Historia de los accidentes submarinos

Taliván Hortográfico

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Todas las aportaciones serán bienvenidas pero, por simplicidad, preferiría que dejáramos fuera las relacionadas con los avatares de la guerra.

Pisces III, el “Titan” que se hundió en 1973 y sus tripulantes fueron rescatados con vida tras 76 horas

Roger Champman y Roger Mallinson fueron rescatados cuando solo les quedaban 12 minutos de oxígeno en el minisubmarino y tras pasar tres días atrapados a 480 metros de profundidad

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El accidente del minisubmarino Titan que acabó con la vida de cinco personas el pasado domingo ha traído de vuelta a la actualidad la historia del rescate a mayor profundidad que se ha realizado. En el verano de 1973, durante tres días, la operación de rescate se enfrentó a todo tipo de dificultades en el Océano Atlántico para lograr sacar a la superficie el minisubmarino Pisces III. En su interior se encontraban Roger Champman y Roger Mallinson, atrapados a 480 metros de profundidad y con oxígeno para 66 horas. El Pisces III fue rescatado con éxito gracias al esfuerzo conjunto de Reino Unido y Estados Unidos, pero lo lograron al límite. Cuando abrieron la escotilla del submarino, solo quedaba oxígeno para 12 minutos más.

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El miércoles 29 de agosto de 1973 Champman y Mallinson se encontraban en el Pisces III a 241 kilómetros al suroeste de Cork, Irlanda, desplegando un cable telefónico submarino sobre el fondo marino para la Oficinal Postal del Reino Unido. El Pisces III es un minisubmarino de 6 metros de longitud, capaz de alcanzar una profundidad de 2.000 metros, desarrollado por la compañía canadiense Vickers Oceanics.

“Tarda unos 40 minutos en hundirse hasta cerca de 500 metros y es un poco más rápido en volver a subir. Hacíamos turnos de ocho horas, recorriendo la superficie del lecho marino a 800 metros por hora, instalando bombas y chorros que licuaban el lodo, tendiendo cables y asegurándonos de que todo estuviera cubierto. Fue un trabajo muy lento”, relató Champman a la BBC 40 años después del suceso.

Aquel día las circunstancias no eran las mejores. Mallinson había iniciado el descenso tras un turno de 26 horas seguidas realizando reparaciones en el Pisces III. Fue entonces cuando, sin saberlo, tomó la mejor decisión de su vida al cambiar el tanque de oxígeno, que aún estaba a media capacidad y era suficiente para cubrir el turno de trabajo sin problemas, por otro completamente lleno.

“Era de sobra para ejecutar la inmersión, pero por alguna razón decidí cambiarlo por uno completo, lo que no era nada fácil ya que era muy pesado. Podría haberme metido en problemas por cambiar un depósito medio usado, pero da la casualidad de que si no lo hubiera hecho, no habríamos sobrevivido”, explicó Mallinson.

El accidente

A las 9:18 horas, cuando el Pisces III había finalizado su trabajo y se encontraba de vuelta a la superficie esperando ser izado al Vickers Voyager, se produjo el accidente. El cable de remolque se enganchó en la escotilla de la esfera de popa, una sección estanca del Pisces III que contiene la maquinaria. La escotilla se abrió permitiendo el paso del agua, lo que añadió una tonelada de peso al sumergible rápidamente. Mallinson y Champman fueron arrojados hacia atrás mientras el Pisces III se hundía rápidamente entre sacudidas. “Fue muy aterrador, como un bombardero Stuka en picado con los motores chillando y los manómetros sin parar de girar”, explicó Mallinson.

El descenso sin control duró unos 30 segundos hasta que impactaron con el lecho marino a 480 metros de profundidad y a una velocidad de 64 kilómetros por hora. En ese intervalo apagaron los sistemas eléctricos, lograron soltar 181 kg de peso para ralentizar el Pisces III y se prepararon para el impacto con cojines para amortiguarse y un trapo en la boca para evitar morderse la lengua al chocar.

