Sir Connor
Excelentisimo Sir
El pasado domingo, a eso de las 17:00 de la tarde, unas veinte personas aguardaban la cola para entrar en la tienda de Humana de la calle Mayor de Madrid. Dentro del establecimiento, varios posibles clientes echaban un vistazo a las prendas de segunda mano que vende la cadena. Fuera, a la vista de los que esperaban y de los que pasaban por la acera, el escaparate no mostraba ropa, sino carteles con un mensaje: "Todo hoy a 0,50 euros". Días antes, estaban a un euro en el local que la misma empresa posee en el Paseo de las Delicias.
Unos cuantos números más abajo, en el mismo paseo madrileño, el Cash Converters también estaba lleno de potenciales compradores y vendedores, además de un grupo de clásicos merodeadores, apostados en la puerta desde hace por lo menos una década, que se dirigen a los indecisos en busca de teléfonos móviles. El escaparate muestra ordenadores, pequeños electrodomésticos, teléfonos e instrumentos musicales, e incorporó hace un tiempo un departamento de joyería.
Unas cuantas estaciones de metro más allá, un cliente se acerca a la caja del CeX de Bravo Murillo. La cadena compra y vende videojuegos, películas y material informático. El veinteañero, con jersey de cuello vuelto y abrigo de 'tweed', tiene acento extranjero. Paga 12 euros por un juego de Harry Potter para Xbox y pregunta por la serie 'House of Cards', pero la británica. Cerca, en una de las baldas, el DVD de 'El hijo de la novia' se vende a medio euro.
Enfrente, está la librería de segunda mano Tik Books. Fabio Snaider, fundador de la cadena, aclara que es un objeto que no sigue a rajatabla los vaivenes económicos. "Hay algo que tiene el libro, el amor por los objetos. Por eso sobreviven a las mudanzas, y a la hora de desprenderse de ellos no es tanto por lo económico sino por la falta de espacio". Tienen un cliente de 97 años que acude cada sábado y se queda a charlar. Tienen clientes que buscan obras descatalogadas firmadas por los autores, tienen coleccionistas y tienen siempre 'El Principito', que es de los más vendidos y de los más comprados.
Lucio tiene mucha ropa en su armario. Desde que usa Vinted, se ha dado cuenta no solo de que puede sacar un dinero con algunas de las prendas —"a los extranjeros les encanta regatear y todo lo que sea de Zara"—, sino que ha conseguido auténticos chollos. Un abrigo 100% de cachemira de la marca 'Agnona' por 20 euros, una gabardina de Cerruti por diez euros y una maleta de Loewe por 200.
Las cinco escenas anteriores hablan de un nicho de negocio, el de la venta de segunda mano, cuya imagen ha cambiado durante los últimos años con la entrada de compradores más jóvenes, y también por 'culpa' del cambio en los hábitos de consumo que ha provocado la esa época en el 2020 de la que yo le hablo.
No es solo la crisis económica: cómo la segunda mano deja de ser cosa de pobres