Dejando de lado la catarata de insultos, cosa nada fácil, el autor del hilo da en el blanco.
No está en mis planes ver esa inmundicia, lo que es chocante es:
1. la idea de que "tenemoh genteh malah muh malah ke eh ricah muh ricah, noh vamoh a robah el banco, jur jur jur" pegue en la gente. Me quedó la misma impresión de que el guionista es un comunacho quinceañero con menos calle que una peatonal.
2. la idea que existe "código entre ladrones", cuando la realidad suele ser bastante diferente. El "Lufthansa heist" que se narra en Uno de los Nuestros terminó con los cadaveres de casi todos los involucrados. En Argentina, uno de los golpes presuntamente exitosos a un reputado banco acabó cuando la mujer de uno de los ladrones supo que su pareja la iba a abandonar, y los denunció a todos (uno por uno!) en la policía.
3. la celebración/simpatía hacia la guano de la sociedad (ficticia o real), cosa propia de una sociedad que ha perdido el norte y la noción de que no existe crimen perfecto: todo se paga en esta vida, en el purgatorio, o en las llamas del infierno. Nadie sale sin pagar hasta el último cuarto.