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La guerra de Cuba: por qué la perdimos y cómo pudimos evitarlo . Noticias de Alma, Corazón, Vida



¿SÓLO UN ACCIDENTE?
La guerra de Cuba: por qué la perdimos y cómo pudimos evitarlo

Ríos de tinta han corrido sobre uno de los hechos más controvertidos de la reciente historia moderna y que, a la postre, ha sido un canon de actuación muy repetido


Foto: El acorazado Maine entrando en La Habana.
El acorazado Maine entrando en La Habana.

ÁLVARO VAN DEN BRULE14.09.2014 – 05:00 H.
TAGSPOLÍTICAPRENSAPARÍSINDEPENDENCIAHISTORIACUBA

“Dicen...” es ya media mentira.
–Thomas Fuller

La conmoción del desastre de 1898 desencajó toda la maquinaria del estado. Los diecisiete años de la regencia de doña María Cristina estuvieron plagados por los conflictos internacionales. Las tribus cabileñas de jovenlandia se sublevaron; a un anarquista italiano le dio un arrebato y se llevó por delante a Cánovas, la escuadra norteamericana nos echó de casi todas nuestras residuales colonias y, finalmente, Sagasta, la pareja de baile que componía el perfecto dueto de los dos partidos instalados en el turnismo, hollaría la profunda tierra allá por 1903.

Es necesario apuntar que había un caldo de cultivo previo pues al sentimiento nacional cubano no se le había dado ninguna satisfacción ni horizonte autonómico alguno y la gestión administrativa desde la península estaba en modo demodé. Con estos mimbres aunados a la proverbial capacidad fagocitadora del vecino del norte, la crónica de un varapalo anunciado estaba servida.

Estados Unidos, la joven y dinámica nación americana, desde sus balbuceos en el siglo XVIII, no hizo más que crecer y su voracidad expansiva era ilimitada
España era para entonces un imperio decadente y fatigado tras cuatro siglos de extenuante lucha en todas las latitudes, y las corrientes positivistas y evolucionistas que hacían furor en la época consideraban que había naciones pujantes y otras moribundas, y que en consecuencia debían de ser sustituidas por la elemental ecuación de la ley del más fuerte.

El lúcido y premonitorio general Polavieja ya había apuntado hacia soluciones negociadas ante la que se avecinaba y el almirante Cervera tampoco erraría en sus neցros pronósticos. Pero eran voces en un desierto habitado por sordos.

En los límites del genocidio
Estados Unidos, la joven y dinámica nación americana, desde sus balbuceos en el siglo XVIII, solo había hecho crecer y crecer. Su voracidad expansiva era ilimitada. Su facilidad para volatilizar indios y mexicanos en su andadura hacia el inabarcable oeste era más que notoria y podría considerarse en los límites del genocidio. Cuando concluyó su actual realización geográfica como estado de estados, se preguntaron si podrían galopar a través de los mares, como en efecto así sucedió.

De entrada le echó el ojo a la vecina Cuba, una perla que tenía al lado de casa y a unos ciento veinte kilómetros de la sureña Florida. Hasta en cuatro ocasiones y partiendo de una oferta primera de doscientos treinta millones de dólares y llegando a los trescientos en última instancia, intentaría comprar a España aquella joya. Desde la península se satirizaban en los diarios los intentos de arreglar de “buenas maneras” las aspiraciones norteamericanas.

Pero los habitantes de aquella enorme nación se hartarían a la postre y demostrarían malos modos. La táctica cambió. Siguiendo la llamada doctrina Monroe (América para los americanos), se fraguó una financiación del movimiento independentista cubano que fue in crescendo en sus actividades contra las tropas españolas. En esas estaba la situación cuando, en visita de cortesía, y con la idea o pretexto de evacuar y defender a sus conciudadanos en la isla, fondeó el crucero Maine en el puerto de La Habana.

Crucero español Reina Mercedes, hundido en la entrada de la bahía de Santiago de Cuba.
Crucero español Reina Mercedes, hundido en la entrada de la bahía de Santiago de Cuba.

