La picota era buena idea. Y una cesta de tomates y cebollas podridos para lanzar.Parece que las palabras de Prada rascan en el rojerío patrio. Eso está bien. Sin embargo yo ni les ahorcaría, ni les descuartizaría, simplemente les encarcelaría de por vida en una jaula al aire libre en plena ciudad para escarnio y humillación públicas.