El concienciao
Himbersor
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No le déis tantas vueltas. Es un tema económico.
El fútbol generaba ingresos por los multimillonarios derechos televisivos y por el merchandising.
Al hacerlo de pago, se fragmentó y dejó de generar ingresos por TV, así que ahora la fuente de ingresos es vender ropa.
El 74% del gasto mundial total lo hacen mujeres. El 91% de gasto en ropa lo hacen mujeres. Ellas se pueden gastar cientos o miles de euros en una sola prenda. Así que ahora todo el material "deportivo" se vende a mujeres. Mira toda la publicidad.
Los hombres ya no gastan ni en entradas, ni en abonos, ni se pagan cifras multimillonarias por los derechos de TV. Así que ya no son mercado objetivo. Los hombres han dejado de seguir el fútbol masivamente. Los hombres nos gastamos 6 euros en una camiseta de entrenar, no 150 euros en una "Nike". Eso solo lo hacen mujeres y latinoamericanos.
Para atraer a las mujeres al mercado del fútbol, se cambia la narrativa: en lugar de deporte, lucha, excelencia, creatividad... Se venden acosos sensuales, denuncias, drama, estética, poses de Instagram... Así se capta la atención de las mujeres.
¡Es el mercado, amigo!
El fútbol generaba ingresos por los multimillonarios derechos televisivos y por el merchandising.
Al hacerlo de pago, se fragmentó y dejó de generar ingresos por TV, así que ahora la fuente de ingresos es vender ropa.
El 74% del gasto mundial total lo hacen mujeres. El 91% de gasto en ropa lo hacen mujeres. Ellas se pueden gastar cientos o miles de euros en una sola prenda. Así que ahora todo el material "deportivo" se vende a mujeres. Mira toda la publicidad.
Los hombres ya no gastan ni en entradas, ni en abonos, ni se pagan cifras multimillonarias por los derechos de TV. Así que ya no son mercado objetivo. Los hombres han dejado de seguir el fútbol masivamente. Los hombres nos gastamos 6 euros en una camiseta de entrenar, no 150 euros en una "Nike". Eso solo lo hacen mujeres y latinoamericanos.
Para atraer a las mujeres al mercado del fútbol, se cambia la narrativa: en lugar de deporte, lucha, excelencia, creatividad... Se venden acosos sensuales, denuncias, drama, estética, poses de Instagram... Así se capta la atención de las mujeres.
¡Es el mercado, amigo!