Un ensayo general
Ríos de tinta han corrido sobre uno de los hechos más controvertidos de la reciente historia moderna y que, a la postre, ha sido un canon de actuación muy repetido en los conflictos que ha enfrentado Norteamérica con otros países; la agresión prefabricada de un tercero para justificar la intervención propia en defensa de la libertad y los derechos humanos. Esto fue lo que se ensayó en Cuba.

Al parecer, el intenso calor y la humedad imperante pudieron crear un cortocircuito en la santabárbara y esta, recalentada por la combustión espontánea de uno de los depósitos de carbón adyacentes que alimentaban las calderas del navío, creó una enorme deflagración accidental. Más de doscientos sesenta marinos y oficiales pasaron a mejor vida.

Dos golpes demoledores en Manila y Santiago por parte de una marina más avanzada tecnológicamente y renovada íntegramente en el último decenio del siglo XIX, convirtieron en chatarra una flota obsoleta
Rápida y convenientemente, se recalentó de paso a la predispuesta opinión pública a través de la prensa amarilla, liderada por el memorable magnate William Randolf Hearst que, además de dirigir o intervenir indirectamente una veintena de periódicos en suelo continental, tenía intereses cruzados con terratenientes insulares tanto en el sector bananero como en el azucarero. Todo indica que el gobierno norteamericano tenía información reservada que ocultó a la opinión pública para poder favorecer una intervención militar sin más dilaciones.

Dos golpes demoledores en Manila y Santiago por parte de una marina más avanzada tecnológicamente y renovada íntegramente en el último decenio del siglo XIX, convirtieron en chatarra una flota obsoleta, que lucharía testimonialmente con una dignidad encomiable. A las perdidas militares había que añadir las económicas, de tal manera que la humillación trascendía la magnitud de lo aceptable.

Algunos años antes, y por no utilizar palabras más gruesas, el ministro de Marina, llamado almirante Montojo, en un caso de incompetencia manifiesta, publicaría en La Gaceta los planos del submarino de Isaac Peral. Y no solo esto, sino que cuando se botó en Cádiz, fueron invitados lo más granado de las delegaciones militares europeas en un alarde contra natura con lo que debería de ser un secreto de estado sin paliativos. Respecto a este submarino torpedero (el primero de la historia con esta peculiar característica táctica) el almirante Dewey, el triunfador ante Cervera diría en sus memorias (sic): “Si España hubiese tenido allí un solo submarino torpedero como el inventado por el señor Peral, reconozco que yo no habría podido mantener el bloqueo de Santiago ni veinticuatro horas”.

A pesar del tiempo tras*currido, se debería hacer una investigación rigurosa para identificar a los traidores y corruptos que vendieron la tecnología del señor Peral a potencias extranjeras e impidieron el desarrollo en España de este revolucionario submarino y despojado de cualquier grado u honor que les hubiese sido otorgado. Sería un acto de justicia necesaria.

Jules Cambon, el embajador de los EEUU en Francia firmando el tratado de París.
Jules Cambon, el embajador de los EEUU en Francia firmando el tratado de París.

Qué país el nuestro
Había que regenerar la nación y la podredumbre de la clase política que había permitido ese fiasco. Pero las camarillas de políticos profesionales encastradas y apoltronadas en los partidos liberal y conservador seguirían manteniendo su estatus en nuevas formaciones políticas. Camaleónicos mutantes, se convertirían en republicanos, socialistas o nacionalistas de toda la vida para poder parasitar mejor a una castigada población que pedía cambios a gritos.

La guerra de Cuba se llevaría las vidas de más de 55.000 hijos de la patria y carne de cañón barata para una guerra que se podía haber evitado perfectamente
Éramos entonces un país con una tasa de analfabetismo del setenta por ciento de la población, en el que se prestaba más atención a las hazañas taurinas de Lagartijo que a lo que ocurría allende los mares.
La guerra de Cuba se llevaría las vidas de más de 55.000 hijos de la patria, carne de cañón barata para una guerra que se podía haber evitado perfectamente por una camarilla de egos bien atildados.

