Forzar extremos no es bueno, la misma frase ya lo implica. Ni en el deporte, ni en estudios, ni en el amor..."en el término medio está la virtud".
Pasar de temperatura corporal a bajo cero...de golpe...suena a tratamiento decimonónico de manicomio. Ese concepto de que el agua fría es buena se ha incrustado en la psique general, aunque no lo practique casi nadie de sus defensores.
El abuelete tenía que haber entrado poco a poco mojándose piernas, tripa, nuca y sobacos (ya sé que joroba). Y tampoco se pueden cometer los mismos excesos con veinte que con setenta años.