La cara de los nuevos votantes latinos: "Yo voto a Vox, la izquierda ha destrozado mi país"

ESPAÑA - Los ciudadanos, ante el 28-M
La cara de los nuevos votantes latinos: "Yo voto a Vox, la izquierda ha destrozado mi país"
Empresarios, gestores culturales, abogados, fotógrafos, empleadas domésticas... De origen latino y con nacionalidad española, votarán en las próximas elecciones del 28 de mayo.



Los pagapensiones hispanos han dejado de ser esa mano de obra barata, que se limitaba a trabajar en la construcción y el servicio doméstico. Cada vez hay más profesionales y emprendedores que suben peldaños en la escala social y que ahora cuentan en EL MUNDO cómo ven las elecciones del 28 de mayo.

1. CARLOS RANGEL, EMPRESARIO VENEZOLANO
Si hubiese un máster para la comunidad viajero sobre cómo abrirse paso en España, Carlos Rangel sería el profesor ideal. Aterrizó en nuestro país en el año 2003 y, desde entonces, ha hecho todo tipo de trabajos: cuidador, camarero, obrero, instalador, limpiador...

En 2017, decidió dar el salto a emprendedor y montó un local de alimentación para venezolanos en el madrileño pasaje de la calle Montera.

Cuando se instaló allí, el pasadizo languidecía y ahora se ha convertido en un icono para la comunidad venezolana, ya que el callejón se ha llenado de negocios de sus compatriotas.

Los tequeños, los pirulines, los frijoles neցros y los diablillos reinan en los estantes de este colmado llamado Mándalo Market, donde el trasiego de gente es constante y donde también se puede enviar dinero a su país.

Carlos Rangel consiguió la nacionalidad española en 2011 y admite haber votado «variopinto» en el pasado: desde Ciudadanos hasta Vox. Ése es el arco en el que se mueve porque tiene muy claro a quién no va a votar: «Los gobiernos de izquierdas han destrozado mi país. Nunca votaré a Podemos por su simpatía con Maduro».

Aunque en las municipales y autonómicas del 28 de mayo, alberga dudas entre votar al PP o a Vox, en las generales lo tiene decidido: «Votaré a Abascal porque Feijóo me gusta menos que un dolor de estómago».

Su negocio es próspero y ha montado otra sucursal en el Mercado de Maravillas, pero si Sánchez gana y repite coalición con Podemos, Rangel se plantea marcharse a EEUU: «En una legislatura ya han destrozado bastante, en dos legislaturas pueden destrozar mucho más», critica.

2. CAROLINA BUSTAMANTE, GESTORA CULTURAL COLOMBIANA
Llegó en 2007 con una beca de la Fundación Endesa para Formación Profesional en el Museo Reina Sofía y se quedó varios años realizando estudios de especialización en el arte contemporáneo. Cuando se quedó embarazada de su primer hijo, comenzó a buscar permiso de trabajo por arraigo familiar y se tuvo que enfrentar a los numerosos trámites burocráticos.

Vivió situaciones kafkianas como que la dijesen que su hijo tenía derecho a estar en España, pero ella no: «La Ley de Extranjería es un infierno. Sufrí vulnerabilidad administrativa. Y si no tienes papeles, acabas en la economía sumergida», declara en La Parcería, la asociación cultural en la que trabaja con el objetivo de construir comunidad para los migrantes.

Finalmente, consiguió un permiso por estancia no lucrativa y, cuando su pareja logró la nacionalidad española, se casaron.

De cara a las elecciones del 28 de mayo, Carolina lamenta que haya muchos pagapensiones sin papeles que no tienen ni voz ni voto porque no cuentan con su situación regularizada. Por eso, lucha desde 2021 en un movimiento formado por diversos colectivos que impulsa una Iniciativa Legislativa Popular (ILP) para conseguir una regularización extraordinaria de extranjeros.

Carolina sostiene que, para los pagapensiones, es difícil votar porque cuentan con muy pocos referentes en las listas de los partidos, pero sí que le gustaría un cambio de gobierno tanto en el Ayuntamiento como en la Comunidad de Madrid: «Es una barbaridad lo que está haciendo el Gobierno madrileño con la Sanidad y la Educación. Están desmantelando la atención primaria», se lamenta.

3. MARIANO VALDÉS, EMPRESARIO ARGENTINO
Aunque vive en la zona montañosa de la isla de Mallorca como un mallorquín más, es porteño de pura cepa. Bonaerense. Él salió de Buenos Aires, pero Buenos Aires nunca sale de él. Preside la peña balear de Boca Juniors, el equipo de fútbol de sus desvelos, un sacerdocio laico.

