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Javier Bardem: "Criticar la Sirenita de color es sembrar el repruebo en los niños"
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Javier Bardem: "Criticar la Sirenita de color es sembrar el repruebo en los niños"
El actor demuestra sus dotes para cantar y bailar en 'Lilo, mi amigo el cocodrilo', su primera película enfocada al público infantil y familiar
Javier Bardem, el jueves, en la presentación en Madrid de 'Lilo, el cocodrilo'.J.J.GuillenEFE
Cada vez que canta o baila Javier Bardem nos sorprendemos. Y sin embargo, cada vez lo hace más a menudo. ¿Es esta su nueva vocación?No hace mucho me recordaban que también cantaba en 'bemoles de oro' una canción de Julio Iglesias. Es completamente un accidente. Recuerdo que estuve a punto de trabajar con Rob Marshall en 2009. Me hizo una prueba para Nine. No estaba muy seguro, pero hice la audición y me cogió. Luego tuve que renunciar porque iba que hacer Biutiful. Más tarde me llamó otra vez para La Sirenita, canté una canción y me volvió a contratar. En una pausa me llamaron para 'Ser los Ricardo' y ahí canté tres canciones. Sí, es así. No es algo que busque, pero ha pasado. Sin embargo, sí es cierto que esta película es la más ambiciosa de todas.¿Cuál es la clave o el secreto de bailar bien ahora que ya lo hace?La alegría. Lo que más me sorprende de los que bailan y cantan como Dios es que además de hacerlo técnicamente bien, lo hacen con alegría. Eso es, para mí, lo realmente difícil. Lo complicado es hacer algo muy difícil, pero tan confiado en que lo estás haciendo que regalas placer. Lo importante es que la gente disfrute aunque, a veces, tú sufras.
Algunos de sus personajes figuran en la lista de los peores villanos de la historia del cine y su imagen, como exjugador de rugby que es, está asociada a la masculinidad más dura. ¿Hasta qué punto es un acicate el doblarle la muñeca al lugar común de su propia imagen?Es interesante sorprender, pero no es la razón última por la que decides embarcarte en algo así. Entre otras cosas porque puede salir un desastre. Lo que cuenta es que dramática o cómicamente sea interesante. Y si es así, adelante. Aunque me meta en sitios completamente desconocidos como puedan ser la comedia, el cante y el baile. En definitiva, me metí aquí para ver qué sale."Voy a hacer un musical aunque no sé cantar ni bailar", suena demasiado arriesgado.También fue muy importante el deseo de mis hijos. Cuando les dije que cantaba, me dijeron los dos: "pues como La Sirenita. La tienes que hacer papá".Menudos representantes se ha buscadoTambién influyó mi progenitora que falleció poco antes de empezar a rodar. La idea de ver a su hijo con un cocodrilo le hacía mucha gracia. No tenia escapatoria. Y me fui allí con las ideas muy claras: iba a hacer el ridículo y a que se lo pasaran bien mis hijos. Pocos placeres como avergonzar a los hijos. De paso si alguien más se lo pasa bien, pues estupendo.
Éste es un cuento que habla del miedo, del miedo escénico y del miedo de vivir con un cocodrilo. ¿Qué le da miedo?El miedo no siempre es malo. El miedo también es una fuente de motivación. Como todo actor, yo he tenido también miedo escénico. No es más valiente el que no tiene miedo sino el que es capaz de trabajar a pesar del miedo. El miedo se conquista y se supera a través del trabajo. Yo soy muy concienzudo en mi preparación, pero lo soy por la sencilla razón de que soy muy inseguro. Trabajar es la manera de vencer al miedo. Recuerdo que la primera vez que hicimos el gran número musical fue un desastre. Los directores me miraban asustados diciendo: "Creíamos que eras malo, pero no tanto". No podía con mi inseguridad. Así hasta que me planté y me dije: "A ver, Javier, llevas preparándote meses con esto, confía". Y salió. Para un actor, el miedo es un compañero de viaje siempre. Nunca sabes si te van a llamar mañana. El peor miedo que se puede tener es el miedo al miedo.¿Recuerda el momento de más pánico de su carrera?Cierro los ojos y lo veo perfectamente. Era figurante con frase en Tacones lejanosy el miedo me paralizó completamente. Tenía que decir tres frases y no salían. Y ese día me dije: "Nunca más". Estaba tan fuera y tan pendiente de todo el mundo que dejé de pensar en mí. Como creador tienes que ser egoísta y, en un momento dado, pensar en ti y en que lo que haces merece la pena ser visto y escuchado. Luego la gente decidirá.
