Fudivarri
EL ESTADO ES TU PEOR ENEMIGO.
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Más te vale que lo tengas claro:
La democracia no existe en este Estado, amigo. Ni la sanidad, que es un matadero. Ni la enseñanza, que es una preparatoria para borreguismo y el esquilado fácil. Ni la historia, que es toda mentira. Ni la información, que es el NO-DO y la voz de su amo. Ni la justicia, que es castigar a los rebeldes, encerrarlos o asesinarlos.
Siempre habrá hombres, por supuesto. Pocos, pero los hay y los habrá siempre. El Estado está para darles caza y exterminarlos.
Para enfrentarse a la violencia del Estado no hay más vía que la violencia. Nada de manos blancas ni platanos. No reconozcamos su monopolio en el uso de la porra y la pistola. Ojo, que es Estado intentará comprarte, si no puede contigo o eres un mal ejemplo: «Crea un partido, un Bildu, y te paso pasta a espuertas. Pero no des mal ejemplo a los vascos».
Corrupción y democracia son sinónimos. La democracia es el gran disolvente de la hombría a cambio de comodidades, dinero, hembras* y vida muelle de vinos y esplendores. Y fin en la cama, entre deudos.
Mirad cuántos diputados de Bildu o de IU están rellenitos como cebones.
- «¿A cambio de hembras, dices?» –te preguntarás.
Está claro, no soy feminista, por supuesto que no. Soy sincero y espero que tú seas por lo menos capaz de leer la verdad sin que se te encojan los bemoles. La hembra, en su sitio. Lo suyo de natural es competir con otras hembras y lo demuestran tengan el cargo que tengan. Son cosa, una subespecie humana inferior que no sabe decidir nada. Por eso la Agenda2030 las quiere empoderadas, por su efecto corrosivo sobre la sociedad. Los fiel a la religión del amores lo saben, las conocen sin agendas, y las ponen a caldo, hay manuales del propio Mahoma para darles varazos sin causarle un daño excesivo.
Los fiel a la religión del amores son malas bestias, desde luego, pero, en el extremo opuesto, la Agenda empodera a hembras humanas a cual más monstruosa para que arrasen la sociedad. Mirad a cualquier ministra. Es una guano humana, petulante, incompetente, inculta, antiestética, pagada de sí misma, aunque sólo pía lo que le dictan sus asesores hombres… Las mujeres son peores incluso que el me gusta la fruta de Sánchez Castecojón. Porque éste sabes a dónde va, por lo menos. Y las pilinguis ministras están pendientes unas de otras para imponer sus chuchos a todos los otros chuchos. Eso es una mujer, te cuenten lo que te cuenten. Maravillosas en su sitio. Pero las mujeres son pésimos hombres. Lo que no se nota mucho porque la mayoría de los hombres están ya feminizados, también son pésimos hombres. La igualdad solo se conseguiría exterminando hasta al último hombre de verdad. Es lo que preconiza el Manifiesto SCUM, de Valerie Solanas. La que le metió cinco tiros al lgtb de Andy Warhol. Entonces, sí. La humanidad sería igualitaria y estaría acabada. Sólo mujeres empoderadas y pocos hombres, todos castrados. Unos pocos a los que extraer el leche para fertilizar hembras artificialmente, matando a los niños y dejando vivas a las niñas. ¡El paraíso de las lesbianas!
Cuando una mujer me habla de igualdad, me saco la platano y le digo que me enseñe la suya. Algunas, si el ambiente es discreto, se limitan a chupármela, porque está en su naturaleza comer platanos, ponerlas tiesas y recoger el leche en sus jarros de miel. Otras salen corriendo confusas y hablan de maltrato y agresión sensual. Hijas de la gran fruta, me dan igual. Son víctimas del sistema y jamás serán hembras de la especie humana.
Os recomiendo que no os cortéis, porque ya no vale la pena fingir.
Y no, no a la democracia, el supuesto imperio de la opinión de los mediocres, falso imperio: el Estado forma antes la opinión con sus televisiones y luego nos lleva a las urnas. Y si no sale lo que él quiere, truca los resultados.
La democracia es el arte de mandar, robar lo que la élite desea, haciendo responsables a las víctimas.
No soy demócrata. Soy ácrata. No es lo mismo. No acepto es statu quo que me precede, no lo he construido yo. No quiero depredadores que me esquilmen. Me defiendo a tiros, si hace falta. Que les cueste algo, que pasen miedo, que financien bandas fascistas o comunistas, que son lo mismo, para enfrentárseme. simples repartiendo leña en beneficio de otros. Carne de cañón.
Nunca participaré en mecanismos creados por élites de sinvergüenzas en beneficio propio. El Estado es mi enemigo declarado y yo, consecuentemente, soy el suyo.
Viva la acracia.
ÁCRATA IRREDENTO
Ácratas no se responsabiliza, y menos penalmente, de las opiniones de sus redactores. Salud.
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