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Para enmarcar.Aunque pueda parecerlo, no soy muy optimista. Pero sí me gusta informarme si el tema me interesa.
Y como resulta que a Milei lo conozco desde que era solo un personaje de TV, a estas alturas pienso que ser optimista es ser realista.
Porque LO IMPOSIBLE era que un tipo como Milei, que representa lo contrario a la mentalidad argentina, absolutamente alienada por el peronismo, llegase al poder. Era casi imposible que, incluso llegando al poder, tuviera con tan pocos diputados la posibilidad de hacer cosas como el DNU o la ley de bases.
Pero es que, incluso haciendo parte (una pequeña parte...) de lo que llevaba en cabeza, que saliera tan bien y tan pronto, era cuando menos muy poco probable. Como persona muy interesada en la economía, sé que liberar mercados, ajustar los déficits, pagar las deudas, bajar impuestos, quitar subsidios, tiene un impacto enorme para bien en la economía. Pero en mi cabeza era algo mucho más lento, cuyos resultados se ven al cabo de años.
Cierto es que nadie se había atrevido a hacer todo lo que ha hecho tan de golpe, y de forma radical. Pero también es cierto que el estado de las cuentas era tan absolutamente penoso que daba la impresión de que lo fácil era pisar un mal cable y que todo volase por los aires. Igual que era bastante probable que las hordas kirschneristas, que no olvidemos que estaban totalmente infiltrados en toda la estructura, le boicotearan de mil formas haciendo el gobierno imposible.
Un año después ha conseguido muchísimo más de lo que hasta yo pudiera esperar. Los argentinos se han quedado de piedra, no solo por los alucinantes resultados, sino porque ha cumplido punto por punto lo que prometió. Y ya una mayoría tiene una grandísima esperanza en que ahora viene lo bueno.
Y es que de un tío con convicciones tan sólidas sobre el gasto y el déficit es muy esperable que no cambie. Meterá la pata, es imposible no meterla. Y alguna jugada le saldrá mal. Pero es que, de un plan imposible (empezando por llegar a la presidencia...) a lo que sucede hoy, ha hecho espectacularmente lo que no podía esperarse. Lo que queda es difícil, pero EN ABSOLUTO comparable a lo que ya ha hecho. Y por eso ya ha empezado el rebote, y puede ser espectacular los próximos 2 ó 3 años. Ni te cuento cuando lleguen las siguientes elecciones en diciembre del 25, cuando pueda meter gobernadores suyos e las provincias (sus CCAA) y aplicar las mismas medidas de ahorro del gasto. La mitad del gasto público está ahí.
También me gusta analizar mucho las corrientes ideológicas. Como surgen, por qué, cómo se desarrollan. Y estamos en un auténtico momento del cambio, un cambio grande.
Llevamos casi un par de décadas que el mundo ha ido hacia el wokismo más horrible, la censura a los 'negacionistas', las puertas abiertas a la inmi gración desbocada, el ecologismo extremo que está reduciendo las ventajas competitivas de occidente.
Ese esquema, después de triunfar enormemente en todo el mundo (con la colaboración de los medios de comunicación subvencionados...) YA se está resquebrajando. Siguiendo las teorías gramscianas, que se han visto exitosas, colonizar los medios, el mundo de la cultura y la educación ha servido para extender unas ideas aberrantes.
Y Milei es un ejemplo, pero ni mucho menos el único. Meloni en Italia, Trump en los EEUU, Francia o Alemania teniendo que hacer encaje de bolillos para que no gane la ultraderecha malvada. Curiosamente, solo en países en vías de desarrollo como México o Brasil se cumple el 'paradigma antiguo'. Pero es que son tan burros con la economía que enseguida se ven sus destrozos.
Y aquí es donde Milei juega un papel FUNDAMENTAL. Porque la ley del péndulo hace que, ante la oleada turística extranjera, la gente se posicione favor de estos partidos muy de derechas. Que ante los problemas económicos, abracen el proteccionismo. Que ante el absurdo social que ha impuesto el wokismo, busque partidos que más o menos abiertamente apoyen la religión cristiana.
Para mi eso es un gran error. No porque no sea lógico, y seguramente mejor que lo que había. Sino porque no salimos de la misma dicotomía, seguiremos en el mismo péndulo que no nos saca de un pensamiento único. Porque Le Pen sigue siendo una estatista de huevones, Meloni no tiene motosierra, Trump si no fuera por Musk (influencia de lo que ha pasado en Argentina...) iba a tirar de deuda.
Es decir, otro tipo de estatismo, igualmente gastador, subvencionador, que solo lo diferencia del anterior ciertos matices.
Es la enorme influencia que empieza a tener Milei (y que crecerá enormemente en los próximos dos años...) la que va a hacer que sean los ciudadanos los que reclamen la motosierra. Y quitar regulaciones. Y que saquen la ideología de la política.
En mis mejores sueños (esto no lo tengo seguro, pero veo como empieza a pasar...), igual que la izquierda viró al wokismo cuando murió el antiguo paradigma con la caída del muro, la derecha tiene que virar del conservadurismo estatista al liberalismo. O al menos, combinarlos muchísimo más.
Porque es el mismo efecto Bukele; políticos y medios criticando su actuación contra la violencia, mientras los ciudadanos ven cómo ha conseguido liberar al país más violento del mundo. Y, sobre todo, demostrando que con el buenismo no acabas con la delincuencia. Es un tío bastante odiado por políticos y medios, pero querido y respetado por buena parte de la población, incluso entre los que se entiende que deberían rechazar esos comportamientos. Porque es el mundo de la política de los pies en el suelo vs el mundo de la política estulta sobre ideologías.
Y la gente está hasta los huevones de que los políticos les digan como tienen que vivir, les intenten meter en la cabeza su jovenlandesal, ideas absurdas, mientras los problemas realmente importantes (vivienda, economía, seguridad...) no hacen más que empeorar. Porque la ideología no soluciona problemas, los crea.
Estoy convencido de que dentro de un año o dos VOX se tirará de los pelos, en el momento en que la demanda de motosierra empiece a extenderse entre los ciudadanos del mundo, cuando vean que no tienen a Espinosa de los Monteros y a Sánchez del Real, los que representaban es facción. Que, si son inteligentes, se juntarán con unos cuantos de esa cuerda y apostarán esa baza. Y vete a saber si no tienen un efecto inesperado.
Igual que el PP seguramente llegará al poder con Feijóo, más que nada porque a Sánchez se le acumulan los problemas y se le acaban los comodines, y no parece muy probable que aguante un 2.025 al mismo ritmo de escándalo semanal.
Llegará al poder, pero pagará caro que no sea gente como Ayuso o Cayetana las que representen el cambio. Que si bien son mucho más liberales de boquilla que de obra, sí que podrían alinearse mucho más fácilmente si es lo que la gente pide.