laresial
Madmaxista
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Y no te olvides de todos esos policías y guardias civiles socialistas que estaban en el ajo.
Porque todo el mundo sabe que la policía y la guardia civil es un nido de gente de izquierdas, y qué mejor forma de cambiar el gobierno que hacer volar a 200 personas por los aires (todo muy creíble
Existe constancia, por la declaración de un directivo de la empresa Remimfer ante la juez Coro Cillán, de que miembros de la Policía y de la Guardia Civil se personaron en Tafesa durante el proceso de reparación, para examinar aquel único vagón del 11-M no desguazado: "Pasó dos veces la Policía y la Guardia Civil mientras hacía la reparación de la unidad. Pasaron Policía y Guardia Civil y Vigilancia de Renfe, para ver los materiales….". El Ministerio de Interior tenía perfectamente localizado, por tanto, el lugar donde ese vagón estaba y sabía de la existencia de la chatarra que se había extraído de la zona del foco de explosión.
Claro, ¿por qué dirían que todos los trenes del 11m al juez Bermúdez fueron destruidos?
¿Quien ordenó destruir los trenes del 11-M? - Los enigmas del 11M
"Como cuenta hoy Angela Martialay en Libertad Digital, la juez Coro Cillán - que instruye la querella por manipulación de pruebas presentada por la Asociación de Ayuda a las Víctimas del 11-M contra el ex-responsable de los Tedax, Sánchez Manzano, y su jefa de laboratorio - ha enviado un oficio a la Audiencia Nacional para que confirme si fue el juez Del Olmo quién ordenó comenzar a destruir los trenes del 11-M cuarenta y ocho horas después de la masacre.
Porque, aunque ya lo hemos repetido muchas veces, en los 150.000 folios del sumario del 11-M no consta quién dio la orden de destrucción. Sí que consta que fue el juez Del Olmo el que ordenó quemar en el vertedero de Valdemingómez las prendas de ropa y efectos personales de las víctimas que nadie hubiera reclamado, pero en ninguna parte se indica quién mandó achatarrar los trenes.
Es decir, no consta en ninguna parte quién mandó (incumpliendo la Ley de Enjuiciamiento Criminal) hacer desaparecer los propios escenarios del crimen. Nadie se atrevió a poner su firma en semejante barbaridad, que fue el origen de todas las manipulaciones de pruebas posteriores: sin la desaparición de los trenes, hubiera sido imposible sustituir las pruebas originales del delito por otras aparecidas fuera de los vagones atacados."
Trenes que curiosamente, luego aparecieron, en un vertedero de la RENFE.
Hallado uno de los focos de explosión del 11-M - Libertad Digital
Hallado uno de los focos de explosión del 11-M
La chatarra correspondiente al foco de explosión de Santa Eugenia permaneció 8 años en la empresa en un cobertizo de la empresa Tafesa.
Nada más producirse el atentado del 11-M, los vagones atacados fueron destruidos con una rapidez sorprendente. Sólo uno de los vagones no fue desguazado: el único vagón que había estallado en el tren de Santa Eugenia.
El tren completo de Santa Eugenia –compuesto por una unidad de cabecera y otra de cola, cada una de ellas con tres vagones– fue llevado por las vías hasta la estación de clasificación de Renfe en Vicálvaro el mismo 11-M por la noche.
Para acto seguido, ser destruido o hecho desaparecer, inmediatamente...
Desaparece el foco de explosión del 11-M hallado por Libertad Digital - Libertad Digital
Desaparece el foco de explosión del 11-M hallado por Libertad Digital
Las instalaciones donde se guardaba precintado el foco de explosión encontrado por Libertad Digital han quedado totalmente desmanteladas.
Abandono total del foco de explosión
Las dos testigos rumanas ratifican que vieron a Zougam
Fotos: Restos de la estación de Santa Eugenia
Carlos Sánchez de Roda 2013-10-27
En febrero de 2012 Libertad Digital descubría los restos de un foco de explosión del 11-M. Se trataba del vagón que estalló en la estación de Santa Eugenia, y que se encontraba en el cobertizo de unas instalaciones de la empresa Tafesa, sin que hubiera sido requerido por parte del proceso judicial para su inspección y recaudación de pruebas. El pasado septiembre, también Libertad Digital denunciaba el estado de total abandono de dicho foco. Entonces, a mediados de septiembre, LD advertía de que tan sólo un año y tres meses después de que se cerraran las diligencias de investigación de los restos abiertas a instancias de la Fiscalía General del Estado por parte de la Fiscalía de Madrid, los almacenes que albergaban los mismos están desiertos y medio en ruinas.
