Como un cohete
23/09/2024 - 11:33 Actualizado: 12:33 - 23/09/24
Cuando el pasado jueves 12 de septiembre concluyó la reunión del Banco Central Europeo (BCE) con el segundo recorte de los tipos de interés en este ciclo tras el primero en junio, la posibilidad de una nueva bajada en octubre quedaba en el más absoluto misterio. La presidente Christine Lagarde fue tan impenetrable en rueda de prensa que fue imposible extraer cualquier pista de cara al mes que viene. En los días sucesivos, sus propias palabras y las de sus compañeros en el Consejo de Gobierno le cerraban poco a poco la puerta a octubre bajo los argumentos de que las previsiones se van cumpliendo, es mejor ir despacio y entre septiembre y octubre hay muy poco espacio. Pero cuando parecía que diciembre era la carta ganadora, la Reserva Federal de EEUU se sacó de la manga un primer recorte de tipos 'jumbo' de 50 puntos básicos que ha metido presión al BCE para moverse más rápido con las bajadas. Aunque los mercados todavía no compren al completo el recorte en octubre -especialmente dada la obcecación mostrada por el BCE con decretar una pausa en octubre aún preocupados por la inflación de servicios-, los malos indicadores adelantados de actividad de la eurozona conocidos este lunes redoblan esa presión y empiezan a abrir la puerta a un recorte 'jumbo' (de 50 puntos básicos) para la reunión de diciembre ante la dificultad que tiene el BCE para allanar el terreno para un recorte en octubre. Además, el cuadro de ingente debilidad macroeconómica subyacente en los PMI ha sacudido con fuerza al euro, que ha llegado a borrar hasta un 0,7% frente al dólar en su mayor retroceso desde agosto, cuando los mercados sufrieron una volatilidad extrema ante el miedo a una recesión en EEUU. Aunque la caída se ha moderado después al rango del 0,4%, el mensaje ha sido claro: el mercado pulsa la tecla de 'cuidado con el crecimiento'.
El índice de gestores de compras (PMI) compuesto de la eurozona ha caído en su lectura flash (adelantada) de septiembre de los 51 a los 48,9 puntos, volviendo a zona de contracción de la actividad (por debajo de 50) y marcando el mayor retroceso en una lectura en 15 meses. La severa 'resaca' en el PMI de servicios francés tras los fastos de los Juegos Olímpicos de París este verano y un PMI manufacturero de una Alemania cuya crisis existencial en la industria solo va a más han lastrado a los indicadores de la eurozona, telegrafiando oscuros nublados para el crecimiento.
"La eurozona se encamina hacia el estancamiento", sentencia el doctor Cyrus de la Rubia, economista jefe del Hamburg Commercial Bank (HCOB) encargado de los informes sobre los PMI que elaboran la entidad y S&P Global. Además de constatar la importancia del 'bajón' en los servicios de Francia tras los Juegos Olímpicos, el economista mira bajo los engranajes de la actividad europea: "Teniendo en cuenta el rápido descenso de los nuevos pedidos y de la cartera de pedidos, no hace falta mucha imaginación para prever un mayor debilitamiento de la economía".
"El sector manufacturero se complica mes a mes. La recesión se prolonga ya 27 meses e incluso empeoró en septiembre. De cara al futuro, la fuerte caída de los nuevos pedidos y las perspectivas cada vez más sombrías de las empresas en cuanto a la producción futura sugieren que este periodo de sequía está lejos de terminar", advierte De la Rubia. Asimismo, destaca, el mercado laboral del sector manufacturero se resiente, con los empresarios recortando puestos de trabajo al ritmo más rápido desde agosto de 2020.
Al mismo tiempo, el crecimiento del empleo en el sector servicios se ha ralentizado por cuarto mes consecutivo y ahora es casi plano. "Esperamos que las cifras oficiales de empleo en la eurozona, que se han mantenido estables hasta ahora, empeoren en los próximos meses", agrega el analista. Desde Pictet, su estratega Frederik Ducrozet pone el dedo en las negras señales que vienen desde Alemania: el indicador de empleo de los PMI más débil en 15 años, exceptuando los niveles del estallido del el bichito.
Ampliando la mira hacia cómo repercuten estos datos en las expectativas de política monetaria, De la Rubia es claro: "Con el BCE vigilando de cerca la persistente alta inflación de los servicios, la noticia de que tanto la inflación de los precios de los insumos como la de los precios de producción se han ralentizado es ciertamente bienvenida. Si a esto añadimos la profundización de la recesión en el sector manufacturero y el casi estancamiento del sector servicios, la posibilidad de otro recorte de tipos en octubre podría estar perfectamente sobre la mesa, aunque todavía no sea la expectativa del mercado".
La lectura que empieza a calar es que los funcionarios del BCE siguen demasiado preocupados por la inflación cuando la desinflación es sólida y el crecimiento se desinfla cada vez más. Especialmente significativo ha sido el caso de Martins Kazaks este mismo lunes. El gobernador del banco central de Letonia y miembro del Consejo de Gobierno del BCE ha insistido en sus miedos con la inflación cuando los PMI han sido claros sobre el horizonte de crecimiento. "En mi opinión, el riesgo de inflación de los precios de los servicios sigue siendo más importante en estos momentos, pero a medida que avancemos paso a paso, veremos cómo evoluciona la situación", ha dicho Kazaks.
