Quizá podría explicarse a que entonces los equipos de media y baja tabla eran muy pobres, pero realmente creo que es más una cuestión de testosterona. La sociedad se ha amariconado; veremos qué pasa porque tiene pinta de que volvemos a los 90 y no sólo en lo económico. Igual volvemos a ver un repunte de testosterona si hay que empezar a hostiarse por los recursos...
Solamente hay que ver un partido de hace 20 años... Daban unas patadas para partir piernas y los árbitros no sacaban ni tarjetas. Ahora con el mínimo contacto ya es amarilla... El fútbol se ha afeminado en todos los sentidos, siguiendo los mismos pasos que la sociedad...