emos_sio_engañás
Intel "Drewell" 1333 DDR3 x 16GB-3700 Ghz HD7770
La Felicidad puede ser medida por la cantidad de buenos sentimientos que tiene como emoción básica una persona durante un lapso de tiempo. Los y las jóvenes de hoy en día tienden a mostrar un patrón de ira, hostilidad, descontento que, a la larga y como emoción de base en una emoción negativa que reproduce un patrón de tristeza, que, acentuado en el tiempo propende a tener una juventud basada en el estado de desidia, hostilidad con las generaciones precedentes y descontento generalizado.
Viejas canciones hablando de emociones positivas y descontento generalizado, la Certeza de la Felidad se encontró en un tiempo pretérito y una huida hacia delante en una suerte de lucha que ve como los y las mujeres y hombres del pasado vivimos emociones más intentas, reales, vívidas...
Hipérboles de el patrón "buscador de emociones" aunque se incurra en una serie de riesgos que desdeñan en pro de una suerte de huída hacia una búsque del placer inmediato, del placer ciego y un desdén y una negación hacia la capacidad del esfuerzo y el lacer demorado o dosificado que vivimos las generaciones precedentes, pues, como dijo alquien en este foro "sin esfuerzo no existe recompensa" y "en la vida hay que hacer, conseguir, y entonces, celebrar". La vida como una fiesta continua no apareja sino otra suerte de desidia vital, rebozada en el enfado flagrante mediante esta insatisfacción, que busca en los placeres de la sociedad actual y de la información todas aquellas emociones reales que vivimos nosotros y nosotras de forma presencial y en la menara antes descrita de esfuerzo - recompensa.
Una huída a toda costa del del esfuerzo, "la vida fácil" del que quiere esforzarse por no trabajar ¡Cuánto trabajaré por no trabajar" rezaba el viejo trabajador andaluz. Y es que por no hacer 10 se da un rodeo de 30.
Viejas canciones hablando de emociones positivas y descontento generalizado, la Certeza de la Felidad se encontró en un tiempo pretérito y una huida hacia delante en una suerte de lucha que ve como los y las mujeres y hombres del pasado vivimos emociones más intentas, reales, vívidas...
Hipérboles de el patrón "buscador de emociones" aunque se incurra en una serie de riesgos que desdeñan en pro de una suerte de huída hacia una búsque del placer inmediato, del placer ciego y un desdén y una negación hacia la capacidad del esfuerzo y el lacer demorado o dosificado que vivimos las generaciones precedentes, pues, como dijo alquien en este foro "sin esfuerzo no existe recompensa" y "en la vida hay que hacer, conseguir, y entonces, celebrar". La vida como una fiesta continua no apareja sino otra suerte de desidia vital, rebozada en el enfado flagrante mediante esta insatisfacción, que busca en los placeres de la sociedad actual y de la información todas aquellas emociones reales que vivimos nosotros y nosotras de forma presencial y en la menara antes descrita de esfuerzo - recompensa.
Una huída a toda costa del del esfuerzo, "la vida fácil" del que quiere esforzarse por no trabajar ¡Cuánto trabajaré por no trabajar" rezaba el viejo trabajador andaluz. Y es que por no hacer 10 se da un rodeo de 30.