La espera
Tras el impacto, Champman y Mallinson se sintieron aliviados de estar vivos. No sabían a que profundidad se encontraban, dado que habían apagado el indicador de profundidad a los 150 metros del descenso para evitar que reventara. “No resultamos heridos, pero había equipo por todas partes y estábamos agarrados a las tuberías. Nos sentamos allí con una linterna. Sin saberlo, habíamos chocado contra una grieta, por lo que la mitad del submarino estaba ya bajo el lecho marino”, contaba Champman.

Tras comprobar la integridad del Pisces III, pudieron informar a la nave nodriza de que se encontraban bien por contacto telefónico. El depósito lleno que Mallinson había instalado les daba para 72 horas de oxígeno, de las que ya habían consumido 6, por lo que disponían de 66 horas,dos días y 18 horas para ser rescatados con vida. Cuando los equipos de rescate abrieron la escotilla del Pisces III el sábado 1 de septiembre, habían trascurrido 76 horas desde el accidente.

Durante todo este tiempo Mallinson y Champman mantuvieron la calma y desde el principio decidieron que reducirían al mínimo el consumo de oxigeno evitando moverse e incluso hablar entre ellos. Se mantenían agarrados de la mano en la oscuridad, apretándolas de vez en cuando para confirmar que seguían bien. Cada 40 minutos debían introducir oxígeno en su compartimento, pero espaciaron los tiempos para que durara más. “Permitimos que el CO2 se acumulara un poco para conservar el oxígeno: teníamos temporizadores para realizar un seguimiento cada 40 minutos, pero esperaríamos un poco más. Nos hizo un poco letárgicos y somnolientos”, señaló Champman.

La operación de rescate

El Vickers Voyager dio la voz de alarma en cuanto se produjo el accidente. A la operación de rescate se unieron el navío de la Armada británica HMS Hecate, provisto de cables especiales, un Nimrod de la Fuerza Aérea y a la nave de apoyo Vickers Venture se le ordenó llevar su minisubmarino Pisces II al puerto de Cork. Estados Unidos envió en un tiempo record el sumergible CURV III, diseñado para recoger bombas del mar, a bordo del John Cabot y para el jueves 30 de septiembre el buque Vickers Voyager había llegado al lugar del accidente con el Pisces II y un Pisces V.

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CURV III durante la operación de rescate del Pisces III.

El viernes 31 de agosto se iniciaron las inmersiones con los minisubmarinos. El Pisces II se lanzó al mar pero hubo que volver a izarlo para repararlo tras un problema con el cable de elevación. El Pisces V se sumergió pero no logró dar con Champman y Mallinson y regresó a superficie. Sí lo logró en el segundo intento. “Era casi la 1 p. m. cuando Pisces V nos encontró. Fue increíblemente alentador saber que alguien sabía dónde estábamos. Pero cuando Piscis V intentó colocar un gancho de seguridad, el intento fracasó debido a la flotabilidad de la cuerda”, recordaba Chapman.

EL Pisces V recibió la orden de permanecer junto al Pisces III en el lecho marino. Entretanto, el Pisces II intentó un segundo descenso que no pudo completar tras introducirse agua en la esfera de popa. El CURV III tuvo un fallo eléctrico que impedía la inmersión. En la medianoche del viernes al sábado, el Pisces V recibió la orden de ascender de nuevo y Mallinson y Champman se volvieron a quedar solos en el fondo del mar.

El ascenso

El sábado 1 de septiembre el Pisces II pudo sumergirse provisto con un cable de polipropileno y un enganche especialmente diseñado. A las cinco de la mañana logró enganchar el cable en la esfera de popa. El CURV III también logró descender y conectar un segundo cable al Pisces III. Fue en ese momento cuando Champman y Mallinson decidieron consumir lo único que tenían en el minisubmarino para alimentarse: un sandwich y una lata de limonada.

El arrastre del Pisces III a la superficie comenzó a las 10:50, más de 73 horas después del accidente. Se interrumpió en dos ocasiones, la primera a 150 metros de la superficie para que el CURV III pudiera desenredarse y la segunda a solo treinta metros para enganchar cables más pesados al Pisces III. La operación de llevar el sumergible a la superficie llevó 2 horas y 27 minutos, pero Champman y Mallinson aún no estaban fuera de peligro.

