Estamos en el año 2023, ya sabemos lo que son las bodas y de que hay que pagar el impuesto revolucionario. Y los que nos hemos casado tambien sabemos el esfuerzo economico que supone.
Dicho esto, mi boda fue de unos 90 comensales (mas de 100 me parece una barbaridad y he estado en unas cuantas) y los que no quisieron ir me lo dijeron y tan latinoamericanos (apenas dos personas, uno un colega y mi compañero de curro, que es antibodas) y por nuestra parte lo entendimos perfectamente.
Una boda, por lo general, es un acto muy bonito y en el que casi siempre te lo pasas muy bien. De hecho este finde tuve boda y estuvo genial, eso si, les dimos casi 400 euros entre los 3 que fuimos.
A ver, las bodas son caras. No es solo lo que comes, es utilizar unas instalaciones donde hay multitud de camareros pasando bandejas con aperitivos, bebidas, autobuses para llegar al convite (cuando son a tomar por ojo ciego), fotografos, luego la musica con dj, regalos y sople gratis. Todo eso cuesta, yo calculé que nos gastamos unos 130 euros por comensal y bien gastados que fueron.
Al final sacas para cubrir costes y poco mas, pero lo importante es preparar un evento donde la gente disfrute. Y casi siempre, tambien en nuestro caso, los que menos disfrutamos fuimos los novios.
Es una frutada cuando tienes varias bodas en el mismo año, que igual no puedes ir a todas, pero una cada dos o tres años está muy bien.
El año que viene tengo otra, la de mi hermano, y ya estoy con ganas.
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