La vivienda esos años subió como la espuma porque el suelo subió como la espuma.
Y el suelo subió como la espuma porque los ayuntamientos -políticos- PGOUs mediante, lo liberaron a cuentagotas, por fases, permitiendo que los dueños de los solares de cada una exprimieran al máximo a los compradores.
Imaginemos una ciudad de 40.000 habitantes que está en crecimiento, con una demanda de vivienda alta. Imaginemos que los terrenos que la rodean están todos calificados como rústico de especial protección. Ahora abramos 2 horizontes.
-1. El ayto cambia la calificación de 5 solares. Los cuales pasan a ser urbanos, en los que se pueden construir edificios con x coeficiente. ¿Cuánto cree que podría pedir el dueño de cada uno dada la alta demanda de vivienda que tiene la ciudad y que casi exclusivamente se puede construir ahí?
-2. El ayto cambia la calificación de TODO el suelo que lo rodea. ¿Cree que eso haría que el suelo fuera más barato o más caro que el del supuesto 1?
Hace no muchos años, en los pueblos de medio pelo si alguien tenía un terreno, cosa bastante habitual, construía en él una casa para su hijo. El ayto daba el permiso y en 30 años sin denuncias la casa estaba regularizada, y nadie denunciaba porque todos habían o iban a pasar por esa situación. El ayto crecía en habitantes, mantenía a los vecinos y estos obtenían una buena casa por un precio irrisorío.
Ahora eso es imposible. El terreno se debe liberar, cosa que no se hace, y el que quiere una casa para su hijo no puede permitirse el alto precio que tienen las ya construidas dada la baja oferta.
Cualquiera que tenga un mínimo de conocimiento del tema le dirá que lo de los políticos y el suelo en este país es algo inexplicable.
Y cada vez que hacen una ley del suelo revolucionaria para liberarlo y permitir respirar a los pueblos, la acaban haciendo más restrictiva aún.
