Al medio rural hay que ir a hacer la REVOLUCIÓN, no a HUIR.
Los urbanitas no son sólo víctimas, son corresponsables de que las ciudades se hayan convertido en lo que son, una trituradora de humanos. Por tanto, el medio rural hay que ir a hacer vida rural, no a hacer vida moderna, tecnológica, hedonista, etc. y menos aún vida dependiente del ESTADO y del CAPITALISMO y del TRABAJO ASALARIADO.
Al medio rural hay que ir a crear una sociedad parcialmente autosuficiente en todos los órdenes de la existencia, y para ello lo correcto es crear una sociedad autogobernada en asambleas omnisoberanas, con derecho consuetudinario, bienes comunales, propiedad privada conseguida sin trabajo asalariado (o el mínimo posible) y pueblo en armas.
Esto sería el objetivo final, por tanto es un camino muy largo y duro, del que hay que dar (como en todo camino) el primer paso. Los caminos fáciles y CÓMODOS son precisamente los que nos han llevado a la situación dramática actual.
Hay que decidir si queremos seguir bajo el paradigma de la COMODIDAD (sobre todo mental, la más nociva de todas) o bien cambiar al paradigma del ESFUERZO, la LIBERTAD y la CONVIVENCIA.
Al mundo rural hay que ir a convivir, no a aislarse. Por eso es mejor ir a un pueblo pequeño, todavía habitado, pero en vías de abandonarse.
A los pueblos hay que ir con espíritu de SERVICIO. Hay que ir a los pueblos incluso para trabajar limpiando culos a los ancianos.... Hay que ir a los pueblos diciendo: aquí estoy, ¿qué hay que hacer?
Una vez que demuestres, con hechos, tu espíritu de servicio, los lugareños estarán más dispuestos a escuchar tus propuestas. Propuestas que, a pesar de venir de un urbanita (en este caso urbanita consciente), serán mejores que cualquier cosa que se les ocurra a los lugareños, los cuales, como digo, en su mayoría ancianos, ya no tienen ganas ni fuerzas para luchar.
Pero al mismo tiempo, repito, aprender de esos ancianos, todo lo que haga falta, que será mucho. Pero el futuro ya no lo pueden proyectar ellos.
En realidad lo que hay que hacer es lo lógico, lo normal, lo humano, lo que siempre se hizo hasta que el dúo ESTADO-CAPITAL y sus castas de expertos lo destruyó todo.... Lo que hay que hacer es la unión de ancianos y jóvenes, y no la separación y desconfianza entre ellos, promovida por el dúo ESTADO-CAPITAL.
Unión ancianos-jóvenes, hombres-mujeres, autóctonos-pagapensiones, etc. y todos unidos contra el dúo ESTADO-CAPITAL.
Si no se da esa UNIÓN DEL PUEBLO LLANO, todo irá a peor, según la agenda marcada por el dúo ESTADO-CAPITAL.