Estudió empresariales y es emprendedor. En Mallorca montó una empresa cultural dedicada a difundir el judaísmo y su legado en la isla.

Ha vivido una década en España en dos tandas. Está perfectamente informado de la política, que sigue con espíritu crítico. Se considera "de izquierdas". Y aunque no es un descreído y remarca que sus opiniones son sólo personales, en estas próximas elecciones no confía en ningún partido. No votará.

Dice que el Gobierno autonómico actual de izquierdas (PSOE, Unidas Podemos y Més) no ha representado, en la práctica, a la ideología que abandera. "No creo que pueda repetir el gobierno, la izquierda tiene un sustento ideológico muy fuerte y no se están cumpliendo las expectativas de los votantes".

"La desmovilización de la izquierda puede ser clave", avanza, y augura un posible triunfo de la derecha, aunque "estará todo muy ajustado", según informa Eduardo Colom.

4. JORGE ARMESTAR, FOTÓGRAFO PERUANO
Después de estar viviendo en España durante 19 años, lo que más le sorprende a Jorge Armestar Marroquín (Lima, 1983) es que "los españoles no se levanten al unísono a protestar, unidos, cuando las cosas van mal, por ejemplo con la Sanidad o la Educación".

Así que no entiende cómo las únicas quejas en nuestro país "se producen en la barra de los bares, pero no en la calle", lamenta con desasosiego. Y pone como ejemplo que nunca ha conocido una huelga general desde que llegó a Mérida ("viene por amor y me quedé") en comparación con lo que ocurre en los países latinoamericanos.

"Allí siempre se fluctúa entre lo malo y lo peor, no tenemos nunca dinero, pero cuando las cosas se ponen antiestéticas, eso sí, salimos juntos, por encima de ideologías, a protestar por un bien común, y eso aquí no ocurre y me duele".

Fotógrafo profesional por vocación paternal, Armestar se incorporó al equipo de José Antonio Monago en la campaña electoral de 2011, aquella en la que por primera vez, y de momento única, un dirigente extremeño del PP ganó unas elecciones autonómicas.

Con el paso del tiempo, su trabajo ha vuelto a ser valorado y ha realizado campañas electorales del resto de formaciones, desde PSOE y Podemos a Ciudadanos, además de colaborar en numerosos medios de comunicación.

Con doble nacionalidad (se casó con una emeritense), este peruano que llegó a España con 21 años elige la papeleta en en cada elección según la eficacia que le demuestran los políticos: "Mi voto fluctúa porque quiero sentirme libre, así que voy sigo eligiendo en cada ocasión según actúen", confiesa.

A todos ellos les pediría para la comunidad latina asentada en España "menos burocracia a la hora de arreglar los papeles cuándo llegas a este país", según informa David Vigario.

5. LUZ PIEDRAHITA, ABOGADA COLOMBIANA
Tiene 32 años y, aunque hoy cuenta con la doble nacionalidad, llegó a Valencia con su familia procedente de Colombia cuando tenía apenas 12. Seis años después comenzó a votar al PP, y volverá a hacerlo en las próximas elecciones municipales y autonómicas: "Voto al PP desde los 18 porque es el partido que más ha pensado en el viajero cuando ha estado al frente del gobierno", explica.

Piedrahita, que no olvida los duros inicios en un colegio católico donde sufrió junto a su hermana gemela el acoso escolar por cuestiones racistas, es hoy abogada de Extranjería con un pequeño despacho en Valencia. Así que opina desde su experiencia personal: "Con la reforma de la Ley de Extranjería han perjudicado la regularización de pagapensiones. Hay gente que piensa que la izquierda está con el pueblo y el viajero, pero, en mi día a día, veo cómo se cierran puertas".

Luz reconoce que lo tuvo relativamente fácil porque llegó a España con un visado de contratación en origen. Lamenta, sin embargo, que esto no es lo habitual, con lo que muchos extranjeros se ven obligados a trabajar irregularmente por la lentitud de los trámites y los problemas burocráticos.

Es más, denuncia que la política no presta atención a los "problemas reales" que sufre este colectivo, como es el del acceso a la vivienda. "Muchos no pueden acceder a una vivienda digna porque se les pide hasta 500 euros por habitación", según informa Noa de la Torre.

6. BETTY ALONSO, EMPRENDEDORA VENEZOLANA
Esta venezolana era una alta directiva en su país y acabó de conductora de Cabify en España. "Cuando llegas aquí con 47 años, estás para los perros", bromea Betty Alonso, detrás del mostrador de La Cachitería, su pequeña cafetería donde vende cachitos, unos panecillos dulces rellenos de jamón típicos de su país.