Por el tratado de Paris de 1898, España “cedería” Puerto Rico , Guam y Filipinas a Estados Unidos, mientras concedía la independencia a Cuba. Necesidades de capitalización para mitigar aquel severo revés económico y sus derivadas de lucro cesante, nos obligarían a hacer caja con la venta adicional a Alemania de las islas Palaos, Carolinas y Marianas.

A la postre, Cuba se convertiría en el gran garito y vertedero de la mafia italoamericana. Las compañías fruteras del continente camparían a sus anchas practicando un cuasi esclavismo con la población local, mientras una feroz dictadura se abatía sobre este castigado pueblo.
Toda una época. Donde antes no se ponía el sol, solo quedaban los vestigios y la historia de un gran imperio.
Un siglo después el gobierno de EEUU asumiría públicamente que la llamada “voladura” del Maine había sido un accidente. Un poco tarde.


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Última edición:
Lo de Cuba fué un ejemplo muy claro de la podredumbre absoluta de la casta politica española. Sean del "signo" politico que sean.
Mandar a la fin a miles de jovenes españoles en barcos con cañones de mentira, de madera pintada contra la mejor flota del mundo, es la máxima expresión de desprecio hacia la población de la cual parasitan.
 
Una de las más grandes mentiras que nos hemos tragado sin discusión es que nuestra armada estaba mucho más atrasada tecnologicamente. Que todo estaba perdido de antemano ,condenados al fracaso.

Basta con investigar un poco, ver fotos y observar los restos de los barcos que áun se conservan en la bahía.

El acorazado Cristobal Colón era una auténtica "bestia parda" de la época. Capaz de hacer frente a cualquier adversario, pero por razones inexplicables fue enviado sin sus piezas principales de artillería. Una vez consumada la derrota, los marineros abrieron las llaves de la sentina para evitar la entrega del navio.

Existían más barcos como los destructores Plutón, Furor y Terror. Eran los primeros de su clase y su concepto fue copiado posteriormente por todas las potencias (Si, el "destructor" es un invento español)

Los cruceros que acompañaban tampoco eran mancos.

Las pésimas decisiones tomadas, atendiendo más a razones políticas que a estratégicas fueron las que malograron la flota, en Santiago y en Manila.

El cuento de la flota de "barquitos de madera" frente a una moderna flota acorazada es una mentira más que nos han colado, una disculpa.
 
Yo hubiera vendido Cuba a Alemania, que en aquella época estaba interesada en crear un imperio. Así me evito la humillación que supondría un conflicto armado con EEUU y de paso les doy por el ojo ciego metiendo a un país europeo en su esfera de influencia.
 
Lo de Cuba fué un ejemplo muy claro de la podredumbre absoluta de la casta politica española. Sean del "signo" politico que sean.
Mandar a la fin a miles de jovenes españoles en barcos con cañones de mentira, de madera pintada contra la mejor flota del mundo, es la máxima expresión de desprecio hacia la población de la cual parasitan.

y que continua mas de 100 años despues........................
 
Una de las más grandes mentiras que nos hemos tragado sin discusión es que nuestra armada estaba mucho más atrasada tecnologicamente. Que todo estaba perdido de antemano ,condenados al fracaso.

Basta con investigar un poco, ver fotos y observar los restos de los barcos que áun se conservan en la bahía.

El acorazado Cristobal Colón era una auténtica "bestia parda" de la época. Capaz de hacer frente a cualquier adversario, pero por razones inexplicables fue enviado sin sus piezas principales de artillería. Una vez consumada la derrota, los marineros abrieron las llaves de la sentina para evitar la entrega del navio.

Existían más barcos como los destructores Plutón, Furor y Terror. Eran los primeros de su clase y su concepto fue copiado posteriormente por todas las potencias (Si, el "destructor" es un invento español)

Los cruceros que acompañaban tampoco eran mancos.

Las pésimas decisiones tomadas, atendiendo más a razones políticas que a estratégicas fueron las que malograron la flota, en Santiago y en Manila.

