Kiskilloso XXI
Finis Calvae
https://www.laverdad.es/sociedad/crisis-empanadillas-mercado-neցro-20240514171456-ntrc.html
Es un imprescindible en la lista de la compra de cualquier hogar. Y desde hace semanas, muchas personas le han echado en falta en las estanterías de los supermercados. Hablamos de la clásica masa para empanadillas de La Cocinera. Al principio, parecía un problema sin mucha importancia, pero con el paso de los días, la situación se volvió más preocupante ante la imposibilidad de encontrar en los lineales la bolsa blanca con un dibujo de una cocinera con cofia y delantal y que lleva entre sus manos un plato humeante. Dentro de este paquete, hay 16 obleas para rellenar al gusto del consumidor. Todo un clásico del que ya no queda rastro. Es el inicio de lo que muchos han denominado la crisis en el mundo de las empanadillas.La ausencia de estos productos en los supermercados responde a la falta de harina de calidad, el principal ingrediente que se utiliza para hacer estas obleas. Así lo ha explicado Nestlé en sus redes sociales después de haber recibido numerosas quejas de usuarios que se preguntaban dónde estaban sus empanadillas. Ellos fueron los que en el año 2015 vendieron a Findus todo el grupo La Cocinera exceptuando estas masas típicas, y decidieron comercializarlas bajo su propia marcam Buitoni y conservar su embalaje original.
«¡Hola! Lamentamos informarte que actualmente estamos experimentando una falta de abastecimiento de harina que cumpla con nuestras especificaciones técnicas para garantizar las cualidades de nuestros productos», comenzaban diciendo en respuesta a una de las quejas a través de redes sociales. Esta razón es la que ha llevado a la marca a «suspender temporalmente la fabricación y venta de las obleas durante tres meses», decían ante las quejas y el asombro de los más fanáticos de las empanadillas.
Tal es la falta que hacen estas obleas en los hogares españoles que algunas personas han decidido aprovecharse de la situación y poner a la venta estos productos. Lo hacen a través de aplicaciones de segunda mano, como Wallapop, con los paquetes que les quedaban por casa. Ejemplo de ello, es un usuario de la plataforma que vende un paquete que tenía en su despensa caducado de «hace menos de 30 días» por 60€. Esta cantidad es un precio que multiplica por 60 su precio original, que rondaba 1,20€.