El otro día fui a una famosa cadena de hamburgueserías de las de 15 € el plato, es decir que no es Mcdonals y Burguer King pero tampoco hamburguesas gourmet..., una cadena en la que hace 10 años se podía comer pasablemente, me encuentro:
- Camareros y encargados más perdidos que la momia Biden.
- Colas, bastante tiempo de espera, y peor aun en otras franquicias de los alrededores literalmente sin sitio porque la cocina no daba más de sí, es decir que con mesas libres no metían gente porque no eran capaces de sacar "tanta" comida.
- Menos espacio en el restaurante, mesas más apiñadas, mal ambiente.
- Ambiente de canis de chalet (normal porque era RIVAS ROJAMADRID).
- Raciones reducidas a su mínima expresión, lamentables.
- Comida mala, poca carne y la carta cada vez peor y menos original.
En 2023 que estamos no merece la pena ir presencial a un restaurante, la experiencia cada vez peor, pidiendo a glovos al menos no financias ese desastre de camareros y encargados y le das el dinero a un repartidos que casi siempre es hombre y no a vagas culonas tatuadas.