El cuento de la flota de "barquitos de madera" frente a una moderna flota acorazada es una mentira más que nos han colado, una disculpa.

el tema de la artilleria gruesa del colón, es lo de siempre. Los cañones eran creo recordar armstrong , pero la empresa ofreció poner unos cañones usados o defectuosos, a lo que la marina dijo que nones, y eso retraso el tema tanto, que al final se fué a cuba sin ellos. pero por el estudio de los impactos, y la derrota (curso) del barco, poco podría haber hecho (solo el de popa podría haber disparado). El tema es que cervera se metió en una bahia, que estaba rodeada de tropas de infanteria enemiga, que para salir de santiago debian salir en fila uno tras de otro, y ya con el humo de sus calderas el enemigo estaría sobre aviso de su salida, que el colon casi rozaba el fondo, por lo que habia que esperar a condiciones del mar para salir, que en santiago no habia mucho carbón (el colon podria haber escapado, pero su velocidad cayó al acabarse el carbón bueno y el nacional tenia menos rendimiento), pero al final habria acabado en puerto rico o la habana y el mismo resultado.

unas fotos

www.portierramaryaire.com

hacia casi 100 años que habiamos dejado de ser un imperio marítimo, y nuestra flota dependia de cañones ingleses (salvo los hontoria) y de astilleros extranjeros, y de bases igualmente extranjeras, asi que a perro flaco....
 
Última edición:
Una de las más grandes mentiras que nos hemos tragado sin discusión es que nuestra armada estaba mucho más atrasada tecnologicamente. Que todo estaba perdido de antemano ,condenados al fracaso.

Basta con investigar un poco, ver fotos y observar los restos de los barcos que áun se conservan en la bahía.

El acorazado Cristobal Colón era una auténtica "bestia parda" de la época. Capaz de hacer frente a cualquier adversario, pero por razones inexplicables fue enviado sin sus piezas principales de artillería. Una vez consumada la derrota, los marineros abrieron las llaves de la sentina para evitar la entrega del navio.

Existían más barcos como los destructores Plutón, Furor y Terror. Eran los primeros de su clase y su concepto fue copiado posteriormente por todas las potencias (Si, el "destructor" es un invento español)

Los cruceros que acompañaban tampoco eran mancos.

Las pésimas decisiones tomadas, atendiendo más a razones políticas que a estratégicas fueron las que malograron la flota, en Santiago y en Manila.

El cuento de la flota de "barquitos de madera" frente a una moderna flota acorazada es una mentira más que nos han colado, una disculpa.

Pero que dices...:rolleyes:
No te das cuenta de que te contradices tu mismo?
Que "bestia parda" puede ser si no tiene cañones!!!

De que supertecnología hablas si practicante todos los elementos importantes se compraban en el extranjero, desde los propios barcos, hasta la artillería que deberían haber montado... este pais era ya un pais de atraso endémico.
 
Voy a aportar mi granito.

La culpa principal es de los masones Españoles:

A partir del minuto 35 mas o menos y también 1.03 h.


watch
 
Última edición:
EEUU llevaba desde 1820 (levantamiento del traidor de Riego) intentando comprar la isla, es muy probable que finalmente llegasen a un acuerdo, única explicación de la falsa “no guerrita” liquidada a primera sangre con el premeditado hundimiento derrota de nuestra escuadra, fin de la escuadra fin de la guerra, se cumple el expediente del “honor” se elimina el problema y algunos se reparten los beneficios. Si alguien no estaba conforme léase Cánovas…. paseíllo.
 
Usa y uk.nos.la.tenían jurada.

Los.buques usanos se repararon y abastecieron y armaron en Hong Kong.

Y 4 presidentes americanos habían intentado comprar Cuba.


Es la falsa bandera más grande de la historia.

Terminar con el imperio español.

Todo el caribe y el.pacífico para los usa.

Ya hay documentos descalificados northwoods y magosta que lo reconocen.

Fue una falsa bandera.

Lo he puesto mil.veces.

