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Lonchafinista
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Independientemente de las supuestas intervenciones extranjeras en la URSS y la ineptitud de sus gobernantes, la URSS ya estaba destinada a colapsar por su penosa estructura económica, un sistema económico que no tenía por dónde sostenerse y que tarde o temprano iba a colapsar.
En 1917, los revolucionarios estaban listos para ejecutar su plan que supuestamente terminaría con la explotación de los trabajadores, las injusticias, las desigualdades, la pobreza, etc. Como es usual, las falsas intenciones propagandísticas son las más nobles y generosas, muy poca gente se animaría a objetarlas. A todas estas medidas y al periodo en que se ejecutaron, desde finales de 1917 hasta principios de 1921, la historia la ha llamado “Comunismo de Guerra".
Prácticamente de la noche a la mañana y de una sola vez toda la Civilización fue declarada ilegal, como describe Richman (1981):
Al mismo tiempo a los campesinos se les expropiaba cualquier excedente de producción más allá de lo necesario para alimentar a su familia. Al igual que antes, sin cálculo ni incentivos para producir, los campesinos no producían comida adicional. Como no lo hacían, el gobierno les confiscaba todos los stocks que les quedaran desincentivando aún más la producción. La consecuencia de ello era doble: en el corto plazo los campesinos escondían y no ofrecían a nadie cualquier excedente que tuvieran, y por otro en el largo plazo no sembraban más tierra de la necesaria para sus familias. Con lo cual la producción lejos de aumentar, se redujo al mínimo. Los campesinos dejaron de producir para otros como hacían en el mercado y empezaron a producir solo para ellos.
El cataclismo anterior no podía terminar bien. Como consecuencia de la desarticulación social provocada por la prohibición del sistema de precios, ocurrió la Gran Hambruna de 1921 que mató a seis millones de personas. Como en toda buena “sociedad igualitaria”, cuando ocurren los desastres, nunca pagan todos por igual. En los casos de hambruna no mueren de hambre los altos oficiales bolcheviques de la revolución, solo pierde la vida la gente común. Un irónico resabio de “desigualdad” metido en los paraísos igualitarios de los que dicen estar del lado del “pueblo” tomando las medidas igualitarias para hambrearlo.
Robert Conquest (1986) dice que en 1918-1920 murieron 9 millones de personas (sin contar 2 millones de muertos en la I Guerra Mundial y 1 millón de refugiados): 2 millones debido al tifus, disentería y cólera (aunque dentro de los 2 millones se incluyen muchos muertos por la hambruna de 1921), 1 millón por la guerra civil (que es un número muy alto, posiblemente fue menos) y 6 millones por la hambruna. Aún en el mejor de los casos, murieron 6 millones de personas gracias al intento de imponer el sueño marxista de la “no-explotación” en la tierra.
El fracaso absoluto del socialismo total fue tan grande que el propio Lenin, solo 3 años después de implantado, tuvo que desandar su camino e intentar meter algo de iniciativa privada. Este cambio de política se llamó “Nueva Política Económica” (NEP). Noten que el gráfico de arriba llega hasta 1921. Hay que recordar que la NEP empezó en marzo de 1921 y gracias a la flexibilización que impulsó, todas las actividades se estaban empezando a recuperar. Con lo cual 1921 no es necesariamente el fondo del desastre leninista.
Ante el evidente fracaso (las cifras no pueden ser negadas ni siquiera por los propios socialistas), hay que encontrar alguna excusa para justificar porque el “sistema” no funcionó. A nadie le gusta admitir que todo en lo que cree llevó a un país enorme y lleno de recursos naturales al caos económico y a un genocidio de los peores de la historia. Con lo cual la última escapatoria del socialista, por más letrado que sea, es que circunstancias exógenos hicieron que el intento socialista sea un fracaso. Cuales circunstancias exógenas? Los malvados capitalistas resistiéndose, la destrucción de la guerra, las medidas de emergencia tomadas por la guerra civil y la revolución que no tuvieron en cuenta en los programas previos a 1918, etc.
Lamentablemente para ellos, Paul Craig Roberts (1970 y 1971) y Thomas Remington (1984) refutaron esta deliberada mala interpretación de la historia. Como explica Raico (1979), el comunismo de guerra no era simplemente “improvisación” que fracasó por el desastre rodante de esos tiempos. No hubo improvisación porque se tomaron los pasos para deliberadamente acabar con el mercado, la producción de bienes para el beneficio, los precios y el dinero. De eso se trataba el socialismo! Acabar con “las injusticias del sistema capitalista donde unos pocos capitalistas monopolistas poseían la propiedad de los medios de producción y los trabajadores no tenían opción mas que trabajar para ellos y bla, bla, bla.” Tanto Lenin como Trotsky impusieron el programa tan ansiado de terminar con la propiedad, no hubo improvisación alguna. Aún si el plan al inicio era comenzar el camino para llegar al socialismo total, es evidente que era una intención totalmente consiente.
