Vlad_Empalador
Será en Octubre
Venganza en el mar: así hundió la República el Crucero Baleares que bombardeó Málaga
Esta semana Madrid dio el nombre del barco a una calle desatando la bronca por su participación en la tristemente célebre 'Desbandá' del 37, un año antes de ser torpedeado
La dotación al completo del Crucero Baleares al completo en la cubierta en 1936 (AGA)
Por
Julio Martín Alarcón
20/01/2022 - 12:30 Actualizado: 20/01/2022 - 13:42
"Casi simultáneamente se produjo una grande y sorda explosión. Es muy difícil, casi imposible, explicar con exactitud lo sucedido. Yo salté por el aire entre una nube de fuego y chispas, como si estuviera dentro de un castillo de fuegos artificiales, rodando después por cubierta como por una pendiente, hasta que tropecé con un candelero al cual me agarré..." El marinero voluntario Antonino Cordero, jefe de pieza del cañón 3 de 120 mmm del Crucero Baleares narraba así el momento exacto en el que navío recibía uno de los torpedos republicanos que lo mandaría a pique ( 'Grandes batallas de la Guerra Civil Española' , La Esfera)
Ocurrió la noche del 6 de marzo de 1938 durante la batalla naval de Cabo Palos. Tras el hundimiento del Baleares acudieron dos destructores ingleses que intentaron salvar a cuantos náufragos pudieron mientras la aviación republicana les hostigaba incesantemente. No fue precisamente humanitario, pero se trataba de una guerra. Y de algo más: era una venganza. En total murieron más de 700 hombres del Baleares a causa de la explosión, el hundimiento y las bombas.
No se estrenó la película sobre el Baleares pero sí una de Edgar Neville que en cambio recibió calle
La tragedia se convirtió en uno de los símbolos posteriores de los vencedores del bando franquista. Tanto que, en la posguerra, se vestía a los niños bien con el uniforme de marineritos del Crucero Baleares en homenaje a los caídos y hasta se rodó una película -'Los héroes del Crucero Baleares'- que, sin embargo, no se llegó a estrenar. Sí lo hizo 'Frente de Madrid' (1939) de Edgar Neville, que glosaba también la heroicidad de los nacionales en la guerra durante la Batalla de Madrid. No lo tuvo en cuenta la anterior alcaldesa, Manuela Carmena, para otorgarles una calle en Madrid en sustitución de la del General Moscardó, héroe del Alcázar de Toledo...
Siniestra revancha
Pues bien, esta semana el Crucero Baleares ha vuelto a convertirse en una calle en Madrid por orden del alcalde Martínez Almeida, desatando la nueva bronca guerra civilista por la participación del barco de guerra en el bombardeo de la carretera de Málaga-Almería en el 37, un año antes de ser hundido. El Crucero Baleares recupera así su calle después de que durante un tiempo se renombrara Sinaia, por el barco que llevó a exiliados republicanos a México.
Como era de esperar, se ha desatado una gran tormenta contra la nueva designación del Crucero Baleares, por la participación del navío en la toma de Málaga y el brutal bombardeo de la carretera por la que los republicanos huyeron de la ciudad. Se ha obviado que en esa misma ciudad se produjo antes otra brutal represión de derechistas durante el año que permaneció entre las líneas republicanas. Se sabe que la toma de Málaga tuvo un halo siniestro de revancha. Al menos las revanchas ahora se hacen con calles.
La mayor parte de la flota cayó en manos republicanas tras asesinatos masivos
Es una secuencia más de las muchas de la Guerra Civil Española. De adelante hacia atrás: la tragedia del hundimiento del Crucero Baleares, la tragedia del bombardeo de la huida de civiles de Málaga por parte del Crucero Baleares, la tragedia de la represión de derechistas en la ciudad de Málaga. Bonus track: la tragedia de la partida desde Francia del buque Sinaia con los perdedores. Entre las primeras consideraciones sobre el Crucero Baleares cabría apuntar que, junto a su gemelo Canarias, se alistó en el bando nacional porque ambos estaban en construcción en la base de El Ferrol cuando comenzó la guerra, es decir cuando se produjo el golpe de Estado del 18 de julio de 1936.
Ametrallados en el mar
Es un detalle porque la flota cayó casi en su totalidad en manos de la República previa ejecución de todos los jefes y oficiales de la Armada, que en su inmensa mayoría estaban a favor del golpe de Estado pero que no fueron prevenidos. "Hubo tiroteos y refriegas, motines, fusilamientos sumarios y asesinatos masivos, especialmente salvajes estos últimos, ya que en determinados buques, minados por las rivalidades de clase y revolucionarias, las dotaciones realizaron matanzas espeluznantes, arrojando los cadáveres de los asesinados al mar: 340 oficiales asesinados frente a los 134 miembros de la armada que mataron los rebeldes" ('Grandes Batallas de la GuerraCivil'). Se mataron unos a otros de forma salvaje.
