Es que, según las mujeres, ellas son las únicas que pueden DECIDIR porque el ser humano concebido creen que les ha llegado por infundio divino, como a la Virgen María y ningún hombre, padre o progenitora, puede influir en lo que a ellas les salga del chiochio, incluyendo sin son menores de edad y han empezado a tener relaciones sensuales con 13 ó 14 años, cuando casi aún están jugando con muñecas.
Para ellas, la feminancis, un feto se genera sin la intervención de ningún hombre y como ellas son las portadoras del útero sólo ellas tienen la capacidad para decidir sobre la vida y la fin de los que no han nacido.
Eso sí, cuando se abrieron de patas, consintieron ser penetradas o aceptaron tener relaciones sensuales, nunca tuvieron la RESPONSABILIDAD de pensar en lo que podría suceder con ese gesto.
Falsas, egoístas, hipócritas. Por una parte, gastando centenares de millones en combatir la violencia de género y por otra parte sufragando el exterminio impune con el dinero de todos los contribuyentes: nosotros.