Noticia: La revolución del consumo de las familias en la última década: más patatas fritas, snacks, helados y cerveza; menos tabaco, pan y azúcar

Vlad_Empalador

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La revolución del consumo de las familias en la última década: más patatas fritas, snacks, helados y cerveza; menos tabaco, pan y azúcar​

Café en cápsulas en vez de café molido, carne de lechón para sustituir a la de ternera o más de aceite de girasol y menos de oliva... los hogares cambian sus hábitos y los supermercados lo notan


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Alejandra Olcese
Alejandra Olcese


PREMIUM
Actualizado Domingo,1septiembre2024-22:39
Las familias españolas han cambiado mucho en diez años la composición de su cesta de la compra. Hay productos que ahora adquieren en mucha más cantidad que antes, mientras que de otros han reducido considerablemente su consumo, según los datos en cantidades de la Encuesta de Presupuestos Familiares que publica el Instituto Nacional de Estadística.
Las patatas fritas son las ganadoras absolutas de este cambio de patrón: en una década -de 2013 a 2023- su consumo por persona ha crecido un 150%, el mayor registrado para ningún bien, lo que se traduce en que de media consumimos medio kilo cada dos semanas por persona, el equivalente a unas tres bolsas grandes de 150 gramos, frente a los 200 gramos por quincena de hace diez años.
El segundo producto en la lista son los snacks, aperitivos entre los que se podrían encontrar los triángulos de maíz, maíces tostados, palomitas y todas las bolsas por excelencia de los quioscos -desde Pelotazos a Risketos pasando por Boca Bits-, cuyo consumo se ha duplicado (un aumento del 100%) al pasar de 1,7 kilos por persona bisemanalmente a 3,4 kilos.
Ente los artículos menos sanos de la dieta cuyo consumo también ha crecido considerablemente en los últimos diez años se encuentran también los helados -consumimos un 37% más entre helados, polos y tartas congeladas-, así como el chocolate y bombones, y la mantequilla (sin incluir la de cacahuete), con crecimientos del 25% en los kilos consumidos, respectivamente. Este último incremento es paralelo a una caída del 14% en el consumo de la margarina.
Aunque por ahora pudiera parecer que los españoles se preocupan menos por su salud que antes, también ha crecido en este tiempo el consumo de alimentos y bebidas reconocidos por sus beneficios nutricionales, como el agua mineral -con o sin gas y donde incluimos también los cubitos de hielo, de ahí que las cifras sean tan abultadas-. El consumo medio por persona ha pasado de 78,2 litros cada dos semanas a 108,3, el equivalente a casi 8 litros diarios y, curiosamente, esa mayor compra de agua embotellada coincide con una caída del 21,9% en el consumo de suministro de agua del grifo.

Las familias compran, además, un 35,5% más de fresas, frambuesas, uvas, jovenlandesas, arándanos y otras bayas, y un 35,3% más de plátanos, las dos frutas cuyo consumo ha crecido más en la última década.
Cierra la lista la cerveza, cuyo consumo ha aumentado un 33,3% en la última década en el caso de la 0,0 o sin alcohol y un 25,9% en la normal. Esto supone que cada persona compra de media 23,3 litros de cerveza cada dos semanas (más de litro y medio al día, frente a 1,3 diarios en 2013) y 2 litros en el caso de la sin alcohol, según los datos del INE.
El cava, champán, los vinos espumosos, el moscatel o los vinos de Jerez, Málaga o Montilla, así como el oporto y otros vinos de postre también han experimentado un aumento del consumo del 28,6%.
Una persona ante la estantería con patatas fritas de un supermercado.

Una persona ante la estantería con patatas fritas de un supermercado.EL MUNDO

Fumamos menos​

Frente a estos grandes ganadores del cambio de consumo que se ha producido en España también tenemos una lista de perdedores, aquellos bienes que han quedado en el olvido de los presupuestos familiares o, al menos, que han perdido muchas posiciones.
La concienciación sobre los efectos nocivos del tabaco así como el endurecimiento de la regulación y su elevado precio han contribuido a que los cigarrillos sean los que sufren la mayor debacle: su consumo ha caído un 47,7% en una década.
Le siguen alimentos que antes estaban más instalados en la dieta que ahora, como la carne de cordero -su consumo ha bajado un 38,5%- o la de caballo, conejo, jabalí y otros tipos de caza (-33,3%).
El azúcar ha bajado también un 29,8%, a medida que crece la concienciación sobre sus efectos negativos sobre la salud, y, sin embargo, no ha sido sustituida mayoritariamente por edulcorantes, cuyas compras también han descendido un 23,8%.
Los españoles consumen también un 28% menos de zumos de frutas; un 24% menos de leche entera (mientras el consumo de la desnatada o semidesnatada sólo ha caído un 3,4% en los últimos diez años); y un 24,5% menos de pan, donde incluimos tanto barras como pan de molde.
El consumo de bebidas alcohólicas en el supermercado como brandy, coñac, ron, whisky, ginebra o vodka también ha descendido, quizá en favor del de cerveza; mientras que se reduce también la compra de marisco -reservado quizá para las rentas más altas-, de preparaciones de carne como hamburguesas o salchichas y de lechuga.

Tendencias​

La Encuesta de Presupuestos Familiares refleja también distintos cambios de consumo, como que los españoles han sustituido el café molido por café en cápsulas ante el boom de este tipo de cafeteras y la democratización de su precio: la cantidad que se compra del primero ha caído un 13%, mientras la del segundo sube un 18,6%.
En cuanto a la carne, se ha producido un fuerte descenso de la de vacuno -ternera, vaca, novillo, buey, toro y otra carne de bovino-, pues ahora comemos un 18,3% menos que hace una década de media; mientras que hemos apostado por la de lechón -consumimos un 16,6% más- y la de pollo (+7,8%). Comemos también un 10,1% más de bemoles, un producto cuyo consumo antes se desaconsejaba por el colesterol y que ahora se recomienda incluir en la dieta con más frecuencia.
Finalmente, al haberse disparado su precio especialmente en los últimos años, los españoles han sustituido el consumo de aceite de oliva por el de otros aceites -de girasol, soja, algodón, colza, maíz, cacahuete, palma, coco, etc.-. Utilizamos un 17,8% menos de litros del primero y un 10% más de los segundos que hace diez años.
 
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Normal que se haya disparado la obesidad y por ende aunque no siempre directamente, problemas de salud que también afectan a los flacos que comen estas cosas a la larga.

Aceites vegetales rancios y tóxicos reemplazando al aceite de oliva

Carne de lechón, pollo y bemoles (subproductos de las gallinas [Pollo]), que si bien no inherentemente malos, si lo son hoy en dia porque son animales monogastricos que almacenan toda la cosa que comen en su organismo sin procesar practicamente para ser engordados rápidamente en granjas industriales, reemplazando a la ternera y al cordero (que son carnes de mejor calidad no solo porque tienen mejor vida y dieta que pollos y cerdos, sino que además al ser rumiantes y tener varios estomagos, pueden tras*formar gran parte de la meirda que comen en materia que es buena)

Cafe en pastillitas (y por ende super refinado y con cosas añadidas directa o indirectamente) en vez de café natural en grano sin procesar/sin sustancias añadidas…

En fin lo podéis buscar vosotros e indagar en cada tema en específico

Supongo que esto al NOM le viene de perlas, que es lo que querian al fin y al cabo…
 
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