La película se hace fuerte en la diversidad, tanto en el reparto como en su propio mensaje de inclusión de nada menos que un cocodrilo. ¿Es esto síntoma de algo o sólo es una manera de provocar a la extrema derecha anti-pogre?Lo cierto es que vivimos en un mundo en el que cada vez somos más conscientes de que somos distintos. Y está bien que eso se refleje. Aunque también es verdad que a veces, por culpa del algoritmo o la fórmula, da la impresión de que se fuerza la cosa cuando la historia no lo permite.En su Sirenita se ha montado un gran revuelo por ser una Sirenita de color...Ese ejemplo es todo un símbolo de cómo la mente adulta adultera y manosea la belleza de la fantasía. Los niños no ven ningún problema en que la Ariel sea de color. Ellos quieren el cuento simplemente. Lo único que se consigue con este tipo de polémicas es plantar semillas de repruebo en la mente de los niños. Nadie nace racista, se le educa a ser racista. Y luego ves cómo gana la extrema derecha en Italia... La extrema derecha se alimenta del miedo que siembra. Da miedo que se normalice el que alguien por ser neցro tenga un problema de representación.
Hablando de representación, usted se vio en una polémica por hacer de cubano en su anterior película sin serlo...Sí. Ese es el otro extremo. Estoy de acuerdo en que las primeras opciones para un personaje cubano sea un cubano, pero si el director quiere otra cosa... Seamos conscientes de que nuestro trabajo consiste en interpretar a personas que no somos. Se manipula todo en contra del otro. Vamos a ver si nos relajamos un poco que el mayor mafioso de la historia es un tipo de Illinois, que no italiano, que se llama Marlon Brando.En una semana, un cine proyecta en los cines una película de Javier Bardem y otra de Penélope Cruz, En los márgenes. ¿Dónde se meterán sus hijos?Una de las razones de hacer esta película es sentarme con mis hijos en una sala de cine con palomitas y enseñarles lo que hace papá. 'Piratas del Caribe' la han visto en la tele. Estoy deseando, pero también estoy acojonado porque pueden ser los peores críticos. Pero sé que Leo, que tiene 11 años, está más interesado en 'En los márgenes' que en la mía. Fue al rodaje, conoce a los miembros de la Plataforma Antidesahucios, conoce a sus hijos...
Pero sus hijos van a ver siempre al padre, nunca al personaje...Sí, es una lástima. De hecho, cuando vieron 'Piratas...', yo creía que les iba a dar miedo porque mi personaje es pavoroso. Pues no, cada vez que salí se partían de risa. A ver ahora que dicen al ver a su padre con un cocodrilo.
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Javier Bardem: "Criticar la Sirenita de color es sembrar el repruebo en los niños"
- LUIS MARTÍNEZ
Madrid
El actor demuestra sus dotes para cantar y bailar en 'Lilo, mi amigo el cocodrilo', su primera película enfocada al público infantil y familiar
Javier Bardem, el jueves, en la presentación en Madrid de 'Lilo, el cocodrilo'.J.J.GuillenEFE
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Cada vez que canta o baila Javier Bardem nos sorprendemos. Y sin embargo, cada vez lo hace más a menudo. ¿Es esta su nueva vocación?No hace mucho me recordaban que también cantaba en 'bemoles de oro' una canción de Julio Iglesias. Es completamente un accidente. Recuerdo que estuve a punto de trabajar con Rob Marshall en 2009. Me hizo una prueba para Nine. No estaba muy seguro, pero hice la audición y me cogió. Luego tuve que renunciar porque iba que hacer Biutiful. Más tarde me llamó otra vez para La Sirenita, canté una canción y me volvió a contratar. En una pausa me llamaron para 'Ser los Ricardo' y ahí canté tres canciones. Sí, es así. No es algo que busque, pero ha pasado. Sin embargo, sí es cierto que esta película es la más ambiciosa de todas.¿Cuál es la clave o el secreto de bailar bien ahora que ya lo hace?La alegría. Lo que más me sorprende de los que bailan y cantan como Dios es que además de hacerlo técnicamente bien, lo hacen con alegría. Eso es, para mí, lo realmente difícil. Lo complicado es hacer algo muy difícil, pero tan confiado en que lo estás haciendo que regalas placer. Lo importante es que la gente disfrute aunque, a veces, tú sufras.
Algunos de sus personajes figuran en la lista de los peores villanos de la historia del cine y su imagen, como exjugador de rugby que es, está asociada a la masculinidad más dura. ¿Hasta qué punto es un acicate el doblarle la muñeca al lugar común de su propia imagen?Es interesante sorprender, pero no es la razón última por la que decides embarcarte en algo así. Entre otras cosas porque puede salir un desastre. Lo que cuenta es que dramática o cómicamente sea interesante. Y si es así, adelante. Aunque me meta en sitios completamente desconocidos como puedan ser la comedia, el cante y el baile. En definitiva, me metí aquí para ver qué sale."Voy a hacer un musical aunque no sé cantar ni bailar", suena demasiado arriesgado.También fue muy importante el deseo de mis hijos. Cuando les dije que cantaba, me dijeron los dos: "pues como La Sirenita. La tienes que hacer papá".Menudos representantes se ha buscadoTambién influyó mi progenitora que falleció poco antes de empezar a rodar. La idea de ver a su hijo con un cocodrilo le hacía mucha gracia. No tenia escapatoria. Y me fui allí con las ideas muy claras: iba a hacer el ridículo y a que se lo pasaran bien mis hijos. Pocos placeres como avergonzar a los hijos. De paso si alguien más se lo pasa bien, pues estupendo.
