En mi opinión en China me sorprendió la falta de ruido en las nuevas e inmensas ciudades.
Era una sensación muy extraña, asomarte a la ventana y ver pasar las motos y los coches a las tres de la madrugada, pero no había ruido.
O a las jubiladas y jubilados bailando en las plazas, pero no oías la música hasta que no estabas a una distancia cercana.
Bien es cierto que las motos eran eléctricas en su mayoría, pero el logro estaba en que los arquitectos urbanistas y sus equipos, paisajistas, etc. habían podido realizar su trabajo y con gran calidad.
Las ciudades ruidosas se pueden evitar, está más que inventado, solo falta voluntad para llevarlas a cabo.