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Momento en el que Chapman y Mallinson abandonan el Pisces III.

La escotilla había quedado atascada tras el accidente y, una vez en superficie, tardaron unos 30 minutos en lograr abrirla. “Cuando abrieron la escotilla y el aire fresco y la luz del sol entraron, nos produjo un dolor de cabeza cegador, pero estábamos eufóricos. Teníamos 72 horas de soporte vital cuando comenzamos la inmersión la primera vez, por lo que logramos aguantar otras 10 horas. Cuando miramos en el cilindro al salir, nos quedaban 12 minutos de oxígeno”.

 
La verdad es que excluyendo las guerras no creo que haya mucha chicha, lo de los submarinos sigue muy ligado a lo militar.


Hombre, accidentes de submarinos militares en tiempos de paz ha habido muchos y creo que podrían entrar en el hilo.
 
Hombre, accidentes de submarinos militares en tiempos de paz ha habido muchos y creo que podrían entrar en el hilo.
Kursk y el argentino ARA San Juan

Creo que en ambos casos hubo movidas por la forma en que trataron a las familias, mentiras, secretismo, corrupción y todo eso...
 
Lo siento Talivan,pero no me resisto a citar un submarino en accion militar.Concretamente el U boot 331 durante la SGM :

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U Boot 331

El 25 de Noviembre de 1941,el U-331 que operaba en aguas del Mediterraneo(Tras cruzar el peligroso Estrecho de Gibraltar),torpedeo y hundio al acorazado britanico HMS "Barham" (862 muertos y 450 supervivientes).Como consecuencia de la desestabilizacion del Uboot al lanzar los torpedos o quizas daños del contraataque britanico,el submarino aleman se hunde sin control hasta los 250 m de profundidad(El limite "oficial" de un U boot rondaba oficialmente los 150/200 m),pero la tripulacion logra estabilizarlo in extremis y emerger a superficie.

Esta no seria la unica vez que el U-331 rozaria los limites submarinos,pues el 16 de Enero de 1942 y en el mismo teatro de operaciones,fue atacado por un barco de escolta aliado y en su inmersion,acabo encallado en el fondo marino(No se especifica la profundidad).Tras varias horas de esfuerzos y soltar parte del combustible para aligerar el submarino,este pudo emerger de nuevo a superficie.

La carrera del U-331 acaba el 17 de Noviembre de 1942.Al ser acosado y atacado por la aviacion y marina aliada,el Kaleun (KapitanLeunant) Dietrich Von Tiesenhausen decide rendir el submarino izando la bandera blanca y esperando la llegada de un destructor aliado,pero el ataque descontrolado de dos aviones brits acaban matando a la mitad de la tripulacion y mandando al U-331 al fondo del Mediterraneo...



U331
 
Otro accidente submarino en tiempo de guerra aunque no por acción militar fue el del Surcouf francés, una mezcla de submarino y crucero con dos cañones de 203mm y hasta un hidroavión, en su momento el submarino más grande del mundo.

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(Copio de la Wikipedia y así me ahorro el trabajo...)

Durante su período de actividad en la Segunda Guerra Mundial generó a su alrededor varias teorías de conspiración, y desapareció con toda su tripulación en extrañas circunstancias en 1942.

Construcción e Historial operativo

El Surcouf se comenzó a construir en diciembre de 1927 y botado el 18 de octubre de 1929, fue entregado a la Marina francesa en mayo de 1934. Al comienzo de la II Guerra Mundial era el submarino más grande del mundo.

Los planos fueron elaborados por el Service Technique des Constructions et Armes Navales (STCAN) y firmados por el jefe de la Oficina "Submarinos" de Léon Roquebert. El llamado Proyecto Q 5 fue aprobado el 17 de julio de 1926 por el Consejo Supremo de la Marina, en presencia de Georges Leygues, Ministro de Marina. Ordenándose la construcción al Arsenal de Cherburgo el 31 de diciembre de 1926.