El crucero Canarias, gemelo del Baleares.
En la batalla de Cabo de Palos (1938), el Crucero Baleares recibió dos certerísimos torpedos republicanos que golpearon en la amura de babor, por debajo de la línea de flotación y a la altura de las torres 1 y 2. Explotó la munición, lo que provocó una deflagración enorme que envolvió el puente de navegación: murieron en el acto el comandante, el capitán de navío Fontenla Maristany y el contralmirante Vierna con todo el estado mayor y numerosos oficiales y marineros.
En la cubierta, mientras se hundía, se cantó la Salve Marinera y el Cara al Sol
La situación fue dantesca: no se pudo extinguir el fuego de la cubierta y el mástil se desgajó e incendió los tanques de combustible. Aún a flote, hora y media más tarde dos destructores británicos, el HMS Kempenfelt y el Boreas, que divisaron la columna de fuego a 40 millas, acudieron a su rescate como indican las ordenanzas en el mar. En la cubierta, mientras se hundía, se cantó la 'Salve Marinera' y el 'Cara al Sol'.
Civiles masacrados
Sin rastro ya del Baleares, el Canarias acudió al lugar por la mañana para ayudar a rescatar a los supervivientes de su desaparecido buque gemelo junto a los dos destructores británicos, momento en el cual apareció en el cielo una formación de Katiuskas republicanos que bombardeó a los tres buques causando muertos incluso entre los propios ingleses. Se salvaron cerca de 400 hombres, murieron más de 700 y el Baleares pasó ya a símbolo nacional.
Retrocedamos. Un año antes, a principios de febrero de 1937, Málaga, uno de los últimos bastiones republicanos en Andalucía estaba rodeada y a punto de caer. La ofensiva nacional era inapelable por lo que miles de familias republicanas huyeron despavoridamente por la carretera que unía la ciudad con Almería, intentando escapar de los "facciosos". Para apoyar la ofensiva por tierra de las tropas de Franco acudieron a la costa los cruceros Canarias y el Baleares, que recibieron orden de bombardear la carretera. Es decir, hostigar a civiles huyendo de la guerra. Lo que se denominó la 'Desbandá', uno de los episodios más duros de la Guerra Civil. Tal y como lo recogieron algunos corresponsales extranjeros como Lawrence Fernsworth del 'Times'.
Los niños descalzos, lloraban, indefensos, de dolor, de hambre y de cansancio
Aunque es imposible conocer el número exacto de víctimas, parece seguro que hubo más de 3.000. El médico canadiense Norman Bethune, su ayudante Hazen Size y su conductor inglés, el futuro novelista T. C. Worsley, según cuenta Paul Preston en 'El Holocausto español', se pasaron tres días y tres noches haciendo viajes de ida y vuelta para rescatar a todos los que pudieron. Bethune describió cómo los ancianos se rendían y se dejaban caer en la cuneta para esperar a la fin, y "cómo los niños descalzos, con los pies hinchados hasta duplicar su tamaño normal, lloraban, indefensos, de dolor, de hambre y de cansancio".
Olvidos
La virulencia del ataque sobre la ciudad no fue casual. Se sabe que tuvo un componente de vendetta: no en vano en la Málaga republicana se acometió una intensa represión de derechistas. Lo explicó entre otros el catedrático de Historia Contemporánea de la Universidad de Málaga, Antonio Nadal, en su obra 'La Guerra Civil en Málaga'. Mientras que Nadal no obvió los detalles salvajes de la 'Desbandá', ha sido, en cambio, una constante olvidar el asesinato de cerca de 3.000 considerados derechistas en la ciudad. En los últimos años se han dedicado homenajes de hecho a los desgraciados que sufrieron el bombardeo de los nacionales, pero no a los represaliados por los republicanos. Esta misma semana ha habido muchos tuits sobre la carretera de Málaga-Almería, pero no sobre lo que había ocurrido antes.
Ha sido una constante olvidar el asesinato de cerca de 3.000 considerados derechistas en la ciudad
Para rematar, la nueva calle otorgada al Crucero Baleares sustituye a su vez a la del buque Sinaia: es decir, otro drama, el que sufrieron los que tuvieron que salir de su propio país ya desde otro, Francia, porque les habían echado. Existe un grave problema de fondo en todo el planteamiento de la Memoria Histórica que seguirá rebotando ya sea en el callejero de Madrid o en otros aspectos.
