De toda la vida de Dios, a los aguaceros de Septiembre (que siempre los hubo) se les llamaba "gota fría" o símplemente borrasca. Da pena ver ancianos, con toda una vida de trabajo y experiencias a sus espaldas que les deberían haber forjado un criterio propio inquebrantable, plegarse y dejarse domar por la tele.