El Tratado Naval de Washington puso estrictos límites a los desplazamientos y calibres artilleros de los acorazados y cruceros de nueva construcción pero no se llegó a ningún acuerdo respecto a los buques menores incluidos los submarinos. La Armada francesa decidió tomar ventaja sobre este tema proyectando y construyendo lo que llamaron un "croiseur sous-marin" (crucero submarino), aunque algunos autores prefieren el más "romántico" nombre de "submarino corsario". De esta clase de naves el Surcouf fue el primero y el único en su tipo de una proyectada serie de tres. Entendiéndose que podía combatir de las dos maneras sumergido y en superficie. Sus funciones eran las de asegurar el contacto con las colonias y buscar y destruir las flotas enemigas en colaboración con los navíos de superficie, además de realizar guerra de corso contra los convoyes enemigos. Para reconocimiento lejano, tras*portaba un hidroavión en un hangar construido a popa de la vela del submarino y, para el combate contaba con 12 tubos lanzatorpedos y dos cañones de 203 mm modelo 1924 en una torre doble con un peso de 185 toneladas en la parte de la proa anexa a la torre de control del submarino.

Cargaba 60 rondas de proyectiles para los cañones controlados por un sistema de dirección de tiro con un error de menos de 5 m; los cañones, de igual calibre que los montados por los cruceros pesados de la época podían disparar tres obuses de 120 kg por minuto y tenían un alcance teórico de 27 450 m que se veía reducido a 12 000 m, dada la poca elevación en que se encontraba la dirección de tiro.

El hidroavión, que en teoría debía dirigir el tiro a distancia, había sido diseñado especialmente para el submarino e iba alojado en un hangar justo a popa de la vela. Se trataba del Besson MB.411 con una autonomía de 400 km ampliable a 740 km con depósitos de combustible auxiliares.

Las defensas antiaéreas y las ametralladoras para combate estaban ubicadas en la parte superior del hangar. También llevaba a bordo una lancha a motor de 5 m de largo, asimismo disponía de una celda con capacidad para 40 prisioneros, combustible para navegar 23 000 km y alimentos para 90 días de navegación. La tripulación estaba compuesta por 126 miembros entre oficiales y marineros, mucho más que cualquier submarino convencional.

El 18 de junio de 1940 escapó de Brest donde se encontraba en gran carena, después de una misión en las Antillas y el Golfo de Guinea; para evitar ser capturado, sin tener terminadas las reparaciones y sin repuestos puso rumbo a Plymouth, propulsándose con un solo motor diésel. Allí fue apresado por la Royal Navy en el marco de la Operación Catapulta , en un asalto que se cobró vidas en los dos bandos antes aliados (cuatro muertos); los tripulantes y oficiales que no quisieron permanecer en Inglaterra fueron autorizados a regresar a la Francia ocupada donde la mayoría fue juzgada por los alemanes y fusilada.

Difícilmente rearmable a causa de su complejidad y a la falta de piezas de repuesto y de marinos cualificados como submarinistas, después de ser modernizado en el arsenal naval de Portsmouth (EE.UU.) y al mando del capitán de fragata Ortoli el 1 de septiembre de 1940 pasa a manos francesas incorporándose a la llamada Marina de la Francia Libre (FNFL, Forces Navales Françaises Libres) y bajo esta bandera patrulló por el Atlántico. El 24 de diciembre de 1941 junto a las corbetas Mimosa, Alysse y Aconit y al mando del almirante Muselier tomó parte activa en la toma de las islas Saint Pierre y Miquelon.

Se decidió enviarlo al Pacífico donde asumiría la defensa de las islas de la Francia Libre.

Pérdida

El Surcouf desapareció la noche del 18 al 19 de febrero de 1942, a unos 130 km (70 millas náuticas) al norte de Cristóbal, Panamá, mientras se dirigía a Tahití, a través del Canal de Panamá. Un informe estadounidense concluyó que la desaparición se debió a una colisión accidental con el carguero estadounidense Thompson Lykes. Navegando solo desde la bahía de Guantánamo, en lo que fue una noche muy oscura, el carguero informó que golpeó y atropelló a un objeto parcialmente sumergido que raspó a lo largo de su costado y la quilla. Sus vigías oyeron gente en el agua pero, creyendo que había chocado contra un submarino, el carguero no se detuvo aunque se oyeron gritos de auxilio en inglés. Se envió una señal a Panamá describiendo el incidente.

