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Lagarde dice que "mantendrá el rumbo" de la subida de tipos de interés
Las élites económicas tienen la vista puesta en la evolución de la economía a nivel global, pero la de Europa es la que más preocupa. Los altos niveles de precio de la energía y la espiral inflacionista son algunos de los retos a corto y medio plazo, con la vista puesta en orientación que tome la dinámica geopolítica a largo plazo. Y ha sido en este marco, que la presidenta del Banco Central Europeo ha confirmado su intención de mantener la subida de tipos de interés hasta que la inflación retome los objetivos marcados
Ha sido en un panel en el marco del Foro Económico Mundial que la francesa ha manifestado a la determinación del Banco Central Europeo de "mantener el rumbo hasta que nos hayamos trasladado a un territorio restrictivo durante el tiempo suficiente como para que podamos volver a unos niveles de inflación del 2%".
Esta determinación la ha justificado Lagarde al argumentar que los niveles de inflación son "demasiado altos", con lo que ha tratado de relajar los ánimos después de que los índices de precios se situarán por debajo del umbral del 10% en la última revisión publicada por Eurostat.
"No apreciamos un desacople significativo", ha puntualizado Lagarde sobre las previsiones de inflación en la zona euro, y ha puesto por delante el objetivo de la autoridad bancaria de evitar tal desacople.
Así Lagarde ha destacado que las perspectivas económicas han cambiado a un tono más "positivo en las últimas semanas", lo que se puede percibir porque se ha pasado de una retórica de recesión para la zona euro "en el tercer trimestre, el cuarto trimestre y posiblemente más" a "recesión en el cuatro trimestre y el primer trimestre de 2023" a esta "pequeña contracción". Incluso, ha señalado, algunos líderes de las principales económicas ha apuntado que no habrá recesión.
Si bien la presidenta del Banco Central Europeo reconoció que la actividad está "descendiendo en comparación con un 2022 excelente", a unas perspectivas de crecimiento para el 2023 de 0,5%. "No es un año brillante, pero es mejor de lo que temíamos".
Rutte carga contra los altos niveles de deuda de Francia e Italia
El que fue más contundente en su intervención fue el primer ministro de Países Bajos, Mark Rutte. Más allá de la inflación, el político holandés manifestó su preocupación por las perspectivas a largo plazo de la Unión Europea y reclamó rebajar los niveles de deuda pública: "es crucial en toda la Unión Europea pero particularmente en algunas de las grandes economías", dijo, entre las que mencionó a Francia o Italia.
Otra de las reclamaciones del líder holandés se refirió a poner en marcha las reformas necesarias, pero "particularmente la reforma de las pensiones". Puso como ejemplo Francia o Italia entre los países que gastan entre el 10% y el 15% del PIB en pensiones, frente al 5% que destina Países Bajos.
"Te da un 10% extra para invertir en educación, en innovación o para bajar los impuestos", ha señalado, y ha incidido en que esos altos niveles "no son sostenibles a largo plazo".
Por su parte, el vicepresidente de la Comisión Europea, Valdis Dombrovskis, ha hecho hincapié en que este ejercicio será un año de máximo desembolso de los Fondos de Recuperación y recordó a Rutte que las medidas para apoyar a los hogares vulnerables deben ser específicas y temporales, después de que el primer ministro holandés abogara por dotar de ayudas a los hogares vulnerables para hacer frente a los altos precios de la energía.
En este marco, el comisario letón advirtió de que si bien este inverno los niveles de almacenamiento de gas en el mercado comunitario están llenos, la UE no contará con el suministro de gas ruso para el próximo ejercicio. "Aún tenemos que buscar proveedores de gas adicionales para el próximo invierno. China está reabriendo su economía y necesitará más suministro", advirtió.
- Ha destacado que las perspectivas económicas han cambiado a un tono más "positivo en las últimas semanas"
- El primer ministro holandés carga contra los niveles de deuda y el sistema de pensiones de Francia e Italia
Las élites económicas tienen la vista puesta en la evolución de la economía a nivel global, pero la de Europa es la que más preocupa. Los altos niveles de precio de la energía y la espiral inflacionista son algunos de los retos a corto y medio plazo, con la vista puesta en orientación que tome la dinámica geopolítica a largo plazo. Y ha sido en este marco, que la presidenta del Banco Central Europeo ha confirmado su intención de mantener la subida de tipos de interés hasta que la inflación retome los objetivos marcados
Ha sido en un panel en el marco del Foro Económico Mundial que la francesa ha manifestado a la determinación del Banco Central Europeo de "mantener el rumbo hasta que nos hayamos trasladado a un territorio restrictivo durante el tiempo suficiente como para que podamos volver a unos niveles de inflación del 2%".
Esta determinación la ha justificado Lagarde al argumentar que los niveles de inflación son "demasiado altos", con lo que ha tratado de relajar los ánimos después de que los índices de precios se situarán por debajo del umbral del 10% en la última revisión publicada por Eurostat.
"No apreciamos un desacople significativo", ha puntualizado Lagarde sobre las previsiones de inflación en la zona euro, y ha puesto por delante el objetivo de la autoridad bancaria de evitar tal desacople.
Así Lagarde ha destacado que las perspectivas económicas han cambiado a un tono más "positivo en las últimas semanas", lo que se puede percibir porque se ha pasado de una retórica de recesión para la zona euro "en el tercer trimestre, el cuarto trimestre y posiblemente más" a "recesión en el cuatro trimestre y el primer trimestre de 2023" a esta "pequeña contracción". Incluso, ha señalado, algunos líderes de las principales económicas ha apuntado que no habrá recesión.
Si bien la presidenta del Banco Central Europeo reconoció que la actividad está "descendiendo en comparación con un 2022 excelente", a unas perspectivas de crecimiento para el 2023 de 0,5%. "No es un año brillante, pero es mejor de lo que temíamos".
Rutte carga contra los altos niveles de deuda de Francia e Italia
El que fue más contundente en su intervención fue el primer ministro de Países Bajos, Mark Rutte. Más allá de la inflación, el político holandés manifestó su preocupación por las perspectivas a largo plazo de la Unión Europea y reclamó rebajar los niveles de deuda pública: "es crucial en toda la Unión Europea pero particularmente en algunas de las grandes economías", dijo, entre las que mencionó a Francia o Italia.
Otra de las reclamaciones del líder holandés se refirió a poner en marcha las reformas necesarias, pero "particularmente la reforma de las pensiones". Puso como ejemplo Francia o Italia entre los países que gastan entre el 10% y el 15% del PIB en pensiones, frente al 5% que destina Países Bajos.
"Te da un 10% extra para invertir en educación, en innovación o para bajar los impuestos", ha señalado, y ha incidido en que esos altos niveles "no son sostenibles a largo plazo".
Por su parte, el vicepresidente de la Comisión Europea, Valdis Dombrovskis, ha hecho hincapié en que este ejercicio será un año de máximo desembolso de los Fondos de Recuperación y recordó a Rutte que las medidas para apoyar a los hogares vulnerables deben ser específicas y temporales, después de que el primer ministro holandés abogara por dotar de ayudas a los hogares vulnerables para hacer frente a los altos precios de la energía.
En este marco, el comisario letón advirtió de que si bien este inverno los niveles de almacenamiento de gas en el mercado comunitario están llenos, la UE no contará con el suministro de gas ruso para el próximo ejercicio. "Aún tenemos que buscar proveedores de gas adicionales para el próximo invierno. China está reabriendo su economía y necesitará más suministro", advirtió.