Los que rescataron a los bancos tenían que haber sido fusilados, y los recatados, a un Guantánamo español.
En vez de coger y castigarlos, los premian, azuquiqui, españoles... Bueno, viéndolo desde el lado correcto es salvar a un amigo con dinero ajeno.
Antes de eso, se tenía que haber cogido una cartita, y habérsela mandado a cada español con el importe a ingresar en el banco, y con la fecha límite, eso era para que hubiese dolido, y aprendieran. No, a la deuda no, así no se entera nadie, nos estamos enterando ahora, pero poco a poco, y después de que todos hubiesen pagado, se hace lo de arriba.
Esperar, que eso es lo que están esperando otra vez, más dinero. Como les digan que no, van a faltar cuerda en las ferreterías para los pobres.
Los rescates son para amigos -banquero, empresarios y algo más-, además, siempre, siempre, con dinero ajeno.
Por cierto, ustedes que sabéis más, a ver si alguien busca, que ayer estaban diciendo por la radio, que en New York Times, o Financial Times, no recuerdo, un Premio Nobel había escrito un artículo poniendo que nos podemos ir preparando para después del verano, que se viene una bien subida de peso.