artículo igualmente alguien lo ha escrito gratis y en todo caso va a tener material provenientes de otros doctorandos e investigadores. Win-win. Únicamente ha de tener un equipo que discrimine los trabajos recibidos, pero el coste es mínimo (no es como el periódico que debe pagar a un periodista).
Bueno. Como decía algunos doctorandos tienen beca. Pero si la tienen es porque han echado muuuuchas horas gratis haciendo artículos o congresos de los que el 95% no valen para nada. Normalmente son 1.500 €/mes. Pero obviamente esto no permite tener una familia. Con eso te mantienes y ahorras. Pero vas a tener que posponer el tener hijos sí o sí (mientras las moritas llenan los parques con sus hijos porque entienden cual es su papel biológico y agradecen a Dios el haber tenido a su criatura).
Ahora, ya tenemos el perfil: un doctorado es alguien que pasa muchas horas “investigando” frente al ordenador o en el laboratorio. Gana nada o poco dinero (lo suficiente para mantenerse sin lujos). Por tanto, muchos llevan una vida aburrida, en el sentido que no tienen grandes juergas (porque la investigación ocupa muchas horas, pese a lo improductiva que es), ni dinero para viajar ni irse de fiesta. Si además son de los que hablan de su doctorado cuando salen por ahí porque no pueden pensar en otra cosa.. ufff… algunos son inaguantables. Pero aunque sean dicharacheros (que no suelen serlo) es difícil que pillen mujer. Y aunque la pillen no les durara mucho tiempo porque las tías no aguantan una vida anodina. Quizás hace décadas sí, pero en el mundo de la hiperestimulacion necesitan viajar, salir, liar… y el doctorando no tiene pasta para eso.
Por tanto, muchos se resignarán a ser incels que saben perfectamente que no hacen nada productivo y que además son unos simples casapapis subvencionados (por la familia o el Estado). Otros se irán de pilinguis, como hacen muchos hombres. Pero el mundo de la universidad está REPLETO de charos. Es alucinante. Parece una fábrica de conservas llena de marujas. Pues así está el claustro universitario. Como toda charo, las charoprofesoras suelen inclinarse por el feminista radicalsmo, porque el hombre explota a la mujer etc etc. Por eso ha habido veces en las que ha salido el tema de la prostitucion y las charos cargaban contra los malvados hombres mientras mi amigo (doctorando) se mordía la lengua. No puede permitirse decir la verdad (que el va de pilinguis, que está orgulloso y que además es un contrato libre entre dos partes, porque el va con pilinguis que libremente ejercen, no son pilinguis explotadas). Pero decirlo podría suponer graves represalias: quejas, que le hagan el vacío en los congresos, que no le inviten a las charlas… y eso repercutiría en su (no asegurada) carrera hacia un puesto en la universidad. En definitiva, el doctorando hombre está DOMINADO por el tacón feminista.
Y aquí llegamos a la última parte. No conozco en profundidad el mundo laboral universitario. Pero sí se que al igual que en otros muchos sectores está PETADO de doctorandos PELEANDO POR SU PLACITA. Esto quiere decir que el valor del doctorando es mínimo y el valor del puesto es altísimo (cuesta mucho colocarse y es sabido que hay enchufismo y corrupción). Así que muchos doctorandos harán el doctorado para NADA.
En definitiva, que mejor les hubiera ido como jardineros municipales, trabajando sus horas estipuladas (el doctorando no tiene un horario fijado, lo que significa que el doctorado es como un gas: ocupa todo su espacio, mañana tarde y noche), cobrando un jornal periódico y haberse arrejuntado con una chica gostosa de lujos permisibles (ir a la sierra el finde y cosas así). Doctorando es gastar tiempo, dinero, salud para NADA en la mayoría de las ocasiones. ADEMÁS ESTANDO SUBYUGADO AL TACÓN CHARO-FEMINISTA QUE PISA CON FUERZA LOS bemoles DEL VARÓN.