Historias de superación: Jay Hart, el futbolista que se puso a amar en el banquillo, como un poseso, durante un partido

El post está bien, pero el titular es engañoso, clickbait puro.

El tipo estaba amando en el vestuario, no en el banquillo. Me lo había imaginado en el banquillo de los suplentes pasando del partido y ***ándose una subida de peso delante de todo el público; eso sí que habría sido lol máximo.
 
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DIVÚLGUESE, EMPATÍCESE.

Jay Hart pertenece a una etapa de mis Estudios Pazuzoicos en la que aún tenía capacidad para la sorpresa, hoy es casi una historia naíf que alguien podría rodar al estilo Sundance, con Mark Whalberg en el papel principal. «Cálida y esperanzadora» (Variety); «Luminosa comedia con mensaje» (Fotogramas); «Ni me gusta ni me deja de gustar» (Carlos Boyero).​
El caso es que le tengo cariño a este anglosajón locuelo de metro y medio. De modo que empezaré con él mi campaña de revisitación de clásicos.
 
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