La pérdida resultó en 130 muertes (incluidos 4 miembros del personal de la Royal Navy), bajo el mando del capitán de fragata Georges Louis Nicolas Blaison. La pérdida del Surcouf fue anunciada por el Cuartel General de la Francia Libre en Londres el 18 de abril de 1942, y se informó en The New York Times al día siguiente. No se informó que Surcouf se hundió como resultado de una colisión con el Thompson Lykes hasta enero de 1945.

La investigación de la comisión francesa concluyó que la desaparición fue consecuencia de un malentendido. Un avión Consolidated PBY Catalina, patrullando las mismas aguas la noche del 18 al 19 de febrero, podría haber atacado al Surcouf creyéndolo un submarino alemán o japonés. Esta teoría podría haber sido respaldada por varios elementos:
  • Los testimonios de los testigos del buque de carga SS Thompson Lykes, que chocó accidentalmente con un submarino, describieron un submarino más pequeño que Surcouf.
  • El daño al Thompson Lykes fue demasiado leve para una colisión con Surcouf.
  • La posición del Surcouf no correspondía a ninguna posición de submarinos alemanes en ese momento.
  • Los alemanes no registraron ninguna pérdida de submarinos en ese sector durante la guerra.
  • Las investigaciones sobre el incidente fueron irregulares y tardías, mientras que una investigación francesa posterior apoyó la idea de que el hundimiento se debió a "fuego amigo"; esta conclusión fue apoyada por el Contralmirante Auphan en su libro La Marina Francesa en la Segunda Guerra Mundial. Charles de Gaulle afirmó en sus memorias que Surcouf "se había hundido con toda la tripulación".
Legado

Como nadie ha buceado ni verificado oficialmente los restos del naufragio del Surcouf, se desconoce su ubicación. Si se supone que el incidente con el Thompson Lykes fue de hecho el evento del hundimiento de Surcouf, entonces los restos del naufragio se encontrarían a 3000 m (9800 pies) de profundidad en 10 ° 40'N 79 ° 32'W Coordenadas: 10°40′N 79°32′O.

Un monumento conmemora la pérdida en el puerto de Cherburgo en Normandía, Francia.La pérdida también es conmemorada por el Free French Memorial en Lyle Hill en Greenock, Escocia.

Como no hay una confirmación concluyente de que Thompson Lykes chocó con Surcouf, y su naufragio aún no se ha descubierto, existen historias alternativas de su destino. James Rusbridger examinó algunas de estas teorías en su libro Who Sank Surcouf?, encontrándolos a todos fácilmente descartados excepto uno: los registros del 6º Grupo de Bombarderos Pesados que operan desde Panamá los muestran hundiendo un gran submarino la mañana del 19 de febrero. Dado que ningún submarino alemán se perdió en la zona en esa fecha, podría haber sido Surcouf. Sugirió que la colisión había dañado la radio de Surcouf y que el barco siniestrado se dirigió cojeando hacia Panamá esperando lo mejor.

Una teoría de la conspiración, no basada en ninguna evidencia significativa, sostenía que el Surcouf, durante su estacionamiento en New London a fines de 1941, había sido atrapado abasteciendo a traición a un submarino alemán en Long Island Sound, y perseguido por los submarinos de entrenamiento estadounidenses Marlin y Mackerel, y lo hundieron. El rumor circuló hasta principios del siglo XXI, pero es falso ya que los movimientos posteriores del Surcouf hacia el sur están bien documentados.
 
El hilo me ha recordado el sistema aquel Davis de escape de submarinos y he buscado tirando de ese hilo. Me he encontrado con tres incidentes en los que tripulantes de submarinos accidentados y hundidos consiguieron escapar usando este sistema.


Los accidentes:




Los he leído por encima y se escaparon muy pocos, casi todos murieron, pero bueno, algo es algo.

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