Según datos oficiales del gobierno de Chile, 421 de los 669 monumentos nacionales del país han sido destruidos, derribados o dañados durante las revueltas comunistas que han asolado el país en los últimos meses. Las víctimas principales han sido las iglesias del país, pues el repruebo antirreligioso de los manifestantes ha sido notorio, pero también han sufrido graves daños una multitud de estatuas y monumentos conmemorativos, representativos de la historia del país.
Los monumentos que representan a conquistadores españoles han sido blanco especial de los terroristas callejeros. Han sido destruídas las estatuas de Pedro de Valdivia, conquistador de Chile, en las ciudades de Temuco, Cañete, Valdivia y Concepción (aunque la policía pudo evitar la destrucción de su estatua en Santiago de Chile). También fue derribada la estatua de Cristobal Colón en la ciudad de Arica. La estatua de Diego de Almagro, conquistador español y primer explorador de Chile fue derribada en Santiago. También fue derribado en la ciudad de La Serena el monumento del conquistador español Francisco de Aguirre, conquistador junto a Valdivia de Chile y del norte de Argentina.
…Pero la furia iconoclasta de los conmilitones del siniestro Rodrigo Lanza no se ha detenido en la historia colonial española de Chile. Tampoco los héroes nacionales propiamente chilenos se han librado. Han sido atacados o derribados un gran número de monumentos que representan a figuras históricas del Chile independiente dado que los violentos no se identifican con el patriotismo chileno sino con un indigenismo radical. Además muchas de estas estatuas son de militares, colectivo al que ellos también odian.
Así pues ha sido destruido en las ciudades de Santiago, Antofagasta y La Serena el busto de Bernardo O Higgins, principal caudillo de la independencia de Chile contra la Corona hispánica, También han sido atacadas las estatuas de los héroes militares chilenos de la Guerra del Pacifíco (1879-1881). La Guerra del Pacífico fue un gran conflicto armado en el que Chile derrotó a la coalición formada por Perú y Bolivia (que perdió entonces su salida al mar). Esta guerra siempre ha sido considerada como el momento más épico de la historia del Chile independiente.