---------- Post added 09-may-2015 at 12:47 ----------

Tras la apertura de la isla al comercio mundial en 1818, los acuerdos cubano-estadounidenses remplazaron a las conexiones comerciales con España. En 1820 Thomas Jefferson afirmó que Cuba era "la adición más interesante que se podía hacer a nuestro sistema de Estados" y le dijo al Secretario de Guerra John C. Calhoun que debía "a la primera oportunidad, tomar Cuba".[3]


John Quincy Adams, quien fuera Secretario de Estado de los EE.UU. comparó Cuba con una manzana que, de separarse de España, gravitaría hacia los Estados Unidos
En una carta al Ministro para España Hugh Nelson, el Secretario de Estado John Quincy Adams describía las probabilidades de que los Estados Unidos "se anexionasen Cuba" en medio siglo a pesar de los obstáculos: "Pero hay leyes políticas como ocurre con la de la gravitación física; y si una manzana separada de su árbol original por la tempestad no puede elegir sino bajar a la tierra, Cuba, separada fuertemente de su propia conexión artificial con España, y carente de ayuda propia, puede gravitar solamente hacia la unión norteamericana, que por la misma ley de la naturaleza no puede echarla de su pecho."[4] En 1854, una oferta secreta conocida como el Manifiesto de Ostend fue ideada por los diplomáticos de EE.UU. para adquirir Cuba de España por 130 millones de dólares. El manifiesto fue rechazado debido a las objeciones de los promotores de la abolición de la esclavitud cuando los planes salieron a la luz pública.[5]

Antes de 1877, los Estados Unidos acaparaban el 82 por ciento de las exportaciones totales de Cuba, y desde su posición de monopsonio, podían controlar el nivel de los precios y, por tanto, el de la producción directamente.[6] Fue durante este período que el viajero inglés Anthony Trollope observó que "el comercio del país está cayendo en las manos de extranjeros, La Habana pronto será tan estadounidense como Nueva Orleans". Cada vez eran más lo estadounidenses que residían en la isla, y algunos barrios en la orilla norte tenían más características de un asentamiento estadounidense que de uno español. Entre 1878 y 1898 inversionistas de EE.UU. aprovecharon las condiciones económicas cubanas, deterioradas a causa de la Guerra de los Diez Años, que permitían adquirir propiedades a muy bajo precio. Esta presencia facilitó especialmente la integración de la economía cubana en el sistema estadounidense y el debilitamiento de los lazos entre Cuba y España.

---------- Post added 09-may-2015 at 12:48 ----------

Independencia en CubaEditar
Artículo principal: Guerra hispano-estadounidense
Mientras que la resistencia cubana al control español creció, los rebeldes que luchaban por la independencia intentaron conseguir la ayuda del presidente estadounidense Ulysses S. Grant. Grant se negó, y la resistencia fue disminuyendo; no obstante, los intereses estadounidenses en la región permanecían. El Secretario de Estado estadounidense James G. Blaine escribió en 1881 sobre Cuba: "la rica isla, la llave al golfo de México, y el campo para extender nuestro comercio por el hemisferio occidental, es, aunque en las manos de España, una parte del sistema comercial estadounidense… Si dejase de ser española, Cuba debe necesariamente volverse estadounidense y no caer necesariamente bajo cualquier otra dominación europea.

Tras algunos éxitos rebeldes en la segunda guerra de la independencia de Cuba en 1897, el presidente estadounidense William McKinley ofreció comprar Cuba por 300 millones de dólares.[7] La oferta fue rechazada, y la explosión que hundió el acorazado USS Maine en el puerto de La Habana provocaría la Guerra hispano-estadounidense. En Cuba la guerra fue conocida como "la intervención de EE.UU. en la Guerra Cubana de Independencia".[8] El 10 de diciembre de 1898 España y los Estados Unidos firmaron el Tratado de París y, de acuerdo con el Tratado, España renunció a todos sus derechos sobre Cuba. El tratado, en el cual España demandó que los cubanos no participaran, ponía fin al Imperio español en América que marcaba el principio de la expansión de Estados Unidos y de la dominación política a largo plazo sobre la región. Inmediatamente después de la firma del tratado, se creó la "Island of Cuba Real Estate Company" para vender las tierras cubanas a los estadounidenses.[9] El control militar de los EE.UU. sobre la isla duró hasta 1902, en que finalmente fue concedida la independencia formal a Cuba.