Esta semana Madrid dio el nombre del barco a una calle desatando la bronca por su participación en la tristemente célebre 'Desbandá' del 37, un año antes de ser torpedeado
La dotación al completo del Crucero Baleares al completo en la cubierta en 1936 (AGA)
Por
Julio Martín Alarcón
20/01/2022 - 12:30 Actualizado: 20/01/2022 - 13:42
"Casi simultáneamente se produjo una grande y sorda explosión. Es muy difícil, casi imposible, explicar con exactitud lo sucedido. Yo salté por el aire entre una nube de fuego y chispas, como si estuviera dentro de un castillo de fuegos artificiales, rodando después por cubierta como por una pendiente, hasta que tropecé con un candelero al cual me agarré..." El marinero voluntario Antonino Cordero, jefe de pieza del cañón 3 de 120 mmm del Crucero Baleares narraba así el momento exacto en el que navío recibía uno de los torpedos republicanos que lo mandaría a pique ( 'Grandes batallas de la Guerra Civil Española' , La Esfera)
Ocurrió la noche del 6 de marzo de 1938 durante la batalla naval de Cabo Palos. Tras el hundimiento del Baleares acudieron dos destructores ingleses que intentaron salvar a cuantos náufragos pudieron mientras la aviación republicana les hostigaba incesantemente. No fue precisamente humanitario, pero se trataba de una guerra. Y de algo más: era una venganza. En total murieron más de 700 hombres del Baleares a causa de la explosión, el hundimiento y las bombas.
No se estrenó la película sobre el Baleares pero sí una de Edgar Neville que en cambio recibió calle
La tragedia se convirtió en uno de los símbolos posteriores de los vencedores del bando franquista. Tanto que, en la posguerra, se vestía a los niños bien con el uniforme de marineritos del Crucero Baleares en homenaje a los caídos y hasta se rodó una película -'Los héroes del Crucero Baleares'- que, sin embargo, no se llegó a estrenar. Sí lo hizo 'Frente de Madrid' (1939) de Edgar Neville, que glosaba también la heroicidad de los nacionales en la guerra durante la Batalla de Madrid. No lo tuvo en cuenta la anterior alcaldesa, Manuela Carmena, para otorgarles una calle en Madrid en sustitución de la del General Moscardó, héroe del Alcázar de Toledo...
Siniestra revancha
Pues bien, esta semana el Crucero Baleares ha vuelto a convertirse en una calle en Madrid por orden del alcalde Martínez Almeida, desatando la nueva bronca guerra civilista por la participación del barco de guerra en el bombardeo de la carretera de Málaga-Almería en el 37, un año antes de ser hundido. El Crucero Baleares recupera así su calle después de que durante un tiempo se renombrara Sinaia, por el barco que llevó a exiliados republicanos a México.
Como era de esperar, se ha desatado una gran tormenta contra la nueva designación del Crucero Baleares, por la participación del navío en la toma de Málaga y el brutal bombardeo de la carretera por la que los republicanos huyeron de la ciudad. Se ha obviado que en esa misma ciudad se produjo antes otra brutal represión de derechistas durante el año que permaneció entre las líneas republicanas. Se sabe que la toma de Málaga tuvo un halo siniestro de revancha. Al menos las revanchas ahora se hacen con calles.
La mayor parte de la flota cayó en manos republicanas tras asesinatos masivos
Es una secuencia más de las muchas de la Guerra Civil Española. De adelante hacia atrás: la tragedia del hundimiento del Crucero Baleares, la tragedia del bombardeo de la huida de civiles de Málaga por parte del Crucero Baleares, la tragedia de la represión de derechistas en la ciudad de Málaga. Bonus track: la tragedia de la partida desde Francia del buque Sinaia con los perdedores. Entre las primeras consideraciones sobre el Crucero Baleares cabría apuntar que, junto a su gemelo Canarias, se alistó en el bando nacional porque ambos estaban en construcción en la base de El Ferrol cuando comenzó la guerra, es decir cuando se produjo el golpe de Estado del 18 de julio de 1936.
Ametrallados en el mar
Es un detalle porque la flota cayó casi en su totalidad en manos de la República previa ejecución de todos los jefes y oficiales de la Armada, que en su inmensa mayoría estaban a favor del golpe de Estado pero que no fueron prevenidos. "Hubo tiroteos y refriegas, motines, fusilamientos sumarios y asesinatos masivos, especialmente salvajes estos últimos, ya que en determinados buques, minados por las rivalidades de clase y revolucionarias, las dotaciones realizaron matanzas espeluznantes, arrojando los cadáveres de los asesinados al mar: 340 oficiales asesinados frente a los 134 miembros de la armada que mataron los rebeldes" ('Grandes Batallas de la GuerraCivil'). Se mataron unos a otros de forma salvaje.
