Jóvenes independentistas rebautizan calles "monárquicas" sustituyendo sus placas originales
La plaza Joan Carles I ha pasado a ser la del Cinc d'Oros, según la falsa identificación
La plaza Joan Carles I de Barcelona, situada en el cruce de la avenida Diagonal con el Passeig de Gràcia, existe solamente en los mapas desde hace unos 10 días. Un grupo de jóvenes independentistas ha arrancado la única placa visible que marca el nombre oficial de este lugar y la ha sustituido por otra de falsa que indica a los turistas y a más de un ciudadano despistado que se encuentra en la plaça del Cinc d'Oros, nombre con el que desde hace décadas se conoce popularmente este punto de la ciudad, ahora dedicado al Rey de España.
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Los miembros de la Assamblea de Joves de Gràcia, que han reivindicado la acción como una medida contra la "simbología española", también han cambiado placas en otras dos vías del distrito: la avenida del Príncep d'Astúries y la calle del Secretari Coloma.
En su cruce con la calle del Bretón de los Herreros, la avenida dedicada al Príncipe tiene desde hace ya días una falsa placa que la identifica por su antiguo nombre, Riera de Cassoles. Por su parte, la calle dedicada al que fuera secretario del rey Juan II y notario de Fernando II luce ahora, en su cruce con la calle Romans, un indicativo que la denomina como calle de Pau Alsina.
En su página web, donde se pueden ver fotografías de cómo los jóvenes arrancan las placas a plena luz del día con la ayuda de una escalera, la Assamblea de Joves de Gràcia asegura que las calles afectadas llevaban nombres de "carácter españolista, franquista y postfranquista".
Fuentes municipales han quitado importancia a este acto de "vandalismo" asegurando que la sustracción o sustitución de placas de las calles sucede con cierta frecuencia y que el procedimiento habitual es reponer las señales afectadas.
Imposible encontrar la plaça Joan Carles I
El conserje del edificio que ahora luce la falsa placa que recupera el nombre de Cinc d'Oros para el cruce de la avenida Diagonal con el Passeig de Gràcia asegura que descubrió el cambiazo el pasado día 17 y que inmediatamente llamó a la Guardia Urbana, que le derivó al Ayuntamiento, donde, tras hablar con distintos departamentos, logró que tomaran nota de la sustracción de la placa.
Pasados diez días, Bartolomeo Sotés se pregunta cómo todavía ningún operario municipal se ha tomado la molestia de quitar la señal falsa y cuenta que ya se ha encontrado con numerosos turistas desconcertados al ser incapaces de encontrar la plaça de Joan Carles I. En todo el cruce, solamente una placa, semi-borrada y escondida tras las lonas de un andamio, certifica el nombre oficial del cruce.
En el taller de persianas Rull, situado en la avenida Príncep d'Astúries, el descubrimiento que alguien había decretado su mudanza a la riera de Cassoles se produjo al volver de Semana Santa. También ellos informaron inmediatamente a las autoridades del cambio y siguen a la espera de que se restituya la placa con el nombre oficial de la vía.