---------- Post added 09-may-2015 at 12:48 ----------

Relaciones diplomáticas entre Cuba y Estados Unidos - Wikipedia, la enciclopedia libre

---------- Post added 09-may-2015 at 12:54 ----------

Operación Northwoods - Wikipedia, la enciclopedia libre

---------- Post added 09-may-2015 at 12:55 ----------

Operación Mangosta - Wikipedia, la enciclopedia libre
 
Lo de los cañones “pesados” del Colon fue una más de las maniobras ridículas que justificasen lo que previamente estaba ya decidido, a los cañones no les pasaba nada, se podían no obstante haber puesto otros, siendo que además como se pudo comprobar su utilidad era bastante reducida como se pudo comprobar viendo los resultados de precisión de los que montaban los useños, el resto de cañones del colon estaban montados como los de tiro rápido y tal, así como los de los demás cruceros. Pero es que todo eran escusas, unos estaban en dique, otros mal mantenidos, otros de viaje, creo que fue el Oquendo el que tuvo que volver de Cuba a España para unirse a la escuadra para volver a Cuba…… y así una sucesión de escusas planificadas e indignas.

Por cierto los EEUU también compraron barcos justo antes de la guerra, nosotros solo uno aun a sabiendas de que se avecinaba solo se intentaron comprar barcos cuando esta era ya un hecho, nueva excusa para no poder comprarlos pues la neutralidad impedía la venta……. Y así una detrás de otra.

Tan es así que el mismo Cervera escribió una carta a su primo Spottorno para que éste custodiase, en la que descargaba responsabilidades el Tito de lo que iba a suceder y sucedió como buen pitoniso. Y es que ya desde el principio sabiendo lo que se traían entre manos quería protegerse el ojo ciego no fuese que le cargasen todo el marrón a él.
 
Y una cosa os digo, los usa nos la volverán a jugar.

Esta escrito en.la.historia.
 
Se os olvida las guerras de cuba anteriores, prácticamente en 30 años murieron en cuba más de 130.000 españoles, esa fruta isla fue un autentica picadero para los españoles. Actualmente esa isla es un sitio poco agradable lleno de neցros, mulatos y con una pequeña minoría de blancos.
 
Última edición:
La primera guerra de Cuba comenzó coordinada con un levantamiento en España “revolución gloriosa” tan es así que unos y otros eran los mismos que a los responsables en Cuba una vez vencidos no solo no se les fusilo o juzgo y condeno en consecuencia sino que se les rehabilito y se les dieron poderes políticos……… ¿a que no saben quién era uno de los principales cabecillas de esa “gloriosa” revolución……..? Topete el tito del Tito Cervera…..

La inestabilidad en Cuba nunca fue resuelta de raíz por intereses de los traidores liberales patrios, la paz de Zanjón solo fue un respiro que los liberales traidores españoles le dieron a sus socios para reorganizarse.
 
No me contradigo:

1. Decidir enviar a nuestro mejor navio sin sus dos principales cañones es una mala decisión política. El pesimista Cervera era partidario de aceptar los cañones Armstrog tal y como estaban.
2. Decidir concentrar y fondear la flota en la Bahía de Santiago es otra mala decisión politica. De esa bahía los barcos entraban y salían en fila india y con dificultades.
3. Decidir plantar cara y salir un día de verano, con el mar en calma a las nueve de la mañana es otra mala decisión política, sin razón estratégica alguna. Cervera simplemente se limitó a cumplir las órdenes y evitar bajas entre la marinería.

Los barcos no eran de madera. Tenían una antiguedad no superior a los 6 años.
La US Navy trató de desesperadamente de recuperar el Cristobal Colon y el crucero Teresa.

La lógica indica que el mantenimiento de unas plazas demasiado distantes se habían vuelto una carga insostenible. Pero una venta a causa del elevado costo en vidas, hubiera provoca revueltas en la metrópoli.

La batalla fué un punto y final, un paripé honroso a plena luz del día.
 
Estado
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