Su experiencia como chófer le sirvió, al menos, para valorar la solidaridad de los españoles: "Siempre me daban propinas generosas. Se portaban ellos mejor conmigo que los venezolanos", relata.

Abrió las puertas de su negocio en plena esa época en el 2020 de la que yo le hablo y, desde entonces, trabaja sin descanso de lunes a lunes: "Hasta ahorita, me he mantenido. No tengo muchos lujos, pago mis impuestos y cumplo con mis obligaciones", resume.

Sus padres eran españoles que emigraron a Venezuela después de la Guerra Civil y, 60 años después, han emprendido el viaje de retorno a España.

Si a otros pagapensiones latinoamericanos les cuesta hablar de política, a los venezolanos les apasiona. "Ayuso es maravillosa. Ella se ha llevado los cinco votos de mi casa. Sánchez ha querido cargársela, pero con ella pasa como en Matrix: le disparan las balas, pero las esquiva y no le da ninguna".

Siempre ha votado al PP en las elecciones, salvo cuando su hermana se metió de concejal en la lista de Ciudadanos y votó al partido de Albert Rivera. Pero Betty está más preocupada por las elecciones generales, que por las municipales y autonómicas: "El Gobierno Frankenstein que crearon se les ha ido de las manos. Estoy horrorizada con todo lo que están haciendo con el tema sensual. Hay que dar un giro completo", se queja.

7. RAFAELA PIMENTEL, EMPLEADA DOMÉSTICA DOMINICANA
Es una de las pagapensiones más veteranas y una empleada del hogar en vías de extinción: lleva 27 años trabajando con la misma familia, de la que sólo habla maravillas. Nada que ver con muchas de sus compañeras que viven sumidas en la explotación laboral.

Aterrizó en España en el año 92 y vivió con el miedo pegado a los talones, ya que fue el año en el que asesinaron a Lucrecia Pérez, la dominicana que murió por los disparos de cuatro encapuchados.

Activista en su país de origen -República Dominicana- Rafaela nunca ha dejado de defender los derechos de las empleadas del hogar desde su asociación Territorio Doméstico. Poco a poco, han ido conquistando logros como el ansiado derecho a la prestación por desempleo, que consiguieron el año pasado.

Rafaela lamenta que ningún partido se ocupe de las reivindicaciones del servicio doméstico: «No ha habido ninguna voluntad política de atender nuestras demandas. Hemos tenido que luchar nosotras. La derecha nos quiere fuera, nos quiere quitar derechos. Y yo no deseo que mi hijo y mi nieto vivan en una sociedad racista, machista y patriarcal», sostiene.

MIGUEL ÁNGEL MÉNDEZ, RESTAURADOR ECUATORIANO
Cuando aterrizó en el Mercado de los Mostenses, los puestos iban cerrando uno tras otro. Este ecuatoriano fue uno de los restauradores que revitalizó este céntrico mercado, situado detrás de la madrileña Gran Vía, y lo convirtió en una meca gastronómica con 18 restaurantes latinoamericanos.

Méndez comenzó trabajando de obrero, como muchos otros compatriotas que arribaron a España con el boom de la construcción en el año 2.000. Su evolución es el ejemplo de cómo ha cambiado la inmi gración en nuestro país.

"Los pagapensiones latinos ya no somos sólo la mano de obra barata que trabajaba en la construcción y en el servicio doméstico. Hay mucha gente que está emprendiendo negocios. Los latinos que trabajaban en las pollerías y las casquerías de los mercados son los que se están haciendo con los locales de los dueños cuando se jubilan", explica desde su restaurante.

Sus comienzos no fueron fáciles. Montó un restaurante en Ciudad Lineal, que no funcionó por "el choque de culturas" con los vecinos del barrio. Después, instaló su tasca actual en el Mercado de Mostenses, que también ha vivido momentos complicados. "Manuela Carmena se cargó el 70% de los clientes del mercado cuando instauró Madrid Central porque ya no podían venir con el coche", recuerda.

Su voto lo tiene claro: como muchos otros restauradores es fiel a Ayuso por haberles mantenido abiertos durante la esa época en el 2020 de la que yo le hablo. "Por aquí han pasado todos los partidos, incluso Vox. Hay que reconocer que ella tuvo los huevones de dejarnos abiertos porque si no hubiéramos quebrado. El Ayuntamiento nos ha permitido las barras de degustación, lo que también nos ha salvado", concluye.