Israel Gracia
Madmaxista
304 Lecturas
15 Minutos
Una investigación de los movimientos migratorios en la Península Ibérica demuestra los vínculos entre catalanes y baleares, no así con los valencianos.
¿Son los países catalanes una realidad histórica diferente al resto de comunidades españolas? Los independentistas así lo defienden y se basan para ello en la conquista de Valencia y de Baleares por Jaime I en el siglo XIII, pero un estudio genético de la población ibérica podría desmontar este argumento.
Una investigación de las Universidades de Oxford y Santiago de Compostela realizada a 1.413 individuos ha emparentado a los catalanes con los baleares; sin embargo, con quienes comparten genes los valencianos es con los aragoneses.
El estudio ha identificado los movimientos migratorios que se han dado en España en los últimos 1.000 años y los desplazamientos más significativos fueron los producidos desde el norte hacia el sur peninsular como resultado de la Reconquista: asturianos, extremeños y gaditanos estarían emparentados; manchegos, murcianos y andaluces orientales tendrían los mismos genes… y los valencianos no compartirían con los catalanes más que la frontera.
No se dieron los mismos desplazamientos de personas entre el este y el oeste, donde se mantuvieron las fronteras entre territorios. Esa diferenciación genética, para los investigadores, la explicarían los movimientos de población asociados con la conquista fiel a la religión del amora y la posterior Reconquista.
Cinco franjas genéticas
En el caso de Jaime I, el monarca cristiano abordó en primer lugar la repoblación de Mallorca y su extensión después al resto de Baleares. Los estudios genéticos reflejarían así ese asentamiento en las islas. Sin embargo, lo que indica la investigación científica es que en la posterior recuperación y repoblación del Reino de Valencia, aragoneses y navarros habrían tenido mucho mayor protagonismo, algo lógico si se tiene en cuenta que Cataluña no tenía tanta población en la época como para repoblar varios territorios en apenas una década: la conquista de Mallorca se completa en 1231 y Jaime I entra en Valencia en 1238.
El hallazgo genético de este estudio dirigido por la Universidad de Oxford contribuye a abonar la discusión sobre el origen de la lengua valenciana: si el impacto de la repoblación catalana fue muy inferior a la de los aragoneses, es difícil explicar cómo pudo introducirse el catalán en tierras de Alicante, Castellón y Valencia.
Por otra parte, el estudio de las diferencias genéticas entre españoles dibuja cinco grandes franjas que dividen la Península Ibérica de norte a sur. La primera se corresponde con Galicia; una segunda emparentaría a los habitantes de Asturias, Castilla y León, Extremadura, Huelva, Sevilla y Cádiz; la tercera llegaría desde Cantabria a Almería y Málaga, pasando por por buena parte de Castilla-La Mancha; y la cuarta y la quinta son las ya señaladas de Aragón-Comunidad Valenciana, y Cataluña-Baleares. Quedaría otro núcleo diferenciado en el País Vasco.
Te recomendamos...
15 Minutos
Una investigación de los movimientos migratorios en la Península Ibérica demuestra los vínculos entre catalanes y baleares, no así con los valencianos.
¿Son los países catalanes una realidad histórica diferente al resto de comunidades españolas? Los independentistas así lo defienden y se basan para ello en la conquista de Valencia y de Baleares por Jaime I en el siglo XIII, pero un estudio genético de la población ibérica podría desmontar este argumento.
Una investigación de las Universidades de Oxford y Santiago de Compostela realizada a 1.413 individuos ha emparentado a los catalanes con los baleares; sin embargo, con quienes comparten genes los valencianos es con los aragoneses.
El estudio ha identificado los movimientos migratorios que se han dado en España en los últimos 1.000 años y los desplazamientos más significativos fueron los producidos desde el norte hacia el sur peninsular como resultado de la Reconquista: asturianos, extremeños y gaditanos estarían emparentados; manchegos, murcianos y andaluces orientales tendrían los mismos genes… y los valencianos no compartirían con los catalanes más que la frontera.
No se dieron los mismos desplazamientos de personas entre el este y el oeste, donde se mantuvieron las fronteras entre territorios. Esa diferenciación genética, para los investigadores, la explicarían los movimientos de población asociados con la conquista fiel a la religión del amora y la posterior Reconquista.
Cinco franjas genéticas
En el caso de Jaime I, el monarca cristiano abordó en primer lugar la repoblación de Mallorca y su extensión después al resto de Baleares. Los estudios genéticos reflejarían así ese asentamiento en las islas. Sin embargo, lo que indica la investigación científica es que en la posterior recuperación y repoblación del Reino de Valencia, aragoneses y navarros habrían tenido mucho mayor protagonismo, algo lógico si se tiene en cuenta que Cataluña no tenía tanta población en la época como para repoblar varios territorios en apenas una década: la conquista de Mallorca se completa en 1231 y Jaime I entra en Valencia en 1238.
El hallazgo genético de este estudio dirigido por la Universidad de Oxford contribuye a abonar la discusión sobre el origen de la lengua valenciana: si el impacto de la repoblación catalana fue muy inferior a la de los aragoneses, es difícil explicar cómo pudo introducirse el catalán en tierras de Alicante, Castellón y Valencia.
Por otra parte, el estudio de las diferencias genéticas entre españoles dibuja cinco grandes franjas que dividen la Península Ibérica de norte a sur. La primera se corresponde con Galicia; una segunda emparentaría a los habitantes de Asturias, Castilla y León, Extremadura, Huelva, Sevilla y Cádiz; la tercera llegaría desde Cantabria a Almería y Málaga, pasando por por buena parte de Castilla-La Mancha; y la cuarta y la quinta son las ya señaladas de Aragón-Comunidad Valenciana, y Cataluña-Baleares. Quedaría otro núcleo diferenciado en el País Vasco.
Te recomendamos...