Éste es un cuento que habla del miedo, del miedo escénico y del miedo de vivir con un cocodrilo. ¿Qué le da miedo?El miedo no siempre es malo. El miedo también es una fuente de motivación. Como todo actor, yo he tenido también miedo escénico. No es más valiente el que no tiene miedo sino el que es capaz de trabajar a pesar del miedo. El miedo se conquista y se supera a través del trabajo. Yo soy muy concienzudo en mi preparación, pero lo soy por la sencilla razón de que soy muy inseguro. Trabajar es la manera de vencer al miedo. Recuerdo que la primera vez que hicimos el gran número musical fue un desastre. Los directores me miraban asustados diciendo: "Creíamos que eras malo, pero no tanto". No podía con mi inseguridad. Así hasta que me planté y me dije: "A ver, Javier, llevas preparándote meses con esto, confía". Y salió. Para un actor, el miedo es un compañero de viaje siempre. Nunca sabes si te van a llamar mañana. El peor miedo que se puede tener es el miedo al miedo.¿Recuerda el momento de más pánico de su carrera?Cierro los ojos y lo veo perfectamente. Era figurante con frase en Tacones lejanosy el miedo me paralizó completamente. Tenía que decir tres frases y no salían. Y ese día me dije: "Nunca más". Estaba tan fuera y tan pendiente de todo el mundo que dejé de pensar en mí. Como creador tienes que ser egoísta y, en un momento dado, pensar en ti y en que lo que haces merece la pena ser visto y escuchado. Luego la gente decidirá.
La película se hace fuerte en la diversidad, tanto en el reparto como en su propio mensaje de inclusión de nada menos que un cocodrilo. ¿Es esto síntoma de algo o sólo es una manera de provocar a la extrema derecha anti-pogre?Lo cierto es que vivimos en un mundo en el que cada vez somos más conscientes de que somos distintos. Y está bien que eso se refleje. Aunque también es verdad que a veces, por culpa del algoritmo o la fórmula, da la impresión de que se fuerza la cosa cuando la historia no lo permite.En su Sirenita se ha montado un gran revuelo por ser una Sirenita de color...Ese ejemplo es todo un símbolo de cómo la mente adulta adultera y manosea la belleza de la fantasía. Los niños no ven ningún problema en que la Ariel sea de color. Ellos quieren el cuento simplemente. Lo único que se consigue con este tipo de polémicas es plantar semillas de repruebo en la mente de los niños. Nadie nace racista, se le educa a ser racista. Y luego ves cómo gana la extrema derecha en Italia... La extrema derecha se alimenta del miedo que siembra. Da miedo que se normalice el que alguien por ser neցro tenga un problema de representación.
Hablando de representación, usted se vio en una polémica por hacer de cubano en su anterior película sin serlo...Sí. Ese es el otro extremo. Estoy de acuerdo en que las primeras opciones para un personaje cubano sea un cubano, pero si el director quiere otra cosa... Seamos conscientes de que nuestro trabajo consiste en interpretar a personas que no somos. Se manipula todo en contra del otro. Vamos a ver si nos relajamos un poco que el mayor mafioso de la historia es un tipo de Illinois, que no italiano, que se llama Marlon Brando.En una semana, un cine proyecta en los cines una película de Javier Bardem y otra de Penélope Cruz, En los márgenes. ¿Dónde se meterán sus hijos?Una de las razones de hacer esta película es sentarme con mis hijos en una sala de cine con palomitas y enseñarles lo que hace papá. 'Piratas del Caribe' la han visto en la tele. Estoy deseando, pero también estoy acojonado porque pueden ser los peores críticos. Pero sé que Leo, que tiene 11 años, está más interesado en 'En los márgenes' que en la mía. Fue al rodaje, conoce a los miembros de la Plataforma Antidesahucios, conoce a sus hijos...
Pero sus hijos van a ver siempre al padre, nunca al personaje...Sí, es una lástima. De hecho, cuando vieron 'Piratas...', yo creía que les iba a dar miedo porque mi personaje es pavoroso. Pues no, cada vez que salí se partían de risa. A ver ahora que dicen al ver a su padre con un cocodrilo.
Javier Bardem: "Criticar la Sirenita negra es sembrar el odio en los niños"
No es la primera vez que Javier Bardem (Las Palmas de Gran Canaria, 1969) canta y baila. Ya cantó y bailó (o 'cantuvo' y 'bailuvo', según se mire) con...
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