"J.B. fue detenido y acusado de instigar los disturbios. Mientras la Guardia Nacional se lo llevaba, vio cómo ocho de las casas de sus inquilinos, así como su propia casa, eran pasto de las llamas. Fue trasladado a un campo de internamiento con su nueva mujer, Augusta. Para él, el campo fue casi más mortal que el ataque contra Greenwood.
«Mi hijo John estaba confinado en el mismo lugar que yo», escribió J.B. «Había oído por casualidad la conversación entre un excongresista y un senador estatal, etc. “Tendremos a Stradford esta noche”, dijo uno de ellos. “Lleva aquí demasiado tiempo (15 años o más) y les ha enseñado a los neցros que son tan buenos como los blancos. Esta noche lo lincharemos.”».
Para evitar que lo lincharan, J.B. actuó con rapidez. Los presos neցros necesitaban un padrino blanco para salir del campo. J.B. recurrió a un hombre blanco con el que tenía buenas relaciones para que les ayudara a él y a su esposa a escapar por una puerta lateral y los llevara al pueblo cercano de Sand Spring. Desde allí viajaron a Independence, Kansas, donde vivía su hermano. J.B. nunca volvió a Greenwood.