A ver, lechuguinos, que eso que llamáis patria ya no existe y ha sido troceada y vendida hace años por los mismos mercenarios traidores que habéis votado o a las familias a las que rendis pleitesía, sean monárquicas, sean viejoburguesas o coticen en el Ibex.
Yo sólo reconozco como patria mi lengua y cultura, de las que me siento orgulloso, y el lugar donde poder hacer y desarrollar una vida normal con perspectivas de futuro.
¿Cuántos de vosotros podéis hacer eso a día de hoy en esta república bananera, llámese Castilla o Cataluña, por poner dos ejemplos enfrentados artificialmente?
Dejad de tocar los huevones con los unicornios y abrid los ojos a un mundo que nada tiene que ver con el de hace cien años salvo en el carácter tan español de hacer leña del arbol caído y si es el vecino más aún.