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La Policía alerta de que no puede frenar a las bandas que atacan a menores en Vitoria
Los agentes urgen a todas las instituciones a atajar un problema «que va a peor» y que se extiende por la ciudad
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Jon Ander Goitia
Martes, 12 de marzo 2024, 02:19
Las decenas de robos y agresiones a menores en Santa Lucía no fueron casos aislados. Ni los de Ibailakua, Arriaga o Salburua. En Vitoria existe un problema con las bandas juveniles. Así lo reconocía ayer el Grupo de Menores de la Policía Local en un encuentro con familias de chavales que han sido sus víctimas. La unidad policial reconoció que con los recursos que cuenta y la legislación actual «no se consigue frenar» a estos grupos -se tiene constancia de al menos cuatro- que ya se mueven por toda la ciudad. Y es que hay que tener en cuenta un factor clave. Algunos de estos chicos tienen menos de 14 años por lo que son inimputables.
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El «pánico» extendido entre las familias de Santa Lucía y Salburua -cabe recordar que padres y madres de los colegios Calasanz y Ángel Ganivet, la asociación de vecinos Erreka-txiki y el club deportivo Irubat presentaron una denuncia conjunta en la Ertzaintza-llevó a esta unidad de la comisaría de Aguirrelanda -creada en 2018- a impartir ayer una charla en el colegio Calasanz para detallar las acciones de vigilancia que se están llevando a cabo.
El Ayuntamiento, dos días después de que EL CORREO publicase la denuncia de las familias, intensificó la vigilancia policial en estos dos barrios. Además de destinar más patrullas a la zona, también se asignaron agentes de paisano para detectar de manera imprevista estos episodios. Estos últimos pertenecen al Grupo de Menores, quienes han redoblado sus turnos. «Entre semana, la guardia se refuerza a partir de las 18.00 horas. Y durante los fines de semana -franja preferida-se ha ampliado las guardias hasta las dos de la madrugada para ajustarnos a sus horarios».
«Los autores están controlados e identificados», trasladaron los agentes a la veintena de familias que acudieron al encuentro. Sin embargo, es aquí donde la Policía se encuentra atada de pies y manos. Primero, por la falta de medios. Y unido a ello, porque campañas como esta centrada en un barrio en concreto provoca que «el foco se traslade a otro distrito». Y todo, en un escenario en el que «el fenómeno de las bandas ha llegado a toda la ciudad y está empeorando», apuntaron. Son casos tan particulares que complica además la coordinación entre los cuerpos policiales.
Eso explica en parte que los vecinos de Santa Lucía corroboren esa mayor presencia de agentes en sus calles, pero a la vez que también se estén dado más casos. «A mi hijo hace días le hicieron cortes en las falanges de los dedos de la mano, y no es el único al que le ha pasado», trasladó una progenitora durante el encuentro. El turno de palabra popular permitió sacar a la luz más asaltos violentos. «Al mío le rompieron la nariz», confesó otra progenitora.
El historial es extenso. A un jugador de 13 años del Irubat le robaron el móvil, después de quitarle las zapatillas. Otros chavales tuvieron que resguardarse en un supermercado hasta la llegada de la fuésemos Local. «Nos dijeron que fuésemos a un callejón para partirnos los dientes y robarnos todo lo que llevábamos encima», relató a este periódico una de las víctimas. «Están todos los sábados a las 20.00 horas en el nuevo centro comercial de Salburua. Si es que sabemos quiénes son», se resignó un padre.
Trifulcas en el BEI
Pero también son sonados los casos como el de los seis adolescentes que fueron asaltados por una quincena de menores junto a la comisaría de la Ertzaintza. «Yo juego en el Barça, ¿y tú?», espetaron a sus víctimas antes de pegarles sin motivo aparente. Aunque la última 'moda' tiene al BEI como objetivo. «Estas bandas esperan a la salida del colegio y se suben al autobús con un grupo de estudiantes. Ya dentro, buscan trifulca para que el conductor eche a todos. Una vez fuera, aprovechan para pegarles y robarles», alertaron varios presentes. «Lo he visto con mis propios ojos en Zaramaga».
Desde la Policía insistieron en más de una ocasión durante las dos horas que duró la charla en la importancia de alertar al instante. «Da igual si llamáis al 112 o al teléfono de la Policía Local (092 y 945 15 80 00), pero llamad». Porque con la descripción tanto física, como de la vestimenta, se da el aviso a las patrullas para que traten de localizarlos. Y remarcaron que no importan si los agentes no logran localizarlo al momento, la víctima si lo reconoce por la calle puede avisar a la Guardia Urbana.
El siguiente paso sería presentar una denuncia. Y es aquí donde más dificultades está habiendo. «Si solo denuncia una persona, ese caso no tendrá mucho recorrido. Pero si llegan varias es ahí donde sí que se consigue solucionarlo». El temor que trasladaron las familias se debe a las posibles consecuencias. «¿El agresor tendría los datos de mi hijo?». Ante la respuesta afirmativa, algunos declinaron dar ese paso.
Geolocalizar al hijo
En algunas casas se ha optado por otras medidas preventivas. «Yo he puesto dos geolocalizadores en el móvil de mi hijo, por si uno falla para tener al menos otro. Si le pasa algo o si le roban el móvil al menos sé dónde está». Otros están teniendo que alterar su agenda para ir a buscar en persona a sus retoños por miedo a que de vuelta a casa puedan ser asaltados. «Hemos decidido que a nuestro hijo le vamos a apuntar a boxeo», avanzó otra familia. Otros les aconsejan que vayan con gente mayor para intentar frenar a las bandas.
«La situación actual es de desesperación. Pedimos colaboración y que a la mínima se denuncie», trasladan desde la AMPA. Esa colaboración a la que hacen mención puede verse representada en un grupo de WhatsApp que crearán para tratar de atajar estos episodios. «Avisarnos entre nosotros para ayudar al hijo o hija de quien lo necesite». Este es el caso de las familias de Santa Lucía y Salburua, pero es extrapolable al resto de la ciudad.