El crucero Canarias, gemelo del Baleares.
En la batalla de Cabo de Palos (1938), el Crucero Baleares recibió dos certerísimos torpedos republicanos que golpearon en la amura de babor, por debajo de la línea de flotación y a la altura de las torres 1 y 2. Explotó la munición, lo que provocó una deflagración enorme que envolvió el puente de navegación: murieron en el acto el comandante, el capitán de navío Fontenla Maristany y el contralmirante Vierna con todo el estado mayor y numerosos oficiales y marineros.
En la cubierta, mientras se hundía, se cantó la Salve Marinera y el Cara al Sol
La situación fue dantesca: no se pudo extinguir el fuego de la cubierta y el mástil se desgajó e incendió los tanques de combustible. Aún a flote, hora y media más tarde dos destructores británicos, el HMS Kempenfelt y el Boreas, que divisaron la columna de fuego a 40 millas, acudieron a su rescate como indican las ordenanzas en el mar. En la cubierta, mientras se hundía, se cantó la 'Salve Marinera' y el 'Cara al Sol'.
Civiles masacrados
Sin rastro ya del Baleares, el Canarias acudió al lugar por la mañana para ayudar a rescatar a los supervivientes de su desaparecido buque gemelo junto a los dos destructores británicos, momento en el cual apareció en el cielo una formación de Katiuskas republicanos que bombardeó a los tres buques causando muertos incluso entre los propios ingleses. Se salvaron cerca de 400 hombres, murieron más de 700 y el Baleares pasó ya a símbolo nacional.
Retrocedamos. Un año antes, a principios de febrero de 1937, Málaga, uno de los últimos bastiones republicanos en Andalucía estaba rodeada y a punto de caer. La ofensiva nacional era inapelable por lo que miles de familias republicanas huyeron despavoridamente por la carretera que unía la ciudad con Almería, intentando escapar de los "facciosos". Para apoyar la ofensiva por tierra de las tropas de Franco acudieron a la costa los cruceros Canarias y el Baleares, que recibieron orden de bombardear la carretera. Es decir, hostigar a civiles huyendo de la guerra. Lo que se denominó la 'Desbandá', uno de los episodios más duros de la Guerra Civil. Tal y como lo recogieron algunos corresponsales extranjeros como Lawrence Fernsworth del 'Times'.
Los niños descalzos, lloraban, indefensos, de dolor, de hambre y de cansancio
Aunque es imposible conocer el número exacto de víctimas, parece seguro que hubo más de 3.000. El médico canadiense Norman Bethune, su ayudante Hazen Size y su conductor inglés, el futuro novelista T. C. Worsley, según cuenta Paul Preston en 'El Holocausto español', se pasaron tres días y tres noches haciendo viajes de ida y vuelta para rescatar a todos los que pudieron. Bethune describió cómo los ancianos se rendían y se dejaban caer en la cuneta para esperar a la fin, y "cómo los niños descalzos, con los pies hinchados hasta duplicar su tamaño normal, lloraban, indefensos, de dolor, de hambre y de cansancio".
Olvidos
La virulencia del ataque sobre la ciudad no fue casual. Se sabe que tuvo un componente de vendetta: no en vano en la Málaga republicana se acometió una intensa represión de derechistas. Lo explicó entre otros el catedrático de Historia Contemporánea de la Universidad de Málaga, Antonio Nadal, en su obra 'La Guerra Civil en Málaga'. Mientras que Nadal no obvió los detalles salvajes de la 'Desbandá', ha sido, en cambio, una constante olvidar el asesinato de cerca de 3.000 considerados derechistas en la ciudad. En los últimos años se han dedicado homenajes de hecho a los desgraciados que sufrieron el bombardeo de los nacionales, pero no a los represaliados por los republicanos. Esta misma semana ha habido muchos tuits sobre la carretera de Málaga-Almería, pero no sobre lo que había ocurrido antes.
Ha sido una constante olvidar el asesinato de cerca de 3.000 considerados derechistas en la ciudad
Para rematar, la nueva calle otorgada al Crucero Baleares sustituye a su vez a la del buque Sinaia: es decir, otro drama, el que sufrieron los que tuvieron que salir de su propio país ya desde otro, Francia, porque les habían echado. Existe un grave problema de fondo en todo el planteamiento de la Memoria Histórica que seguirá rebotando ya sea en el callejero de Madrid o en otros aspectos.