Cuan deliberado era el objetivo de llegar al comunismo total? Veamos lo que decía Trotsky en 1936recordando ese periodo cuando se topó con la cosa que los socialistas odian tanto, eso llamado realidad:
Y Lenin también confiesa en 1922 lo intencional de las medidas mientras trata de justificar los nuevos cambios de la NEP:
El término “comunismo de guerra” se acuñó luego del periodo 1918-1920. Durante el tiempo en que se implementaron las reformas, se las llamaba simplemente comunismo. Con posterioridad al desastre le agregaron el “de guerra” para poder justificar su fracaso. Pero claramente era un programa socialista, no “de emergencia”. Solo luego de fracasado el plan, los justificadores (algunos se hacen llamar “historiadores”) decidieron llamar al periodo “comunismo de guerra” para enfatizar que no era comunismo “puro”, sino enmarcado en una “guerra” (civil) que sirva de excusa del poco éxito de las medidas. Esa fue la forma de racionalizar a posteriori el fracaso. Como bien explicaRichard Pipes (traducción mía):
“La noción de que el Comunismo de Guerra fue “dictado” por las circunstancias viola los registros históricos, como demuestra la propia etimología del término. El primer uso oficial del término “Comunismo de Guerra” viene de la primavera de 1921, es decir, al momento en que las políticas así etiquetadas estaban siendo abandonadas a favor de la más liberal Nueva Política Económica. Fue entonces cuando las autoridades comunistas, para poder justificar su repentino giro de 180 grados, decidieron culpar de los desastres del pasado inmediato a circunstancias más allá de su control.”
Acaso Lenin veía a su revolución tomando medidas de emergencia por la guerra civil? Claro que no! Para Lenin, Rusia era una sociedad socialista. Acá está él mismo en 1919:
La guerra civil no era algo inesperado para los bolcheviques, sino la esperada respuesta de la “burguesía”. De hecho por eso era una dictadura del proletariado! Esta vez era la dictadura de “la mayoría sobre la minoría”, había que obligarlos por la fuerza. Si viene a robarte tu casa un grupo de matones, es muy probable que te defendas, por lo que te someterán por la fuerza. El objetivo (de implementar el socialismo) jamás cambió, pero el cómo hacerlo, las medidas, provocaron el enfrentamiento civil. Nadie puede negar que el surgimiento de la guerra civil coincidió con la intensificación y sistematización de la nacionalización de las industrias, y con el intervencionismo extremo.
Por lo tanto aun asumiendo que el socialismo fracasó “debido a” la guerra civil. No se puede decir que sin ella el mismo hubiera triunfado, pues fueron las propias medidas orientadas a crear el socialismo las que causaron la guerra. El periodo 1918-1921 fue un intento intencional y calculado de medidas para, de inmediato, llevar a cabo el sueño del socialismo marxista “científico”. Dos cosas deben quedar totalmente claras al respecto:
1. Eliminar los derechos de propiedad, el mercado, los precios y el dinero siempre provocará el caos social, desintegración de la división del trabajo y de la sociedad, la vuelta al aislacionismo en la finca familiar, conflictos entre la población, consumo a gran escala de capital y un genocidio masivo en cualquier sociedad donde se implemente. Algo que Ludwig von Mises había demostrado en 1920. 2. Los “grandes líderes” Lenin y Trotsky no tuvieron el más mínimo reparo en realizar políticas orientadas hacia el socialismo que provocaron primero una cruenta (y esperada) guerra civil con 1 millón de muertos y segundo una hambruna, de las formas mas tortuosas y crueles de morir, que mató a 6 millones de inocentes. Lo irónico es que hay muchisimos intelectuales marxistas suficientemente deshonestos como para separar a estos dos personajes del genocida de Stalin, como si ellos no hubieran apiolado a nadie. Tratan a los dos primeros como inocentes intelectuales revolucionarios y a Stalin como un bruto burócrata malo. La realidad, sin embargo, es que la diferencia entre ellos es solamente el número de muertos.
