luisgarciaredondo
Madmaxista
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Yo tardé en entender lo que era el protestantismo. De hecho recuerdo una pelicula hace décadas, que vi siendo un crio. Un típico ***etín yanqui que contaba una historia truculenta. Como un pastor protestante más malo que el malo, que violaba y maltrataba a sus hijas, cometía todo tipo de bajezas y tropelías, luego por otro lado era un encendido defensor de la fe, apasionado lector de la biblia, predicador obsesivo, devoto de Cristo y todo ello sin supuestamente ser un loco o un hipócrita. NO podía entenderlo. Era un crío que había sido educado en el catolicismo más sencillo. Si obras mal eres un mal cristiano y vas al infierno si obras bien vas al cielo. Por tanto no me cabía en la cabeza.
Años después leyendo sobre este tema lo entendí todo. El guionista no era un tarado y un loco. Era luteranismo en vena. El tipo simplemente era en la práctica libre para hacer todo tipo de maldades, porque el hombre como tal es de naturaleza perversa y pecadora, por tanto solo hace lo que tiene que hacer. Todo ello se justifica por su fe y devoción a la figura de Cristo. Por tanto nunca pierde la esperanza de salvarse a pesar de cometer los crímenes más abyectos, porque solo precisa creer en que Dios le salvará en su infinita misericordia. Con dos huevones. Como el niño que es capaz de cometer las mayores travesuras porque sabe que su progenitora que lo quiere con locura le perdonará cualquier cosa.
Y esta aberración, nos la venden como un tremendo avance al parecer.
Años después leyendo sobre este tema lo entendí todo. El guionista no era un tarado y un loco. Era luteranismo en vena. El tipo simplemente era en la práctica libre para hacer todo tipo de maldades, porque el hombre como tal es de naturaleza perversa y pecadora, por tanto solo hace lo que tiene que hacer. Todo ello se justifica por su fe y devoción a la figura de Cristo. Por tanto nunca pierde la esperanza de salvarse a pesar de cometer los crímenes más abyectos, porque solo precisa creer en que Dios le salvará en su infinita misericordia. Con dos huevones. Como el niño que es capaz de cometer las mayores travesuras porque sabe que su progenitora que lo quiere con locura le perdonará cualquier cosa.
Y esta aberración, nos la venden como un tremendo avance al parecer.