En cualquier caso, entre los grafitis y desechos que había en las instalaciones, todavía se mantenía en pie el cobertizo que aún albergaba restos del vagón explosionado. Aparecía desprecintado, como acreditan las imágenes aportadas por Libertad Digital, y visiblemente abandonado. Cabe recordar que tras archivar la investigación, la Fiscalía dejó la custodia de los restos a disposición del Juzgado de Instrucción número 6 de Madrid, sin que haya trascendido información en contrario durante estos últimos meses.
Pues bien, ahora, en octubre de 2013, un mes después de denunciar el abandono de las instalaciones y casi diez años después del 11-M, los restos del único foco de explosión por cuya autoría material hay un condenado, desaparecen en medio de la más absoluta desidia. Desaparece la única prueba de la existencia de un cráter en el suelo del tren -ignorado por los peritos-. Una prueba que puede ser determinante para aclarar si esa bomba había podido ser colocada por alguien que accediese a ese coche poco antes de producirse la explosión.
Borrada este última huella, queda por averiguar quién se ha llevado esos restos y tratar de ponerse en contacto con él. A lo mejor el Juzgado número 6 de la AN adopta ahora esas disposiciones a las que se refería la Fiscalía cuando puso los retos a su disposición. Con un poco de suerte, ahora la Guardia Civil o la Fiscalía se dignan autorizar el desprecintado del cobertizo.
De un día para otro, los pasados 22 y 23 de octubre seguían desapareciendo los poco restos que quedaban del tren de Santa Eugenia en los almacenes de Tafesa. El día 22 sólo quedaba el techo del tren y del cobertizo situado en la zona del almacén apenas quedaba la armadura. El día 23 la chapa del techo había desaparecido.
En cuanto al conjunto de talleres, sólo con un vistazo puede verse que también han desaparecido las grandes puertas metálicas que guardaban las naves. Esos días, se pudo observar a un grupo de personas. Una furgoneta blanca con personal de Prosegur, un coche de la Policía Nacional y otro personal vestido de traje. Una vez terminaron sus comprobaciones, desparecieron del recinto, donde llegaron minutos después grupos de curiosos y chatarreros atraídos por el interior de las instalaciones que ahora eran accesibles.
Pues bien, ahora, en octubre de 2013, un mes después de denunciar el abandono de las instalaciones y casi diez años después del 11-M, los restos del único foco de explosión por cuya autoría material hay un condenado, desaparecen en medio de la más absoluta desidia. Desaparece la única prueba de la existencia de un cráter en el suelo del tren -ignorado por los peritos-. Una prueba que puede ser determinante para aclarar si esa bomba había podido ser colocada por alguien que accediese a ese coche poco antes de producirse la explosión.
Borrada este última huella, queda por averiguar quién se ha llevado esos restos y tratar de ponerse en contacto con él. A lo mejor el Juzgado número 6 de la AN adopta ahora esas disposiciones a las que se refería la Fiscalía cuando puso los retos a su disposición. Con un poco de suerte, ahora la Guardia Civil o la Fiscalía se dignan autorizar el desprecintado del cobertizo.
De un día para otro, los pasados 22 y 23 de octubre seguían desapareciendo los poco restos que quedaban del tren de Santa Eugenia en los almacenes de Tafesa. El día 22 sólo quedaba el techo del tren y del cobertizo situado en la zona del almacén apenas quedaba la armadura. El día 23 la chapa del techo había desaparecido.
En cuanto al conjunto de talleres, sólo con un vistazo puede verse que también han desaparecido las grandes puertas metálicas que guardaban las naves. Esos días, se pudo observar a un grupo de personas. Una furgoneta blanca con personal de Prosegur, un coche de la Policía Nacional y otro personal vestido de traje. Una vez terminaron sus comprobaciones, desparecieron del recinto, donde llegaron minutos después grupos de curiosos y chatarreros atraídos por el interior de las instalaciones que ahora eran accesibles.
¿Responsables por hacer desaparecer los restos del asesinato de 200 personas y herir a 2.000?
Ninguno.
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