En 1917, los revolucionarios estaban listos para ejecutar su plan que supuestamente terminaría con la explotación de los trabajadores, las injusticias, las desigualdades, la pobreza, etc. Como es usual, las falsas intenciones propagandísticas son las más nobles y generosas, muy poca gente se animaría a objetarlas. A todas estas medidas y al periodo en que se ejecutaron, desde finales de 1917 hasta principios de 1921, la historia la ha llamado “Comunismo de Guerra".
Prácticamente de la noche a la mañana y de una sola vez toda la Civilización fue declarada ilegal, como describe Richman (1981):
También es importante ver el excelente tratamiento del tema de Boettke (1990) donde incluso hay un listado por fecha de todos los decretos expropiatorios. Habiendo nacionalizado casi toda la industria no existían precios para calcular racionalmente la producción ni incentivos para llevarla a cabo. Como resultado la industria se despedazó. Sin producción industrial, los trabajadores industriales en las ciudades no tenían casi nada para ofrecer a los campesinos a cambio de comida.“De un solo golpe el mercado fue declarado ilegal. El intercambio entre privados, contratar trabajadores, alquilar la tierra, y toda empresa y propiedad privada fueron abolidas, al menos en teoría, y sujetas a castigo estatal. La propiedad fue confiscada a las clases altas. Empresas y fábricas fueron nacionalizadas. Los stocks excedentes producidos por los campesinos fueron expropiados por el gobierno para apoyar a las fuerzas bolcheviques en la guerra civil y a los trabajadores en otros pueblos. Los trabajadores fueron reclutados y organizados militarmente. Los bienes de consumo eran racionados a precios artificialmente bajos y luego a ningún precio. Como era de esperar, se hicieron acuerdos para un tratamiento especial a aquellos con poder e influencia.”
Al mismo tiempo a los campesinos se les expropiaba cualquier excedente de producción más allá de lo necesario para alimentar a su familia. Al igual que antes, sin cálculo ni incentivos para producir, los campesinos no producían comida adicional. Como no lo hacían, el gobierno les confiscaba todos los stocks que les quedaran desincentivando aún más la producción. La consecuencia de ello era doble: en el corto plazo los campesinos escondían y no ofrecían a nadie cualquier excedente que tuvieran, y por otro en el largo plazo no sembraban más tierra de la necesaria para sus familias. Con lo cual la producción lejos de aumentar, se redujo al mínimo. Los campesinos dejaron de producir para otros como hacían en el mercado y empezaron a producir solo para ellos.
El cataclismo anterior no podía terminar bien. Como consecuencia de la desarticulación social provocada por la prohibición del sistema de precios, ocurrió la Gran Hambruna de 1921 que mató a seis millones de personas. Como en toda buena “sociedad igualitaria”, cuando ocurren los desastres, nunca pagan todos por igual. En los casos de hambruna no mueren de hambre los altos oficiales bolcheviques de la revolución, solo pierde la vida la gente común. Un irónico resabio de “desigualdad” metido en los paraísos igualitarios de los que dicen estar del lado del “pueblo” tomando las medidas igualitarias para hambrearlo.
Robert Conquest (1986) dice que en 1918-1920 murieron 9 millones de personas (sin contar 2 millones de muertos en la I Guerra Mundial y 1 millón de refugiados): 2 millones debido al tifus, disentería y cólera (aunque dentro de los 2 millones se incluyen muchos muertos por la hambruna de 1921), 1 millón por la guerra civil (que es un número muy alto, posiblemente fue menos) y 6 millones por la hambruna. Aún en el mejor de los casos, murieron 6 millones de personas gracias al intento de imponer el sueño marxista de la “no-explotación” en la tierra.
El fracaso absoluto del socialismo total fue tan grande que el propio Lenin, solo 3 años después de implantado, tuvo que desandar su camino e intentar meter algo de iniciativa privada. Este cambio de política se llamó “Nueva Política Económica” (NEP). Noten que el gráfico de arriba llega hasta 1921. Hay que recordar que la NEP empezó en marzo de 1921 y gracias a la flexibilización que impulsó, todas las actividades se estaban empezando a recuperar. Con lo cual 1921 no es necesariamente el fondo del desastre leninista.
Ante el evidente fracaso (las cifras no pueden ser negadas ni siquiera por los propios socialistas), hay que encontrar alguna excusa para justificar porque el “sistema” no funcionó. A nadie le gusta admitir que todo en lo que cree llevó a un país enorme y lleno de recursos naturales al caos económico y a un genocidio de los peores de la historia. Con lo cual la última escapatoria del socialista, por más letrado que sea, es que circunstancias exógenos hicieron que el intento socialista sea un fracaso. Cuales circunstancias exógenas? Los malvados capitalistas resistiéndose, la destrucción de la guerra, las medidas de emergencia tomadas por la guerra civil y la revolución que no tuvieron en cuenta en los programas previos a 1918, etc.
