david53
Madmaxista
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Un informe interno desmiente las críticas a Navantia de la comisión de investigación de Oslo
La fragata KNM Helge Ingstad, tras colisionar con un petrolero, en el oeste de Noruega
La colisión entre un petrolero y la fragata noruega Helde Ingstad el pasado 8 de noviembre al oeste del país nórdico fue fruto de “un error humano”, según un informe interno de la Armada española.
Este documento, adelantado por Abc, contradice a la Comisión Noruega de Investigación de Accidentes (AIBN), que en sus conclusiones preliminares culpó el pasado jueves del hundimiento del buque de guerra a fallos “críticos de seguridad” en el diseño del astillero público español Navantia.
Mientras que la comisión noruega pasaba de puntillas sobre las causas del siniestro, limitándose a señalar que “no fue provocado por un hecho aislado, sino por una serie de factores complejos que interactuaron entre sí”, y sugiriendo que la fragata pudo confundir las luces del petrolero con las del muelle de carga, la nota de la Armada española detalla, con la información disponible, una serie de presuntos incumplimientos de las normas de navegación.
Explica que la fragata navegaba “a una velocidad muy elevada” (17,4 nudos), pese a tras*itar por el interior de un fiordo; no llevaba activado el sistema AIS (de identificación de buques); desatendió los llamamientos del petrolero para echarse a estribor (derecha), como corresponde cuando dos buques se encuentran de frente; no hizo uso del frenado de emergencia (crash-stop) y maniobró demasiado tarde para evitar la colisión.
El exceso de confianza y relajación “pudieron repercutir de manera negativa” en las decisiones que tomó la tripulación de la fragata, “que regresaba de casi un mes de maniobras” y se encontraba ya cerca de su base, explica la nota de la Armada.
El punto central del informe se refiere, sin embargo, a la supuesta falta de estanqueidad de la fragata construida por Navantia, lo que, según la comisión noruega de investigación, provocó que la inundación se extendiera más de lo previsto, provocando su hundimiento.
Según la comisión noruega, la grieta abierta por la colisión con el petrolero provocó la inundación de tres de los 13 compartimentos de la fragata, pero más tarde se advirtió que el agua se colaba por el hueco de las hélices, inundando un cuarto compartimento y obligando a evacuar el buque. La extensión de la inundación por el interior del buque se debería a su “falta de estanqueidad”.
Sin embargo, a partir del análisis de las imágenes de la fragata, la Armada española señala que la grieta visible es de 18,2 metros (un 15% de la eslora), con tres compartimentos inundados. Pero añade que probablemente bajo la línea de flotación resultó afectado un cuarto compartimento y hasta un quinto, debido a otra grieta que explicaría la presencia de combustible de aviación en el mar.
Los requisitos de diseño de un barco de estas características obligan a que se mantenga a flote con una grieta de hasta el 15% de la eslora, por lo que solo el daño visible estaba en el límite de lo tolerado. “En base al comportamiento de la fragata tras la colisión, se concluye que esta cumple con los criterios de supervivencia […] ya que las dimensiones de los daños producidos superan los límites exigidos en su construcción y aún sus 134 tripulantes pudieron ser rescatados”, señala. “Cualquier buque de características similares sería incapaz de controlar la inundación”.
El informe deja la duda de si el comandante de la fragata aplicó antes de adentrarse en el fiordo el procedimiento Zebra, que refuerza la estanqueidad de todos los compartimentos por debajo de la línea de flotación.
La Armada española atribuye a un
La fragata KNM Helge Ingstad, tras colisionar con un petrolero, en el oeste de Noruega
La colisión entre un petrolero y la fragata noruega Helde Ingstad el pasado 8 de noviembre al oeste del país nórdico fue fruto de “un error humano”, según un informe interno de la Armada española.
Este documento, adelantado por Abc, contradice a la Comisión Noruega de Investigación de Accidentes (AIBN), que en sus conclusiones preliminares culpó el pasado jueves del hundimiento del buque de guerra a fallos “críticos de seguridad” en el diseño del astillero público español Navantia.
Mientras que la comisión noruega pasaba de puntillas sobre las causas del siniestro, limitándose a señalar que “no fue provocado por un hecho aislado, sino por una serie de factores complejos que interactuaron entre sí”, y sugiriendo que la fragata pudo confundir las luces del petrolero con las del muelle de carga, la nota de la Armada española detalla, con la información disponible, una serie de presuntos incumplimientos de las normas de navegación.
Explica que la fragata navegaba “a una velocidad muy elevada” (17,4 nudos), pese a tras*itar por el interior de un fiordo; no llevaba activado el sistema AIS (de identificación de buques); desatendió los llamamientos del petrolero para echarse a estribor (derecha), como corresponde cuando dos buques se encuentran de frente; no hizo uso del frenado de emergencia (crash-stop) y maniobró demasiado tarde para evitar la colisión.
El exceso de confianza y relajación “pudieron repercutir de manera negativa” en las decisiones que tomó la tripulación de la fragata, “que regresaba de casi un mes de maniobras” y se encontraba ya cerca de su base, explica la nota de la Armada.
El punto central del informe se refiere, sin embargo, a la supuesta falta de estanqueidad de la fragata construida por Navantia, lo que, según la comisión noruega de investigación, provocó que la inundación se extendiera más de lo previsto, provocando su hundimiento.
Según la comisión noruega, la grieta abierta por la colisión con el petrolero provocó la inundación de tres de los 13 compartimentos de la fragata, pero más tarde se advirtió que el agua se colaba por el hueco de las hélices, inundando un cuarto compartimento y obligando a evacuar el buque. La extensión de la inundación por el interior del buque se debería a su “falta de estanqueidad”.
Sin embargo, a partir del análisis de las imágenes de la fragata, la Armada española señala que la grieta visible es de 18,2 metros (un 15% de la eslora), con tres compartimentos inundados. Pero añade que probablemente bajo la línea de flotación resultó afectado un cuarto compartimento y hasta un quinto, debido a otra grieta que explicaría la presencia de combustible de aviación en el mar.
Los requisitos de diseño de un barco de estas características obligan a que se mantenga a flote con una grieta de hasta el 15% de la eslora, por lo que solo el daño visible estaba en el límite de lo tolerado. “En base al comportamiento de la fragata tras la colisión, se concluye que esta cumple con los criterios de supervivencia […] ya que las dimensiones de los daños producidos superan los límites exigidos en su construcción y aún sus 134 tripulantes pudieron ser rescatados”, señala. “Cualquier buque de características similares sería incapaz de controlar la inundación”.
El informe deja la duda de si el comandante de la fragata aplicó antes de adentrarse en el fiordo el procedimiento Zebra, que refuerza la estanqueidad de todos los compartimentos por debajo de la línea de flotación.
La Armada española atribuye a un