Entre los analistas se coincide en que los datos de este lunes alimentarán el debate, más si cabe ante la cerrazón que parece mostrar el BCE. "Timing is everything", (el momento lo es todo), ironiza el propio Ducrozet, de Pictet, tras las palabras de Kazaks. El analista, en base a las apuestas que hace el mercado, es el que introduce la posibilidad de una bajada 'jumbo' de 50 puntos básicos en diciembre que dejaría un poco tocada la comunicación del BCE. "Es probable que la debilidad de los PMI de la zona euro impulse los argumentos a favor de recortes más rápidos o más amplios del BCE. En la reunión del 17 de octubre sólo se están descontando ocho puntos básicos de recorte, pero los mercados esperan 42 puntos para finales de año, lo que supone un riesgo de una bajada de 50 en diciembre", señalaba el experto nada más conocer los PMI. Poco después, las expectativas para diciembre se han ido por encima de los 44 puntos básicos.
"La ralentización del crecimiento económico está dando alas a las palomas del Consejo de Gobierno del BCE. Aunque las autoridades monetarias consideran que la inflación ha sido prácticamente derrotada, es probable que la atención se desplace cada vez más hacia la debilidad de la economía", apunta Vincent Stamer, estratega de Commerzbank. "Tras el estancamiento que siguió a la crisis de los precios de la energía, la economía de la eurozona apenas experimenta ahora recuperación alguna. Con una inflación que vuelve a acercarse al objetivo del BCE del 2%, la principal preocupación está pasando de la inflación al crecimiento", apunta Bert Colijn, de ING. Además, la reciente caída del precio del petróleo da margen al BCE para bajar los tipos sin correr un riesgo excesivo de reanimar la inflación. El crudo cotiza en la zona de los 74 dólares, unos 13 dólares por debajo de los máximos de julio.
El euro cae con fuerza
En el mercado de divisas, los operadores son conocedores de la lucha interna en el BCE (todavía hay quien defiende mantener unos tipos de interés altos) que queda reflejada en un euro que se ha apreciado en las últimas semanas contra el dólar. La bajada de tipos 'jumbo' en EEUU ha generado cierta debilidad en el 'billete verde' frente al euro, que se ha apreciado alrededor de un 3% durante el verano.
Sin embargo, tras los decepcionantes datos presentados este lunes por los PMI, el euro ha comenzado a corregir con fuerza frente al dólar, llegando a depreciarse casi un 0,7% y perdiendo los 1,11 dólares por unidad de la divisa europea. Esta es la mayor caída del euro frente al dólar desde la crítica semana de agosto, en la que los mercados sufrieron ventas masivas ante el creciente miedo a una recesión en EEUU.
Debate en el seno del BCE
Aunque los datos de hoy parecen poner en bandeja otro pronto recorte de tipos de interés en la eurozona, dentro del BCE no hay consenso (para variar). Aunque la economía y la desinflación empujan hacia un nuevo recorte, aún existen presiones subyacentes que dan fuerzas a los 'halcones' para luchar por unos tipos de interés relativamente altos o al menos retrasar todo lo posible las bajadas. Ahí están las palabras de Kazaks.
Los que prefieren esperar para anunciar otro recorte defienden que el Banco Central Europeo estará mejor informado sobre el estado de la economía y la inflación en la última reunión del año (ya en diciembre), por lo que resulta aconsejable esperar hasta entonces para tomar una decisión. Luego hay otros miembros que adoptan una posición ecléctica y dejan todas las puertas abiertas, como es el caso del español y vicepresidente del BCE Luis de Guindos.
"Es cierto que en diciembre tendremos más información que en octubre", ha asegurado el español al periódico Expresso en una entrevista, destacando las nuevas previsiones trimestrales publicadas entonces. "Pero, ya sabe, hemos dejado la puerta totalmente abierta. Queremos mantener nuestra opcionalidad, y eso dependerá de la evolución de los datos".
El crecimiento de los precios al consumidor en la zona del euro se ha desacelerado (la zona euro está viviendo una potente desinflación), aunque la inflación de los servicios sigue siendo el "punto débil", asegura Guindos, y agrega que esto se debe a que "la dinámica salarial ha sido bastante elevada". "Hay cierta moderación ahora, pero los salarios, o la compensación por empleado, han estado creciendo a una tasa de más del 4%", asegura. También destacó que "se espera que los datos de inflación de septiembre parezcan muy positivos debido a los efectos de base, pero al mismo tiempo, en el último trimestre del año la inflación aumentará debido a los efectos de base".
"Considerando el tamaño del shock de inflación, la corrección que está sufriendo es notable", aseguró Lagarde en un discurso en Washington recogido por la agencia Bloomberg. "Pero la incertidumbre por delante sigue siendo profunda", agregó, argumentando que la economía está experimentando "cambios tras*formacionales" que el BCE necesita analizar y comprender.
Lo cierto es que el mercado de derivados sobre tipos de interés abre la puerta a un recorte 'doble' (25 pb más 25 pb) para la reunión de diciembre en la eurozona. Obviamente, si el BCE decide recortar los tipos en octubre, el movimiento 'jumbo' para diciembre perdería enteros, pero por ahora, las expectativas que se empiezan a formar dejan entrever que el BCE tiene preparada la 'pistola' de los recortes para impedir una caída en picado de la economía. Lo difícil ahora es cambiar de discurso con octubre a las puertas.