Lamentablemente para ellos, Paul Craig Roberts (1970 y 1971) y Thomas Remington (1984) refutaron esta deliberada mala interpretación de la historia. Como explica Raico (1979), el comunismo de guerra no era simplemente “improvisación” que fracasó por el desastre rodante de esos tiempos. No hubo improvisación porque se tomaron los pasos para deliberadamente acabar con el mercado, la producción de bienes para el beneficio, los precios y el dinero. De eso se trataba el socialismo! Acabar con “las injusticias del sistema capitalista donde unos pocos capitalistas monopolistas poseían la propiedad de los medios de producción y los trabajadores no tenían opción mas que trabajar para ellos y bla, bla, bla.” Tanto Lenin como Trotsky impusieron el programa tan ansiado de terminar con la propiedad, no hubo improvisación alguna. Aún si el plan al inicio era comenzar el camino para llegar al socialismo total, es evidente que era una intención totalmente consiente.
Cuan deliberado era el objetivo de llegar al comunismo total? Veamos lo que decía Trotsky en 1936recordando ese periodo cuando se topó con la cosa que los socialistas odian tanto, eso llamado realidad:
Para Trotsky, intentar acabar con el sistema de precios, expropiar a gente de sus cosas y creer que seguirían produciendo como antes luego de eso, etc. era toparse en conflicto con la realidad. No es de extrañar una afirmación tan “ingenua” viniendo de alguien que en su vida estuvo metido en algo que tenga que ver con la dirección de la producción o empresa y solo fue un revolucionario intelectual toda su vida. Querer cambiar algo que se desconoce totalmente debe ser realmente frustrante.“La vida económica se subordinó por completo a las necesidades del frente… Hay que reconocer, sin embargo, que sus intenciones primitivas fueron más amplias. El Gobierno de los soviets intentó y trató de obtener de la reglamentación una economía dirigida, tanto en el terreno del consumo como en el de la producción. En otras palabras, pensó en pasar poco a poco, sin modificación, del sistema de comunismo de guerra, al verdadero comunismo… Pero el conflicto se señalaba cada vez más entre la realidad y el programa del comunismo de guerra: la producción no cesaba de bajar y esto no se debía solamente a las consecuencias funestas de las hostilidades, sino también a la desaparición del estímulo del interés individual entre los productores.”
Y Lenin también confiesa en 1922 lo intencional de las medidas mientras trata de justificar los nuevos cambios de la NEP:
Queda entonces demostrado que las medidas no eran “improvisadas de emergencia” u “obligadas por las circunstancias fuera de nuestro control”. Sino que eran medidas deliberadamente tomadas para llevar a cabo el “sueño” socialista. Usar la excusa de la improvisación para justificar el desastre, es negar la realidad.“Entonces era una idea muy vaga todavía; pero en 1921, después de haber superado la etapa más importante de la guerra civil, y de haberla superado victoriosamente, nos enfrentamos con una gran crisis política interna…. Fue la primera vez, y confío en que será la última en la historia de la Rusia Soviética, que grandes masas de campesinos estaban contra nosotros, no de modo consciente, sino instintivo, por su estado de ánimo. ¿A qué se debía esta situación tan original y, claro es, tan desagradable para nosotros? La causa consistía en que habíamos avanzado demasiado en nuestra ofensiva económica, en que no nos habíamos asegurado una base suficiente, en que las masas sentían lo que nosotros aún no supimos entonces formular de manera consciente, pero que muy pronto, unas semanas después, reconocimos: que el paso directo a formas puramente socialistas, a la distribución puramente socialista, era superior a las fuerzas que teníamos y que si no estábamos en condiciones de replegarnos, para limitarnos a tareas más fáciles, nos amenazaría la bancarrota. La crisis comenzó, a mi parecer, en febrero de 1921. Ya en la primavera del mismo año decidimos unánimemente – en esta cuestión no he observado grandes discrepancias entre nosotros- pasar a la nueva política económica”
El término “comunismo de guerra” se acuñó luego del periodo 1918-1920. Durante el tiempo en que se implementaron las reformas, se las llamaba simplemente comunismo. Con posterioridad al desastre le agregaron el “de guerra” para poder justificar su fracaso. Pero claramente era un programa socialista, no “de emergencia”. Solo luego de fracasado el plan, los justificadores (algunos se hacen llamar “historiadores”) decidieron llamar al periodo “comunismo de guerra” para enfatizar que no era comunismo “puro”, sino enmarcado en una “guerra” (civil) que sirva de excusa del poco éxito de las medidas. Esa fue la forma de racionalizar a posteriori el fracaso. Como bien explicaRichard Pipes (traducción mía):
“La noción de que el Comunismo de Guerra fue “dictado” por las circunstancias viola los registros históricos, como demuestra la propia etimología del término. El primer uso oficial del término “Comunismo de Guerra” viene de la primavera de 1921, es decir, al momento en que las políticas así etiquetadas estaban siendo abandonadas a favor de la más liberal Nueva Política Económica. Fue entonces cuando las autoridades comunistas, para poder justificar su repentino giro de 180 grados, decidieron culpar de los desastres del pasado inmediato a circunstancias más allá de su control.”
