Minuto 9 y pico
PEDRO BAÑOS.- Os pregunto a los dos: ¿que es lo primero que haríais si tuviérais un puesto mu rellenito en la administración.
ISAAC MORENO GALLO.- ¿Yo?, dimitiría al día siguiente.
A quienes invitaban los patricios romanos a sus francachelas, a sus comilonas y a sus orgías era más a sus "clientes" (así traducen los latinistas el vocablo) que a sus amigos.
Puede que de ahí venga la expresión: "red clientelar".
Y quien manda en la administración don Isaac son las redes clientelares.
¿A ver si no?.
El que haya ceporros e indocumentaos en los altos cargos debe de ser un corolario.
Jesús qué cruz.
Y redes clientelares en nuestra administración tienen desde los partidos políticos hasta los masones, desde los ingleses hasta los chinos, desde la ONU hasta La Iglesia (Nuestra Santa progenitora aunque algo fruta, pero creo que este chiste ya lo he hecho), desde las multinacionales hasta los islamistas. Y me creo que más de uno y más de dos funcionarios (y funcionarias, que no quiero que me acusen de micromachismo de ése) sirven a tres o cuatro redes clientelares a la vez más que a la propia administración
y mucho menos a los administrados.
Además soy de la opinión de que el Estado no existe aunque la RAE (donde el Cebrián y el Reverté) recomiende escribir la palabra con mayúscula. Para mí que es un embeleco virtual con el que nos llevan engañando 250 años. Lo único que tiene existencia empírica real, medible y contrastable, ¡y bien cara que nos cuesta!, es la administración.
Si el dinero público no es de nadie, lo demás, desde las infraestructuras al patrimonio, desde las instituciones al Pueblo, tampoco.
Normal que a algunos nos maraville de los romanos más el mantenimiento que la propia obra. Jua, jua, jua por no llorar.
Y es que para los romanos el dinero público era sagrado y todas estas golferías que vemos hoy día eran entonces consideradas como puros sacrilegios.
Y el pobre don Wojtyla metió en el catecismo que mandó redactar que el no pagar impuestos era un pecado mortal.
De los de confesarse y tal.
Pobre hombre.
________________________
FREE ZOUHAM o abandonad toda esperanza.
PEDRO BAÑOS.- Os pregunto a los dos: ¿que es lo primero que haríais si tuviérais un puesto mu rellenito en la administración.
ISAAC MORENO GALLO.- ¿Yo?, dimitiría al día siguiente.
A quienes invitaban los patricios romanos a sus francachelas, a sus comilonas y a sus orgías era más a sus "clientes" (así traducen los latinistas el vocablo) que a sus amigos.
Puede que de ahí venga la expresión: "red clientelar".
Y quien manda en la administración don Isaac son las redes clientelares.
¿A ver si no?.
El que haya ceporros e indocumentaos en los altos cargos debe de ser un corolario.
Jesús qué cruz.
Y redes clientelares en nuestra administración tienen desde los partidos políticos hasta los masones, desde los ingleses hasta los chinos, desde la ONU hasta La Iglesia (Nuestra Santa progenitora aunque algo fruta, pero creo que este chiste ya lo he hecho), desde las multinacionales hasta los islamistas. Y me creo que más de uno y más de dos funcionarios (y funcionarias, que no quiero que me acusen de micromachismo de ése) sirven a tres o cuatro redes clientelares a la vez más que a la propia administración
y mucho menos a los administrados.
Además soy de la opinión de que el Estado no existe aunque la RAE (donde el Cebrián y el Reverté) recomiende escribir la palabra con mayúscula. Para mí que es un embeleco virtual con el que nos llevan engañando 250 años. Lo único que tiene existencia empírica real, medible y contrastable, ¡y bien cara que nos cuesta!, es la administración.
Si el dinero público no es de nadie, lo demás, desde las infraestructuras al patrimonio, desde las instituciones al Pueblo, tampoco.
Normal que a algunos nos maraville de los romanos más el mantenimiento que la propia obra. Jua, jua, jua por no llorar.
Y es que para los romanos el dinero público era sagrado y todas estas golferías que vemos hoy día eran entonces consideradas como puros sacrilegios.
Y el pobre don Wojtyla metió en el catecismo que mandó redactar que el no pagar impuestos era un pecado mortal.
De los de confesarse y tal.
Pobre hombre.
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FREE ZOUHAM o abandonad toda esperanza.
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