Antes de pasarme a láser la impresora que compré (en la prehistoria) fue una HP Deskjet 510. Una vez se terminó el cartucho y al ver el precio de la tinta me pasé unas cuantas horas desarrollando mi propia tinta, utilizando tinta pelikan (la base), tinta de tampón (lo que propicia el secado) y alcohol (lo que proporciona fluidez para que pase por los inyectores). Tenía mi formulita y siempre estaba pidiendo a los colegas sus cartuchos de HP gastados para rellenarlos yo mismo. A la larga las recargas piratas hacían que no valiese la pena andar mezclando en casa.
Con el precio que tiene cualquier impresora láser tonalidad y la disponibilidad de toners alternativos que hay que ser borderline para comprarse una de tinta. Y si imprimes tus propias fotografías el precio/calidad de las tiendas de "revelado" es imbatible.
El truco es comprarse una impresora "tal cual", sin escaner ni platanos en vinagre, para no pillarle cariño a un trasto de inyección de tinta, y no tener miedo al soldador por si hay que reponer alguna resistencia que se queme al llegar a X impresiones o cambiar un chip contador.