el mito de casandra
Madmaxista
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martes, 29 de octubre de 2019
El enemigo exterior
Vale, Pavel, de nuevo has dejado claro en tu desorientado Oriente que tomas por orates a todos los masones de la GLE. ¿Cuándo vas a dejar de insultarnos con tus publicaciones? ¿Cuándo vas a dejar de tratar de dirigir nuestros sentimientos para lograr tus propósitos? ¿Cuándo vas a darte cuenta de que se ve con absoluta claridad lo que pretendes?
Mira, Pavel, el buscar un enemigo exterior para fortalecer a un gobierno totalitario cuando corre peligro de deshacerse, es una técnica de sobra conocida por cualquiera que se moleste un poco en estudiar las estrategias de las dictaduras. Se trata de una técnica muy básica y se fundamenta en la manipulación de la masa que forma el pueblo, hurgando en los sentimientos más primarios. Si prestamos algo de atención, descubriremos que esto sucede, ha sucedido y seguirá sucediendo en cualquier régimen totalitario que se precie. Cuando las cosas van mal dentro, se inventa un enemigo exterior para así tratar de lograr esa unión interior que en condiciones normales es siempre imposible en las dictaduras. Convenciendo al pueblo de que existe un enemigo exterior -aunque no exista- hay muchas posibilidades de que el pueblo se idiotice y se convierta en un esclavo de facto del dictador. Es la manipulación de los sentimientos.
Pavel, por mucho que te esfuerces no vas a convencer a nadie de que en España hay masofobia ni vas a hacernos creer que estamos perseguidos. Vivimos en una democracia desde hace decenas de años y ni la Masonería ni los masones tenemos nada que temer, entre otras cosas porque no le importamos a casi nadie.
Ya sabemos que de cuando en cuando dos o tres simples hacen pintadas con un espray en la sede que los masones de la GLE tenemos en Madrid, pero eso no indica que exista un repruebo cerval de la sociedad española hacia la Masonería. Tú sabes muy bien que en realidad son cuatro críos con muy pocas luces que nada tienen que ver con el conjunto de los españoles.
Y es cierto que algunos sectores de la Iglesia Católica no nos quieren, pero también es cierto que la influencia de la Iglesia en nuestro país es cada vez más insignificante. Solo hay que asomarse a cualquier iglesia durante la misa dominical para ver que no hay más de un cinco o diez por ciento de los habitantes de la parroquia, si llega. Eso significa que aunque haya obispos que no quieran ninguna relación con nosotros, no pueden influir sobre la inmensa mayoría de la población.
También puede ocurrir que haya algún familiar de Franco que diga que la Masonería es la culpable de la exhumación del dictador (sin creérselo ni él, por supuesto), pero eso, exactamente igual que lo que ocurre con la Iglesia Católica, no significa nada porque el franquismo prácticamente no tiene seguidores ni parece probable que en España se corra el peligro de volver a una dictadura como aquella.
En otras palabras, Pavel, no vas a conseguir que los masones españoles nos creamos que ahora estamos a punto de sufrir las persecuciones del franquismo porque no es cierto. Entendemos perfectamente que con esa milonga pretendas que, como borregos, empecemos a formar piña contra nuestros “enemigos”, para así conservar en el poder a tu dictador favorito, Óscar Alfonso, pero no. Vosotros, los que apoyáis las insensateces de Óscar, podéis formar la piña que queráis para mantenerlo en su trono de termas y cocos el mayor tiempo posible, pero los demás, los masones que no nos dejamos manipular, los masones críticos con vuestra gestión desastrosa, los masones serios, prudentes y sensatos, siempre estaremos frente a vosotros, porque vosotros, y solo vosotros, sois los que estáis desprestigiando a la Masonería
El enemigo exterior
la masonería a la gresca