Acaso Lenin veía a su revolución tomando medidas de emergencia por la guerra civil? Claro que no! Para Lenin, Rusia era una sociedad socialista. Acá está él mismo en 1919:
Claramente no está hablando de “medidas de emergencia condicionadas por las circunstancias”, sino del establecimiento consiente del socialismo en Rusia. Hasta tiene el descaro de decir que están teniendo un “mejoramiento” a pesar de la guerra civil:“El trabajo está mancomunado en Rusia a la manera comunista por cuanto, primero, está abolida la propiedad privada sobre los medios de producción y, segundo, porque el Poder proletario del Estado organiza en escala nacional la gran producción en las tierras y empresas estatales, distribuye la mano de obra entre las diferentes ramas de la economía y entre las empresas, distribuye entre los trabajadores inmensas cantidades de artículos de consumo pertenecientes al Estado.”
Es evidente que:“Estas cifras revelan claramente un lento pero constante mejoramiento en el sentido de la victoria del comunismo sobre el capitalismo. Se obtiene este mejoramiento a pesar de las inauditas dificultades motivadas por la guerra civil, que los capitalistas rusos y extranjeros organizan poniendo en tensión todas las fuerzas de las potencias más poderosas del mundo.”
- Lenin decía que el comunismo estaba triunfando a pesar de la guerra civil. Con lo cual culparla del posterior fracaso es absurdo.
- Si el mejoramiento era una “victoria del comunismo sobre el capitalismo”, por que tuvo que dar marcha atrás luego con la NEP? Si era un éxito, por que cambiar todo luego?
La guerra civil no era algo inesperado para los bolcheviques, sino la esperada respuesta de la “burguesía”. De hecho por eso era una dictadura del proletariado! Esta vez era la dictadura de “la mayoría sobre la minoría”, había que obligarlos por la fuerza. Si viene a robarte tu casa un grupo de matones, es muy probable que te defendas, por lo que te someterán por la fuerza. El objetivo (de implementar el socialismo) jamás cambió, pero el cómo hacerlo, las medidas, provocaron el enfrentamiento civil. Nadie puede negar que el surgimiento de la guerra civil coincidió con la intensificación y sistematización de la nacionalización de las industrias, y con el intervencionismo extremo.
Por lo tanto aun asumiendo que el socialismo fracasó “debido a” la guerra civil. No se puede decir que sin ella el mismo hubiera triunfado, pues fueron las propias medidas orientadas a crear el socialismo las que causaron la guerra. El periodo 1918-1921 fue un intento intencional y calculado de medidas para, de inmediato, llevar a cabo el sueño del socialismo marxista “científico”. Dos cosas deben quedar totalmente claras al respecto:
1. Eliminar los derechos de propiedad, el mercado, los precios y el dinero siempre provocará el caos social, desintegración de la división del trabajo y de la sociedad, la vuelta al aislacionismo en la finca familiar, conflictos entre la población, consumo a gran escala de capital y un genocidio masivo en cualquier sociedad donde se implemente. Algo que Ludwig von Mises había demostrado en 1920. 2. Los “grandes líderes” Lenin y Trotsky no tuvieron el más mínimo reparo en realizar políticas orientadas hacia el socialismo que provocaron primero una cruenta (y esperada) guerra civil con 1 millón de muertos y segundo una hambruna, de las formas mas tortuosas y crueles de morir, que mató a 6 millones de inocentes. Lo irónico es que hay muchisimos intelectuales marxistas suficientemente deshonestos como para separar a estos dos personajes del genocida de Stalin, como si ellos no hubieran apiolado a nadie. Tratan a los dos primeros como inocentes intelectuales revolucionarios y a Stalin como un bruto burócrata malo. La realidad, sin embargo, es que la diferencia entre ellos es solamente el número de muertos.