La investigación llevada a cabo por Noruega, Alemania, Dinamarca y Suecia está bajo secreto de Estado. Y es que, aunque saben que es Rusia, no quieren darlo a conocer para no perjudicar la imagen de pilinguin. Todo muy lógico.
Tanto, como que el país que ha financiado y que tiene la llave de un gaseoducto, en lugar de cerrar el grifo, lo vuele y luego se ofrezca a restaurarlo. Toda una lección de estrategia. Seguramente ahora están pensando en volar el Kremlin para castigar a Ucrania, un poco en la misma línea.